María fue la ganadora del oro entre todas las mujeres. Asunción de Nuestra Señora a los cielos

Asunción de Nuestra Señora  a los cielos
Asunción de Nuestra Señora a los cielos

Solemnidad de la Asunción de Nuestra Señora a los cielos

Texto bíblico 

Hijas de reyes salen a tu encuentro, de pie a tu derecha está la reina, enjoyada con oro de Ofir. Escucha, hija, mira: inclina el oído, olvida tu pueblo y la casa paterna; prendado está el rey de tu belleza: póstrate ante él, que él es tu señor. La ciudad de Tiro viene con regalos, los pueblos más ricos buscan tu favor. Ya entra la princesa, bellísima, vestida de perlas y brocado; la llevan ante el rey, con séquito de vírgenes, la siguen sus compañeras: las traen entre alegría y algazara, van entrando en el palacio real. (Sal 44, 10-16) 

Comentario: Tradición y Fe 

En cuanto María expiró, el Señor dijo a los apóstoles: -Tomad el cuerpo de mi Madre, llevadlo al valle de Josafat, colocadlo en un sepulcro nuevo que allí encontraréis y no os mováis de aquel lugar hasta que yo vaya, que será de aquí a tres días. Dicho esto, Cristo, con el alma de su madre en brazos, emprendió su viaje hacia la gloria. 

-“¡Levántate, Madre mía, paloma mía, tabernáculo de la gloria, vaso de mi vida, templo celestial, levántate! ¡Levántate, porque ese santísimo cuerpo tuyo que sin cópula carnal y sin mancha de cualquier tipo de concupiscencia concibió el mío, merece quedar inmune de la desintegración que se produce en el sepulcro! Entonces mismo la Señora, acompañada y aclamada por infinidad de ángeles, subió a los eternos tálamos». (Jacopo de la Vorágine, en su Leyenda dorada) 

El dogma de la Asunción afirma que el cuerpo de María fue glorificado después de su muerte.El 1 de noviembre de 1950, al definir el dogma de la Asunción, Pío XII no quiso usar el término «resurrección» y tomar posición con respecto a la cuestión de la muerte de la Virgen como verdad de fe. La bula Munificentissimus Deus se limita a afirmar la elevación del cuerpo de María a la gloria celeste, declarando esa verdad «dogma divinamente revelado». (Juan Pablo II, 2 de julio 1997) 

Propuesta 

María fue la ganadora del oro entre todas las mujeres.

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