Comerte es ser por Tí comido Ni negar la comunión, ni escandalizarse
¿Quién soy yo para excluir a nadie?
| Juan Masiá SJ
Estaba un servidor ensimismado con el tema siguiente en este blog unamuniano: comer el Pan de Vida es ser comido por el Aliento de Vida,!...pero me interrumpen “amistades linked in” con cariñosa amonestación por e-mail:
“¿Qué te pasa, Juan, olvidaste la bioética y las cuestiones fronterizas?¿A qué viene tanto post de poesía y espiritualidad? No decepciones a tus fan que quieren saber qué opinas de la prohibición de comulgar por condición homosexual...”
Gracias amigos/as por seguir leyendo el blog, aunque no baile al ritmo del día. Precisamente iba de comunión el esbozo de esta semana comentando una frase eucarística de [san] Miguel de U. . : “... es comerte ser por Tí comido”, (Cristo de Velázquez, I, 22) ,
Me sorprende la prohibición de la comunión por la condición homosexual de la persona civilmente casada. A estas alturas ya deberíamos haber asimilado las enseñanzas del Papa Francisco en Amoris laetitia.
Me sorprende aún más que se trate como cuestión política o como cuestión ética o como cuestión de normativa canónica, lo que es una cuestión de conciencia y de fe, en la que nadie tiene derecho a sustituir la decisión personal y el discernimiento responsable, porque vulneraría el respeto a la conciencia y a la dignidad de la persona como persona y como creyente bautizada.
A quienes tratan la causa como cuestión política habrá que avisarles del peligro de intervenir en la libertad religiosa.
A quienes se escandalizan habrá que avisarles de que “no juzguen y no serán juzgados”, “misericordia quiero y no holocaustos”.
Y a quienes se acogen a “normativas canónicas” habrá que decirles que “de internis neque ecclesia”, que nadie tiene derecho a negar la comunión. Y que eso de que es condicion para recibirla estar en estado de gracia... ¿Quién es usted (sea cura u obispo) para presuponer que esta perssona no lo está?...
Además, antes de comulgar, todos rezamos la frase evangélica : Señor no soy digno . Esa oracion es un reconocer que no somos dignos, y dejarnos acoger. Como dice el papa Francisco, no vamos a recibir un premio sino una medicina.
Pero reconozcamos que la Iglesia tiene la gran asignatura pendiente de reformar las sequelas de la juridificación canónica de los sacramentos (hay que sacar los sacramentos fuera del derecho canónico, como repetía en los cursos de formación permanente el teólogo Adolfo Nicolás), hay que reformar la enseñanza sobre la penitencia y el matrimonio. Lamentablemente el fracaso del Sínodo de la sinodalidad nos muestra lo difícil que es la reforma de la iglesia (“misión imposible” incluso para el Papa Francisco, que no consigue suprimir las estructuras de exclusión dentro de la iglesia).
Ahora con motivo del Año Santo hablamos de esperanza, pero... de hecho se siguen usando metáforas jurídicas y comerciales para hablar de indulgencias, y cuando se habla de las “condiciones para ganarlas” volvemos a hacer una catequesis inapropiada sobre confesión y comunión...
Por eso no se extrañen mis amigos y amigas del blog de que no me apetezca hablar de teología moral y prefiera rezar con el Cristo de Velázquez y ... ¿qué hacer para evitar el pesimismo eclesial? Pues... como Don Quijote, poetizar y tratar de ser buenas personas, ahora que uno se acerca al final de la jornada, eso es lo que queda: se misericordioso y metaforiza, que algo queda...
Apéndice: Podemos meditar los siguientes Kôan de[san Miguel de U.]
Cordero blanco del Señor, que quitas
los pecados del mundo y que restañas
la sangre de Caín con la que corre
de tu hendido costado... (CV I, 16)
Por Tí comulga Dios con sus mortales (CV, 17)
Y hay en el vino de tu sangre, oh Cristo,
agua también de cumbre y sin mancilla,
licor de vida que la sed apaga
para siempre jamás a quien la bebe
Y vuelve en su dentro manadero
que le da un sempiterno revivir (CV 18)
Es comerte ser por Tí comido (CV I, 22)