"Porque quiero creer infinitamente en él y en su providencia" (S. Francisco de Asís) ♡ Dios mío, Padre Mío ¡Dime, ¿Qué es el Amor?
¡Y esto es el Evangelio!Que no creamos en la utopía del Evangelio,Si no que Jesús de Nazaret es EvangelioY nosotros somos Evangelio.¡Sí somos como Jesús!¡¡Sí, somos como Jesús!!
| Alfonso Jesús Olaz
♡ Dios mío, Padre Mío ¡Dime, ¿Qué es el Amor?
¿Cómo es?
¿Qué haré para encontrarlo?
Dónde se encuentra.
¡En este mundo creado por ti! Y roto por nosotros...
¡Señor! ¡Cuando me encuentre con Él! Haz que lo reconozca
"Porque quiero creer infinitamente en él y en su providencia" (S. Francisco de Asís)
Y si así lo creo, desde la radicalidad de la confianza, se cumplirá lo que creo.
Para sabiendo que es Él
Mi espíritu se funda en él
Y ya nada me, preocupe con él.
¡Ni, cómo hablarle, o pensarle, sentirle!
Y disolviéndome en él, ser ya Él, sin miedo, en su quietud y armonía.
Señor, Tú me has hablado muchas veces, Y tu misericordia no tiene fin
¡Hijo mío! Cuántas veces me he asomado a tu puerta
He entrado en tu casa y te has hecho: ciego, sordo y mudo.
Y en los incendios de tu vida...
Y en tus naufragios…
¡Allí estaba yo contigo!
Tendiéndote mis brazos para protegerte de las llamas
¿Cómo es?
¿Qué haré para encontrarlo?
Dónde se encuentra.
¡En este mundo creado por ti! Y roto por nosotros...
¡Señor! ¡Cuando me encuentre con Él! Haz que lo reconozca
"Porque quiero creer infinitamente en él y en su providencia" (S. Francisco de Asís)
Y si así lo creo, desde la radicalidad de la confianza, se cumplirá lo que creo.
Para sabiendo que es Él
Mi espíritu se funda en él
Y ya nada me, preocupe con él.
¡Ni, cómo hablarle, o pensarle, sentirle!
Y disolviéndome en él, ser ya Él, sin miedo, en su quietud y armonía.
Señor, Tú me has hablado muchas veces, Y tu misericordia no tiene fin
¡Hijo mío! Cuántas veces me he asomado a tu puerta
He entrado en tu casa y te has hecho: ciego, sordo y mudo.
Y en los incendios de tu vida...
Y en tus naufragios…
¡Allí estaba yo contigo!
Tendiéndote mis brazos para protegerte de las llamas
Y sacarte del infierno del hombre.
En la tempestad, con sus truenos, relámpagos y granizos,
En la tempestad, con sus truenos, relámpagos y granizos,
ordenándoles para que no te dañaran.
¡Yo estaba ahí,!
Dejándome agarrar a mi cuello.
¡Yo estaba ahí,!
Dejándome agarrar a mi cuello.
Ordenando a las fuertes lluvias que te dieran un respiro,
para que no te ahogaras y el viento de alta mar no te devorara.
¡Hijo mío, Cuántas veces me has negado!
En el pobre de la calle, enfermo mental y con sida
En la mala contestación al pasajero del autobús.
En las prisas por disfrutar del amor
¡Hijo mío, Cuántas veces me has negado!
En el pobre de la calle, enfermo mental y con sida
En la mala contestación al pasajero del autobús.
En las prisas por disfrutar del amor
En el cansancio y el desánimo de tus hermanos.
En borrar la sonrisa al que guardaba la esperanza
Anular el pensamiento de la risa al que buscaba la sonrisa.
Y al que Dios se la dio en su mañana para que tú,
En borrar la sonrisa al que guardaba la esperanza
Anular el pensamiento de la risa al que buscaba la sonrisa.
Y al que Dios se la dio en su mañana para que tú,
se la quitaras en su mediodía.
Haciendo de la canallada de la broma la tristeza más profunda del pobre.
Haciendo de la canallada de la broma la tristeza más profunda del pobre.
Del pobre, hecho hombre,
del mismo hijo de Dios que se hizo pobre en tu hermano.
No para que lo castigaras más por su pobreza
Si no que lo sacaras de la pobreza inmediatamente.
Porque es tu hermano, tu padre, tu madre, tu mujer, tu hijo, Tu amigo.
¡Y esto es el Evangelio!
Que no creamos en la utopía del Evangelio,
Si no que Jesús de Nazaret es Evangelio
Y nosotros somos Evangelio.
¡Sí somos como Jesús!
¡¡Sí, somos como Jesús!!
Cómo él quiere que así sea.
¡Todos ellos no te han maldecido!
Han orado por TI, porque nada han pensado, ni dicho.
Y en su silencio
Han hecho la plegaria que él siempre la escucha-
La plegaria de los pobres.
¡Hijo mío!
Cómo te voy a condenar.
Si ninguno de estos lo ha hecho.
Cómo te voy a rechazar
Si yo estaba en medio de ellos
¡Si yo soy cada pobre que hay en ellos!
¡Levántate amigo! Ve a la casa de tu Padre.
Dale gracias, porque hoy te ha vuelto a llamar
Y le has escuchado.
¡Dale gracias por todo!
Atiende a tus hermanos
Vive como el hijo que eres de Dios.
Yo te enseñaré a amar
Para que amando muestres al amor verdadero
Que es Paz, Alegría y Evangelio.
No para que lo castigaras más por su pobreza
Si no que lo sacaras de la pobreza inmediatamente.
Porque es tu hermano, tu padre, tu madre, tu mujer, tu hijo, Tu amigo.
¡Y esto es el Evangelio!
Que no creamos en la utopía del Evangelio,
Si no que Jesús de Nazaret es Evangelio
Y nosotros somos Evangelio.
¡Sí somos como Jesús!
¡¡Sí, somos como Jesús!!
Cómo él quiere que así sea.
¡Todos ellos no te han maldecido!
Han orado por TI, porque nada han pensado, ni dicho.
Y en su silencio
Han hecho la plegaria que él siempre la escucha-
La plegaria de los pobres.
¡Hijo mío!
Cómo te voy a condenar.
Si ninguno de estos lo ha hecho.
Cómo te voy a rechazar
Si yo estaba en medio de ellos
¡Si yo soy cada pobre que hay en ellos!
¡Levántate amigo! Ve a la casa de tu Padre.
Dale gracias, porque hoy te ha vuelto a llamar
Y le has escuchado.
¡Dale gracias por todo!
Atiende a tus hermanos
Vive como el hijo que eres de Dios.
Yo te enseñaré a amar
Para que amando muestres al amor verdadero
Que es Paz, Alegría y Evangelio.