46 Año de preparación para el jubileo 2025

Año de oración 

Texto 

 “Por eso os digo: Todo cuanto pidáis en la oración, creed que os lo han concedido y lo obtendréis. Y cuando os pongáis a orar, perdonad lo que tengáis contra otros, para que también vuestro Padre del cielo os perdone vuestras culpas».” (Mt 11, 24-25) 

Comentario: El perdón 

“Por tanto, si cuando vas a presentar tu ofrenda sobre el altar, te acuerdas allí mismo de que tu hermano tiene quejas contra ti, deja allí tu ofrenda ante el altar y vete primero a reconciliarte con tu hermano, y entonces vuelve a presentar tu ofrenda” (Mt 5, 23-24) La reconciliación para acercarse al altar es condición evangélica. 

Resuena el eco de la enseñanza de Jesús: “Perdonad y seréis perdonados”. Tratad a los demás como queréis que ellos os traten a vosotros. El que siembra vientos cosecha tempestades. La medida que uséis la usarán con vosotros. Quien no perdona se condena a sí mismo. Quienes no perdonan se esclavizan y quedan víctimas del odio. Quien perdona, pero no olvida, queda víctima del resentimiento.

La oración es privilegio creyente y del que aún sin saberlo cree. Es una expresividad existencial en momentos recios, hilo de esperanza en el borde del abismo. Es un rayo de luz en la noche más oscura, un vaso de agua en la sed más terrible, una mano tendida cuando se siente el ahogo y el riesgo de hundimiento. 

Propuesta 

Dios es Dios de paz y de reconciliación.