Políticos, altos funcionarios y grandes empresas o instituciones tienen secretarias y ayudantes que les llevan la agenda y preparan los proyectos para presentar y gestionar los proyectos pagados por la CE. Los agricultores y ganaderos quienes, al regresar a casa después de pasar el día en el campo y en las granjas, deben de llevar el libro porque si ya producen a perdida pagar a alguien para que les lleve el libro sería la ruina completa. Son ellos, al regresar del campo o de la granja, quienes tienen que apuntar en el libro qué oveja parió, en qué parcela derramó dos cisternas de orines, cuantos corderos vendió, a cuantos cerdos tuvo que inyectar y qué les ha inyectado, llamar la “funeraria de animales” y cuantos se ha llevado, a qué hora y de qué se ha muerto cada uno de ellos. Si somos lo que comemos, como dicen ahora, los europeos no nos dividiremos en proletarios y patrones, ricos y pobres, sino en PUROS, los burócratas de Bruselas y sus adyacentes que podrán comer los productos europeos muy caros, e IMPUROS, la gente de a pie que comerá productos producidos en países terceros en condiciones insalubres y detestables.