Cosas de la burocracia municipal, un día antes del descubrimiento del cadáver El canónigo asesinado, enterrado en el cementerio de Valencia
La policía, cuentan, analiza pen drivers, memorias informáticas y dos teléfonos móviles de la víctima. Una memoria y un teléfono que guardaba en la capilla de la vivienda habitualmente cerrada con llave, que parece contienen bastante información por si les fuera de interés para las investigaciones que sigue desarrollando en busca de otros individuos relacionados con el crimen
Hay quienes se preguntan aún si habrá funeral y entierro oficial del canónigo emérito de la catedral de Valencia, Alfonso López Benito, tal y como ha sido costumbre hasta ahora en el Cabildo Catedralicio, pues no ha trascendido ningún anuncio, ni noticia al respecto.
A falta de que la fuente resistente del Arzobispado de Valencia informe sobre este tema, hay que ir vadeando el oficialismo y acudir a otros lugares más transparentes para saber algo de lo ocurrido.
Que el canónigo asesinado está ya enterrado es seguro. Así se puede averiguar visitando la web del Ayuntamiento de Valencia dedicada a la localización de difuntos enterrados en el término municipal de la ciudad. Consta como seguro que fue inhumado en el Cementerio General de Valencia. Hay un dato extraño, que puede deberse a algún error funcionarial o de la funeraria que atendió el entierro, pues la inhumación la fija el 22 de enero, día de san Vicente mártir, cuando el cadáver fue descubierto el 23 de enero. La equivocación puede deberse a confundir la fecha del óbito con la del sepelio.
Tal y como están las cosas en Palacio, no se sabe si en el entierro de la víctima se ha cumplido lo normado en los Estatutos del Cabildo de la Catedral y el Reglamento de la Hermandad Canonical para con su emérito López Benito. A ser asistido en “las exequias y sepultura en el panteón canonical, así como en los sufragios según lo previsto en el Reglamento”. Ni de su funeral y entierro han dado cuenta Arzobispado, ni Cabildo Catedralicio, como hacen siempre de cualquier canónigo. Todo hace pensar que no ha habido o que este sacramental se ha hecho muy en privado.
Los medios de comunicación siguen hablando una semana después lo normal es tratar el tema tres días- de historias hijuelas del suceso que ha conmovido la Iglesia en Valencia. La policía, cuentan, analiza pen drivers, memorias informáticas y dos teléfonos móviles de la víctima. Una memoria y un teléfono que guardaba en la capilla de la vivienda habitualmente cerrada con llave, que parece contienen bastante información por si les fuera de interés para las investigaciones que sigue desarrollando en busca de otros individuos relacionados con el crimen.
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