Nazaret - 1º de diciembre "San Carlos de Foucauld, patron de la Iglesia Sinodal" - 1º de diciembre aniversario de su muerte
Nazaret es la gran idea, la intuición, el descubrimiento del hermano Carlos. Es la idea que vertebra toda su vida
Jesús de Nazaret que, después de ser bautizado en el Jordán va al desierto y posteriormente, por un breve espacio de tiempo, anuncia el Reino de Dios, es el mismo que vivió la mayor parte de su vida en Nazaret
El hermano Carlos va descubriendo poco a poco cómo Jesús es salvador también desde Nazaret y en Nazaret: la vida de silencio y de trabajo de Jesús es redentora y es su primera manifestación
Para el hermano Carlos, Nazaret es la esperanza de los pobres porque el estilo de Nazaret implica acercarse a los pobres anunciándoles y proponiéndoles la Buena noticia, que de otra maneta tal vez no recibirían nunca
Nazaret es una manera de ser. Nazaret es el lugar del compartir, de la escucha y de la amistad
El hermano Carlos va descubriendo poco a poco cómo Jesús es salvador también desde Nazaret y en Nazaret: la vida de silencio y de trabajo de Jesús es redentora y es su primera manifestación
Para el hermano Carlos, Nazaret es la esperanza de los pobres porque el estilo de Nazaret implica acercarse a los pobres anunciándoles y proponiéndoles la Buena noticia, que de otra maneta tal vez no recibirían nunca
Nazaret es una manera de ser. Nazaret es el lugar del compartir, de la escucha y de la amistad
Nazaret es una manera de ser. Nazaret es el lugar del compartir, de la escucha y de la amistad
| José Luis Vazquez Borau
Está próxima a celebrarse el aniversario de la muerte de San Carlos de Foucauld, el 1º de diciembre, un motivo apropiado para meditar sobre su vivencia esencial: Nazaret.
Nazaret es la gran idea, la intuición, el descubrimiento del hermano Carlos. Es la idea que vertebra toda su vida. El hermano Carlos va comprendiendo poco a poco cuál es su lugar, y escribe durante el retiro de noviembre de 1897: “Considera que Nazaret es tu vida definitiva, tu reposo por todos los siglos”. La vida de Carlos de Foucauld, después de su conversión, estuvo marcada por la “imitación de su Bien Amado Señor Jesús”, siendo consciente de que la misión liberadora de Jesús de Nazaret la realizó el mayor tiempo de su vida en “Nazaret”, lugar donde creció, se cultivó y maduró como persona, etc. Esto quiere decir que para Foucauld las pequeñas cosas cotidianas de la vida de Nazaret son también “redentoras”. Pero, es más: El Jesús de Nazaret que, después de ser bautizado en el Jordán va al desierto y posteriormente, por un breve espacio de tiempo, anunciará el Reino de Dios, es el mismo que vivió la mayor parte de su vida en Nazaret. Es decir, los valores de Nazaret acompañan siempre a Jesús, ya esté en su pueblo, en el desierto o por las calles de Palestina predicando con el ejemplo de su vida y de su palabra. Tener conciencia de esto es importante para toda la comunidad de seguidores de Jesús de Nazaret.
Foucauld se centra también en la familia de Nazaret. En palabras del Papa Francisco, "la familia es constructora de paz, ya que la fraternidad se empieza a aprender en el seno de la familia, sobre todo gracias a las responsabilidades complementarias de cada uno de sus miembros, en particular del padre y de la madre. La familia es la fuente de toda fraternidad, y por eso es también el fundamento y el camino primordial para la paz, pues, por vocación, debería contagiar al mundo con su amor” (XLVII Jornada mundial de la Paz, 1 de enero de 2014). Por esto la Iglesia tiene que ser familia, fraternidad.
El hermano Carlos va descubriendo poco a poco cómo Jesús es salvador también desde Nazaret y en Nazaret: la vida de silencio y de trabajo de Jesús es redentora y es su primera manifestación. Divide la vida de Jesús en tres etapas: Nazaret, el desierto y el ministerio evangelizador. Estas tres etapas forman un todo dinámico y armónico de una misma acción salvadora y liberadora. Nazaret es el fundamento de las otras dos etapas del vivir de Jesús y de todos aquellos que le seguirán. Sin Nazaret no habría contemplación, ni combate en el desierto ni anuncio del Reino.
Nazaret no es otra cosa que descubrir la presencia de Dios en nuestra vida sencilla y pobre, y abrirle el corazón para escuchar su voz y descubrir su voluntad, como lo hizo Maria, el discreto José y como lo hizo el mismo Jesús. Nazaret nos habla de amor a las cosas pequeñas, de aceptación, de acogida, de comprensión, de pobreza auténtica, de consumo responsable, de opción auténtica por los valores de Jesús. Y todo esto desde nuestra cotidianidad
Para el hermano Carlos, Nazaret es la esperanza de los pobres porque el estilo de Nazaret implica acercarse a los pobres anunciándoles y proponiéndoles la Buena noticia, que de otra maneta tal vez no recibirían nunca. Nazaret "es una espiritualidad de relación en estas dos dimensiones, humana y divina: relación de amor con Dios, que se hizo en Jesús uno de nosotros, cuya presencia se encuentra sobre todo en la Eucaristía, relación de amor con hombres y mujeres, queriendo compartir toda su vida, en el lugar del servidor, para amar como Jesús, sin excluir a nadie, y en solidaridad con los más pobres. Esta es una imitación de la vida de Jesús, Jesús de Nazaret, Jesús en Nazaret, viviendo en las relaciones humanas más ordinarias una relación única con su Padre"(Antoine Chatelard, Charles de Foucauld: Le chemin vers Tamanrasset).
Nazaret es una manera de ser. Nazaret es el lugar del compartir, de la escucha y de la amistad. Nazaret es el silencio porque Nazaret es gritar la buena noticia sobre los tejados sin palabras, sin predicar. Nazaret es una manera de estar con los hombres y también una manera de estar con Dios.
ORACIÓN DE ABANDONO:
"Padre, me pongo en tus manos, haz de mi lo que quieras. Por todo lo que hagas de mi, te doy gracias. Estoy dispuesto a todo, lo acepto todo, con tal de que Tu voluntad. se haga en mí y en todas tus criaturas. No deseo nada más, Dios mío. Pongo mi alma entre Tus manos, te la doy, Dios mío, con todo el ardor de mi corazón porque te amo, y es para mí necesidad de amor el darme, el entregarme entre tus manos sin medida, con infinita confianza, porque Tu eres mi Padre".