No ha sido un año muy destacable ni para el cine ni para el cine espiritual. La invasión de las plataformas y las series va erosionando no solo la calidad de los guiones sino también el estilo cinematográfico, la estética que lo acompaña y la veracidad de las interpretaciones. La implantación de la inteligencia artificial y sus efectos ahora ha llegando a cotas jamás conocidas y que pueden llevar de la representación de lo real a su suplantación.

Aunque entre tanta producción mediocre siempre surgen flores apreciables que muchas veces son pequeñas producciones que siguen teniendo a viejos cineastas como protagonistas. Por si fuera poco, como señal esta escasez, de las diez seleccionadas entre los estrenos del 2024, seis son originales del 2023.

1.     Yo capitán (2023) Matteo Garrone

Matteo Garrone es un director italiano que se ha ganado la fama de ser digno sucesor de los añorados neorrealistas asombrando con Gomorra (2008) y Dogman (2018).  Este film reconstruye, muy pegado a los hechos reales, el periplo de dos jóvenes senegaleses desde su tierra hasta llegar a Italia. Los sucesivos capítulos recogen los impulsos, las pruebas y la resistencia de los que emprenden el camino de la emigración. El punto de partida consiste la decisión de abrirse a un futuro contra la opinión de su entorno familiar y social. El tránsito nos descubre la oscuridad del mal en el rostro de los tratantes de personas con el dinero como signo de las nuevas esclavitudes. El desierto sembrado de muertos, las torturas y el secuestro serán la antesala del inmenso mar cruzado en un destartalado barco. Y en los protagonistas su inmenso coraje, la fuerza de su fe y unas pocas manos amigas.

2.     Perfect Days (2023) Wim Wenders

Un personaje extraño, un empleado de limpiar los váteres de Tokio es protagonista de la última ficción de Wenders. Lo que comenzó como un documental de la particular arquitectura de los aseos terminó siendo una loa a la vida sencilla, al trabajo bien hecho y al cuidado de las personas en este príncipe Myshkin japonés contemporáneo. De estilo minimalista y poético este monje-limpiador se convierte en maestro espiritual de los que le rodean. Wenders vuelve al estado de gracia que se completa con su más reciente documental, el sugerente “Anselm” sobre el artista Anselm Kiefer y su obra.

3.     Los que se quedan (2023) Alexander Payne

Ya este director griego-norteamericano con películas como Los descendientes (2011) o Nebraska (2014) nos mostró su capacidad de contar historias humanas sacando lo mejor de sus actores. Ahora es un panda de solitarios perdedores que se juntan durante las vacaciones de Navidad en un renombrado colegio americano de Barton. Un profesor en tanto amargado, un alumno díscolo y una cocinera en duelo forman una extraña amalgama donde el proceso de cada personaje, magníficamente interpretados, se abre a caminos de redención donde van de la mano el drama y la comedia. Tres personajes distintos para una familia de circunstancias en este cuento de Navidad sobre las oportunidades perdidas, las apuestas futuras y la resistencia a la tristeza.

4.     Cabrini. Una mujer italiana (2024) Alejandro Gómez Monteverde

Director mexicano Bella (2006) nos ofrece esta vez una superproducción sobre la vida de Francesca Cabrini, fundadora de las Hermanas Misioneras del Sagrado Corazón de Jesús. Enviada por el papa León XIII a Nueva York, donde la extrema pobreza de los inmigrantes italianos en la barriada de Five Points les hace necesarias.

5.     'La Quimera (2023) Alice Rohrwacher

Ganadora de la Espiga de Plata de la Seminci “La quimera” explora lo más profundo de los deseos humanos. Una banda de ladrones de tumbas y de tesoros arqueológicos permanece en la búsqueda del hallazgo que por fin les sacará de su miseria. Alice Rohrwacher directora entre lo sagrado y lo profano nos viene asombrando con sus fábulas cargadas de espiritualidad. Lazzaro feliz (2018) nos descubrió a una pensadora que sabe hacer cine en tono lírico y voz profética. Ahora se sumerge entre la vida y la muerte intentado asomarse al más allá a través de Arthur, un inglés entre italianos, que parece tener el don de descubrir los viejos tesoros pero no sabe como reencontrarse con su amada fallecida. Desenterrando mitos, buscando en la hondura desde la sencillez, esta película es como el hilo de Ariadna, un guía para desenterrar el laberinto de lo profundo.

6.     Jurado nº 2 (2024) Clint Eastwood

Eastwood con más de 50 películas como actor y director siguen en forma en esta drama judicial al estilo clásico. El dilema ético de un miembro del jurado que debe participar en la absolución o condena de un hombre acusado de un delito que no cometió y en cual el protagonista está definitivamente implicado. Pero lo que es una encrucijada personal lo es también de todo un  sistema en el que se pone a prueba que “La justicia es la verdad en acción”. El arco de los personajes (jurado, fiscal y abogada defensora) nos lleva a adentrarnos en lo tupida oscuridad de lo humano y los difíciles caminos de redención que exploran siempre las películas de este nonagenario maestro del cine. Y otra vez emerge esa melancolía pesimista que vimos en “Sin perdón” (1992), “Los puentes de Madison” (1995), “Mystic River” (2003) y “Million Dollar Baby” (2004) pero que siempre busca una salida de salvación.

7.     Dune. Parte 2 (2024) Denis Villeneuve

El director canadiense que ya fue reconocido por “La llegada” (2017) nos entrega la segunda parte, la primera se estrenó en el 2021, de su adaptación de la novela de ciencia ficción creada por Frank Herbert y que queda la espera de finalizar la trilogía. Presentados los personajes, Paul Atreides y los Fremen, ahora el relato de aventuras se despliega hacia la acción sin reservas. Las referencias filosóficas y religiosas son constantes. El esquema bíblico de un pequeño pueblo elegido que espera un mesías se convierte en el centro de la historia. El elegido se verá implicado en una serie de pruebas que sitúan el sacrificio redentor como fondo. Sin llegar a la belleza de la adaptación canónica de David Lynch de 1984 resulta un entretenimiento que da que pensar.

8.     “Los destellos” (2024) Pilar Palomero

La cineasta y escritora aragonesa de “La maternal” (2022) y “Las niñas” (2020) nos ha sorprendido superándose en su tercera película. Una reflexión ante la muerte abriéndose a los destellos de la vida. Basada en el texto de Eider Rodríguez, Un corazón demasiado grande, cuenta la historia de una mujer cuya hija le pide ayuda para cuidar de su padre desahuciado por la enfermedad y que a la vez fue pareja de la protagonista. En esta extraña tesitura la directora se adentra con sutileza y ternura en el corazón de los personajes donde la compasión supera con mucho la pasión y la gratuidad se abre paso en la oscuridad de la enfermedad terminal. Filmada desde la austeridad de la palabra y los sentimientos alcanza una profundidad espiritual que se hace desde los silencios, las miradas y la luz que se cuela por las rendijas del alma. Una pequeña delicia que anima a creer que hay buena gente y resplandor más allá de la muerte.

9.     “Que la fiesta continúe” (2023)  Robert Guédiguian

Director francés y inasequible al desaliento como buen armenio nos vuelve a dar una inyección de esperanza como hizo en “De todo corazón” (1998) y “La nieves del Kilimanjaro (2011). Rosa, otra mujer protagonista, tiene una trayectoria sindical y política un tanto frustrada por la incapacidad de la izquierda de hacer frente común. El derrumbe de un edificio de Marsella mata a ocho personas y deja a muchos en el desamparo. La hija de Rosa, directora de coro, prepara una representación para denuncia el abuso urbanístico y apoyar a las víctimas. Su madre se implica, lo que le lleva a conocer a Heri, su futuro consuegro. Cine de denuncia social pero con un resorte más allá de lo político que alcanza lo personal. No son las luchas, imprescindibles y tantas veces derrotas, sino el amor entre las personas el que sostiene resistir en la esperanza. Y allí está esta película que trasmite una alegría que ninguno puede quitar.

10. “Una madre de Tokio” (2023) Yoji Yamada

Yamada es un clásico del cine japonés que se dio a conocer mundialmente con su “Trilogía del samurái”. Últimamente su mirada humanista se ha posado especialmente sobre la familia con títulos como “Kabei, nuestra madre” (2008) o “Una familia de Tokio” (2013).  Con 93 años dirige esta nueva entrega mezclando nuevamente el drama y el humor en la historia de un ejecutivo que ha perdido la ilusión de vivir: asqueado de su trabajo, en proceso de divorcio y alejado de su hija. Todo un paradigma de la generación utilitarista. Pero una visita a su madre le cambia el horizonte, la sencillez solidaria de su vida le va desarmando al comprobar la distancia de perspectivas. Nos viene a recordar una obra maestra del Zang Yimou “El camino a casa” donde los viejos ayudan a los jóvenes a vivir con nueva ilusión. Palabra de abuelo.