Si seguimos contentándonos con las cosas pequeñas nunca seremos capaces de realizar las grandes. Lo escribe el cardenal Gianfranco Ravasi en ”La luz de la mañana”.
Sea cual sea nuestra edad, nuestra cultura, nuestra historia, o nuestras circunstancias todos los seres humanos tenemos en común un interrogante sobre el
sentido de nuestra existencia; una necesidad de
realización personal; una sed de
vida en plenitud.
El corazón humano desborda de deseos y de aspiraciones. Estamos llamados a decidir las aspiraciones que ponemos en primer lugar. A nosotros nos toca
discernir entre tantas voces interiores.
“
La vida no tiene que ser un lamento estático, una atroz resignación, una pesadilla a la que plegarse, sino una búsqueda, una carrera, un vuelo. Hay en nosotros extraordinarias posibilidades, una apertura natural hacia lo alto, la belleza, la gratuidad, el misterio, lo divino. Debemos tratar de evadirnos del perímetro de nuestra jaula, aunque sangremos. Si seguimos contentándonos con las cosas pequeñas nunca seremos capaces de realizar las grandes”.