Sistach, Scola y el "Barça-Milan" del martes

Martes, 12 de febrero. 20,45 horas. Camp Nou. Partido de vuelta de los octavos de final de la Champions League entre el F.C. Barcelona y el A.C. Milan, con ventaja para los italianos merced al dos a cero de la ida. Un partido que ningún aficionado de los dos equipos se puede perder. ¿Ninguno? Al menos dos de ellos no podrán verlo. Y uno, además, tiene posibilidades de no poder volver a pisar el palco de San Siro.

Martes, 12 de febrero, 19 horas. Capilla Sixtina
. Los cardenales encerrados en Cónclave han votado por primera vez. Fumata negra. A la vuelta, en dirección a la Casa Santa Marta, dos purpurados caminan cabizbajos. Saben que van a llegar a sus modestas habitaciones, que cenarán y que después de los rezos se irán a dormir sin saber quién es el sucesor de Pedro... ni cómo han quedado sus dos equipos.

Los cardenales de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, y Milán, Angelo Scola, son dos auténticos futboleros. Y no esconden su pasión, el primero por el Barça y el segundo por el equipo de Berlusconi. En las últimas horas, sus allegados han comentado, entre risa, el disgusto que se han llevado al advertir que no podrán ver el partido decisivo... ¡a no ser que haya un Papa en primera votación!

Y, claro, que no sea uno de los dos. Y Scola será uno de los candidatos que más sufragios obtenga en la votación del martes, pero eso lo contaremos mañana...

El caso es que las medidas de seguridad, y el juramento de silencio y reserva impiden a los cardenales comunicarse, de ningún modo, con el exterior. Evidentemente, no hay televisión ni radio ni móviles en sus habitaciones. Pero tampoco la posibilidad de una breve llamada para saber el resultado, o pedir a alguno de los sirvientes -que también juran silencio- dicha información. "Extra Omnes", también para el fútbol.

Confiemos. En que el cónclave sea corto, que el Barça pase la eliminatoria y alguien recuerde grabar el partido al cardenal Sistach. A Scola tal vez ni le haga falta.

PD: visto el resultado de algunos comentarios del post anterior (donde jamás insinué que el cardenal Rouco hacía mal por ir a cenar a La Carbonara, donde por aventurada casualidad también estaba cenando un servidor), me permito advertir que este post está escrito en tono jocoso... Aunque es cierto que ambos han afirmado que lamentarán perderse el encuentro. Dicho esto... Visca el Barça, y Visca el Papa¡
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