Addendum -16-V-2018-
Addendum a las reflexiones de ayer, tituladas El ánimo por los suelos.
Ayer cerraba con dos adjetivos: Descorazonador, pero canallesco. Lo sigo del mismo modo calificando.
Esta mañana, una de las noticias era que el alcalde Sabadell había recibido a las familias de los “matones”, intrépidos “gudaris”, de Alsasua, para apoyarlas, darles ánimos y parabienes.
A la vista de ello, y sin cambiar un ápice los adjetivos de ayer. me digo que no es cosa de encorajinarse y perder la serenidad. No es para tanto, si se piensa que llueve sobre mojado..
Sólo es cosa de remedar el verso genial con que Lope de Vega abordaba en su tiempo la revuelta Letras, diciendo en el verso de su El nuevo arte de hacer comedias lo mismo que él decía aunque aplicado a este otro respecto: y puesto que el pueblo es necio demos al pueblo lo que el pueblo quiere…. Y como además, y se atribuye a la Biblia, “el número de los necios es infinito”, que haya un necio más…. Tampoco es tanto. Y todavía más, que en esta colosal sinrazón catalana haya un episodio más tampoco muta la especie, si –como se asegura- cada pueblo tiene los gobernantes que se merece. Por todo eso…
¿Para qué hacerse mala sangre con las subnormalidades o las conjuras de los idiotas…..?. Creo sinceramente que no merece la pena, si no se quiere caer en la trampa de sus maliciosos cálculos.
Lo malo, sin embargo, lo triste, lo asombroso e indescriptible, lo que da pena y más sorprende y hace pensar, es que –en toda esta sinrazón- haya tenido bastante que ver la Iglesia; en esta anti-humana fractura social de la que son artífices, por lo menos ideológicos o amparadores, curas, frailes, monjas y, por supuesto, algunos obispos de Cataluña.
Lamentable todo el “affaire”, como quiera que se le mire, desde planos humanos y también cristianos.
Pero, como en el caso del tonto que va siguiendo un camino y, cuando se acaba el camino, el tonto sigue, hagámonos a esperar otros episodios del esperpento. Con calma y flema, eso si, y sin salirse de madre (SPO, el 16-V-2018)
Ayer cerraba con dos adjetivos: Descorazonador, pero canallesco. Lo sigo del mismo modo calificando.
Esta mañana, una de las noticias era que el alcalde Sabadell había recibido a las familias de los “matones”, intrépidos “gudaris”, de Alsasua, para apoyarlas, darles ánimos y parabienes.
A la vista de ello, y sin cambiar un ápice los adjetivos de ayer. me digo que no es cosa de encorajinarse y perder la serenidad. No es para tanto, si se piensa que llueve sobre mojado..
Sólo es cosa de remedar el verso genial con que Lope de Vega abordaba en su tiempo la revuelta Letras, diciendo en el verso de su El nuevo arte de hacer comedias lo mismo que él decía aunque aplicado a este otro respecto: y puesto que el pueblo es necio demos al pueblo lo que el pueblo quiere…. Y como además, y se atribuye a la Biblia, “el número de los necios es infinito”, que haya un necio más…. Tampoco es tanto. Y todavía más, que en esta colosal sinrazón catalana haya un episodio más tampoco muta la especie, si –como se asegura- cada pueblo tiene los gobernantes que se merece. Por todo eso…
¿Para qué hacerse mala sangre con las subnormalidades o las conjuras de los idiotas…..?. Creo sinceramente que no merece la pena, si no se quiere caer en la trampa de sus maliciosos cálculos.
Lo malo, sin embargo, lo triste, lo asombroso e indescriptible, lo que da pena y más sorprende y hace pensar, es que –en toda esta sinrazón- haya tenido bastante que ver la Iglesia; en esta anti-humana fractura social de la que son artífices, por lo menos ideológicos o amparadores, curas, frailes, monjas y, por supuesto, algunos obispos de Cataluña.
Lamentable todo el “affaire”, como quiera que se le mire, desde planos humanos y también cristianos.
Pero, como en el caso del tonto que va siguiendo un camino y, cuando se acaba el camino, el tonto sigue, hagámonos a esperar otros episodios del esperpento. Con calma y flema, eso si, y sin salirse de madre (SPO, el 16-V-2018)