Nunca es demasiado tarde para dar la bienvenida a la vida

Cuando tenía doce años Irene Villa sufrió un atentado terrorista, en el que perdió las dos piernas y tres dedos de una mano. Ahora ha publicado el libro “Nunca es demasiado tarde para dar la bienvenida a la vida”. En él relata las vivencias de siete personas cuya vida dio un vuelco dramático.

Los protagonistas de este libro fueron capaces de renacer y empezar de nuevo, a pesar de sus limitaciones. De aprovechar sus segundas oportunidades.

La narración de sus experiencias invita a superar las dificultades y apostar por la VIDA.

Destaco algunas de las ideas expresadas por Irene Villa en la entrevista que le hizo ABC.es:

“Me dedico a dar energía positiva y creo que se llega más con una novela que con un libro de autoayuda”.

“Se trata de ayudar a la gente después de que me ayudaron a mí en los peores momentos.

“La mejor recompensa a toda una vida de lucha, de esfuerzo y sacrificio ha sido mi hijo…Le quiero dar las herramientas necesarias para vivir y con eso me quedo tranquila. No quiero darle regalos materiales sino que aprenda a tener amor, a perdonar, a enamorarse”.

Respecto a la doctrina Parot: “He sentido un poco de dolor, como todos los españoles. Pero, como yo he perdonado, me da igual que estén en la cárcel o fuera de la cárcel porque esas muertes van a quedar sobre su conciencia el resto de sus vidas…Creo que si se arrepienten merecen una segunda oportunidad”.

“Quiero que me quiten el título de víctima de ETA porque afortunadamente hace años que dejé de dedicarme al debate antiterrorista. No me hizo ningún bien, yo no tengo nada que ver con la política. Lo mío es la psicología, el deporte, la superación y el coaching”.

Lo que más admiro del relato de Irene Villa es que muestra que el revés del destino de esas personas fue la palanca que les impulsó a una vida más plena y más feliz. Y me parece una magnífica lección que he querido compartir contigo.
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