Crisis de los menores no acompañados y extutelados Peio Sánchez: "La extrema derecha crecerá exigiendo la exclusión del acceso a los derechos para todos, para garantizar así los de algunos"

Estado de emergencia
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"La imagen de niños durmiendo entre cartones en las calles del corazón de Barcelona, junto a la plaza de Cataluña"

"La seguridad pública se limitará y la seguridad privada construirá urbanizaciones exclusivas amuralladas de las que ya hay miles en el planeta"

"La impermeabilización de las fronteras se verá más seriamente desbordada""L

"Los que habitamos en la ciudad oculta avisamos a los que habitan en la ciudad visible: visitad las alcantarillas y veréis dónde estáis construyendo vuestras seguras vidas"

La crisis en torno a los menores no acompañados y extutelados no es más que un grave síntoma de elección de las prioridades sociales. La sociedad, en sus personas y grupos sociales, tiene definidas unas preferencias que ya no se sostienen. Con la caída de la vivienda caerá la seguridad, la sanidad y los derechos humanos.

Nos llegó el escándalo con la imagen de un padre, Óscar, y su hija de 23 meses, Valeria, ahogados al intentar cruzar el río Bravo que separa México hacia Estados Unidos. La valoración: el cierre de Donald Trump de las fronteras atenta contra los derechos humanos. Sin embargo, la imagen de niños durmiendo entre cartones en las calles del corazón de Barcelona, junto a la plaza de Cataluña, recibe otro tratamiento. La valoración: hemos de impedir la llegada de más menores porque la situación es insostenible. Resumen: nadie cuestiona sus prioridades.

El último informe FOESSA presentado esta semana por Cáritas afirma: “En el peor momento de la crisis, la pobreza y la exclusión no solamente eran consecuencia de ella, sino de un modelo de sociedad que venía deteriorándose paulatinamente, aunque la progresividad de las reformas sociales que se han ido acometiendo a lo largo de las últimas décadas nos hubiera hecho creer que no dejábamos a nadie atrás. La crisis fue un hito más de ese deterioro. Y ahora, que llevamos varios años de crecimiento económico, podemos afirmar que el espacio de la integración social se ha recuperado, pero bajo un modelo más frágil y precario del que teníamos, que ya lo era”

Horizonte: el deterioro.  Crecerán los campamentos urbanos de los sinhogar a lo que ya están acostumbrados en muchas ciudades USA. La seguridad pública se limitará y la seguridad privada construirá urbanizaciones exclusivas amuralladas de las que ya hay miles en el planeta. La impermeabilización de las fronteras se verá más seriamente desbordada. La cuestión climática llevará a nuevos movimientos migratorios masivos. Las costuras de los servicios sociales en los estados que se mantienen en pie se reventarán progresivamente. La extrema derecha crecerá exigiendo la exclusión del acceso a los derechos para todos, para garantizar así los de algunos. No se trata de una visión apocalíptica sino de una proyectiva de continuidad de las tendencias que ya están presentes.

Menas en Barcelona

La definición política de las prioridades se limita a gestionar las urgencias visibles. La dificultad de acuerdos y las líneas rojas entre ideologías son síntoma de la ceguera de los protagonistas. El cortoplacismo de las políticas sociales anula la viabilidad de proyectos de fondo: renta garantizada de ciudadanía, parque público de vivienda, gobernanza internacional para abordar la situación de fallida de muchos estados-nación.

Los que vivimos cada día oteando las pobrezas severas de los que están en la calle, los menores enganchados a la cola, las mafias de tráfico de droga y de personas al servicio del turismo somos vigías que oteamos un horizonte que se nos viene encima. Los que habitamos en la ciudad oculta avisamos a los que habitan en la ciudad visible: visitad las alcantarillas y veréis dónde estáis construyendo vuestras seguras vidas.

La respuesta de la ciudadanía, la bondad de las personas, sigue siendo una luz que minimiza y atenúa el conflicto social. Muchos profesionales de servicios sociales, salud, seguridad y educación hacen de contención del abismo de desigualdad. Algunos políticos reconocen que abordamos una crisis de prioridades. Esto supone elegir unas sobre otras. El problema estriba en convencer de las importantes renuncias y austeridades que esto implica. Elegir es el problema.

Iglesia de Santa Ana, hospital de campaña

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