En una comunicación a los periodistas, la Oficina de Prensa de la Santa Sede informó que, a su regreso del Santuario de Santa Ana de Beaupré, donde celebró la santa misa, el Santo Padre se detuvo para encontrarse con los invitados del centro de acogida y espiritualidad Fraternité St Alphonse.
Acogido en el jardín del centro por los huéspedes permanentes y los que frecuentan habitualmente el centro, un total de unas 50 personas, entre las que se encuentran ancianos, personas que sufren diversas adicciones y enfermos de VIH/SIDA, y por el director responsable, el padre André Morency, el Papa conversó informalmente con ellos, escuchando sus historias y recogiendo sus oraciones.
Al final, al saludarles, les regaló un icono de la Virgen "Santísima Señora de Jerusalén". De fabricación religiosa moderna, este icono de la Theotokos (Madre de Dios) es muy popular entre los peregrinos de Tierra Santa porque el original está colocado en un venerado altar dentro de la iglesia de la Asunción de María, que se celebra litúrgicamente el 15 de agosto.
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