XX Domingo del Tiempo Ordinario

XX Domingo del Tiempo Ordinario
XX Domingo del Tiempo Ordinario

Yo soy el "Pan vivo"

XX Domingo del Tiempo Ordinario 

Evangelio 

Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo daré es mi carne por la vida del mundo». Disputaban los judíos entre sí: «¿Cómo puede este darnos a comer su carne?». Entonces Jesús les dijo: «El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día. Este es el pan que ha bajado del cielo: no como el de vuestros padres, que lo comieron y murieron; el que come este pan vivirá para siempre». Jn 6, 51-58

Comentario

Las lecturas de este domingo se concentran en los verbos comer y beber. Además, aparecen las palabras “pan” y “carne”, y ambas personalizadas por Jesucristo, quien se presenta como verdadero pan del cielo y como verdadera comida. En un lenguaje figurado, se aplican los efectos biológicos del comer y del beber a la vida espiritual, que se alimenta de la Palabra de Dios y de los sacramentos.

La necesidad de comer y de beber es existencial. Jesús aplica en su discurso esta perspectiva vital como ejemplo para decir lo que significa comulgar con su persona, con su humanidad. De ello va a depender la vitalidad de la fe en Él.

El que tiene hambre y sed busca la manera de satisfacer su necesidad, y si es preciso, mendiga. Por el contrario, los saciados permanecen instalados en su comodidad. Hay que tener sed y hambre de Dios y de su Palabra, mantenerse en actitud de búsqueda y si es preciso mendigar los sacramentos a la vez que darse de manera solidaria.

Propuesta

Es momento de aceptar la invitación que nos hace Jesús: “Tomad y comed, esto es mi cuerpo”. “Tomad y bebed, esta es mi sangre, que se ofrece para perdón de los pecados”.

Volver arriba