El Papa pide dejar de lado la lógica del "no hay nada más que hacer" Francisco reivindica la Resurrección frente a las "tumbas selladas" de "nuestras desilusiones, nuestras amarguras y nuestra desconfianza"

Francisco, durante la Vigilia Pascual
Francisco, durante la Vigilia Pascual

El pontífice celebra la Vigilia Pascual con una llamada a superar el "las cosas no cambiarán nunca" en un mundo en el que "prevalecen las leyes del más astuto y del más fuerte"

"Por estas u otras situaciones, nuestros caminos se detienen frente a las tumbas y permanecemos inmóviles llorando y lamentándonos, solos e impotentes, repitiéndonos nuestros por qué"

"A veces también nosotros pensamos que la alegría del encuentro con Jesús pertenece al pasado, mientras que en el presente vemos sobre todo tumbas selladas: las de nuestras desilusiones, nuestras amarguras y nuestra desconfianza"

Esperanza. Esa es la palabra que cruza toda la homilía que el papa Francisco preparó para una Vigilia Pascual en la que convocó a la reflexión para superar las que llamó las "tumbas selladas" de las desilusiones, amarguras y desconfianzas. El papa lamentó así que en el mundo "prevalecen las leyes del más astuto y del más fuerte", al encabezar en el Vaticano la vigilia de Pascua.

"A veces simplemente hemos experimentado la fatiga de llevar adelante la cotidianidad, cansados de exponernos en primera persona frente a la indiferencia de un mundo donde parece que siempre prevalecen las leyes del más astuto y del más fuerte", planteó el pontífice durante la celebración de este sábado en la Basílica vaticana.

Francisco, con el cirio pascual
Francisco, con el cirio pascual captura de pantalla

Cáncer de la corrupción

En su homilía de hoy, el Papa enumeró como, "otras veces, nos hemos sentido impotentes y desalentados ante el poder del mal, ante los conflictos que dañan las relaciones, ante las lógicas del cálculo y de la indiferencia que parecen gobernar la sociedad, ante el cáncer de la corrupción, ante la propagación de la injusticia, ante los vientos gélidos de la guerra".

Francisco, de 86 años, no pudo presidir este viernes el tradicional Via Crucis para preservar su salud del "frío intenso" que atraviesa estos días a Roma, en el marco de la bronquitis por la que hace solo una semana fue internado tres noches en el hospital Gemelli de Roma, según indicó el Vaticano.

Francisco, en la Vigilia Pascual
Francisco, en la Vigilia Pascual captura de pantalla

Este sábado, como es costumbre desde 2022 por los problemas en su rodilla derecha, el Papa entró en la Basílica en silla de ruedas, mientras dentro unos 6.000 fieles contemplaban en oscuras el tápiz expuesto de "La resurrección", hecho en 1783-1784 con hilo de plata dorado sobre la pintura de Anthony van Dyck.

Así, según el Papa "incluso, quizá nos hayamos encontrado cara a cara con la muerte, porque nos ha quitado la dulce presencia de nuestros seres queridos o porque nos ha rozado en la enfermedad o en las desgracias, y fácilmente quedamos atrapados por la desilusión y se seca en nosotros la fuente de la esperanza".

Inmóviles e impotentes

"De ese modo, por estas u otras situaciones, nuestros caminos se detienen frente a las tumbas y permanecemos inmóviles llorando y lamentándonos, solos e impotentes, repitiéndonos nuestros por qué", profundizó luego.

Procesión en San Pedro
Procesión en San Pedro captura de pantalla

Con un marcado tono teológico, el Papa dedicó la homilía de este sábado a animar a los creyentes a recordar el momento en el que se volcaron a la religión católica. "A veces también nosotros pensamos que la alegría del encuentro con Jesús pertenece al pasado, mientras que en el presente vemos sobre todo tumbas selladas: las de nuestras desilusiones, nuestras amarguras y nuestra desconfianza", precisó en esa dirección.

Así, el Papa enumeró dentro de esas situaciones a "las del no hay nada más que hacer, las cosas no cambiarán nunca, mejor vivir al día porque no hay certeza del mañana". "También nosotros, cuando hemos sido atenazados por el dolor, oprimidos por la tristeza, humillados por el pecado; cuando hemos sentido la amargura de algún fracaso o el agobio por alguna preocupación, hemos experimentado el sabor acerbo del cansancio y hemos visto apagarse la alegría en el corazón", sostuvo en esa línea.

Procesión de la Vigilia Pascual en San Pedro
Procesión de la Vigilia Pascual en San Pedro captura de pantalla

Misa de Pascua y Bendición Urbi et Orbi

Tras la Vigilia de hoy, Francisco tiene previsto encabezar mañana la misa del denominado día de la Resurrección desde las 10 locales y luego, al mediodía, impartirá desde la Basílica de San Pedro la bendición Urbi et Orbi (A Roma y al mundo), en la que se referirá a los distintos conflictos abiertos a nivel mundial.

Ayer, en ese contexto, el Via Crucis estuvo centrado en las "voces de paz en un mundo de guerra", que dejaron entrever las principales preocupaciones del Vaticano en cuanto a conflictos en el mundo. A lo largo de las catorce estaciones se escucharon diversos testimonios que reflejaron realidades de personas en situaciones de migración, guerra o conflictos y que fueron recolectadas por el Papa por todo el mundo.

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