15 de mayo, celebración del Día del Mundo Rural Manifiesto MRC: "Sigamos apostando por una vida donde el cuidado de los demás sea un valor esencial de las personas"
Como se viene haciendo desde hace muchos años, el 1 de mayo en la agenda de los militantes del Movimiento Rural Cristiano en Extremadura es día de festejo
Unas 70 personas se dieron cita en la ermita de Nuestra Señora de Sopetrán, en Almoharín (Cáceres). La mayoría, militantes del MRC; pero también un grupo de personas migradas (procedentes de Colombia, Perú, Bolivia…)integradas en distintos pueblos extremeños
| Movimiento Rural Cristiano en Extremadura
Como se viene haciendo desde hace muchos años, el 1 de mayo indica en la agenda de los militantes del Movimiento Rural Cristiano en Extremadura un día alegre de encuentro, formación, celebración, compartir y festejar.
Este año, unas 70 personas se dieron cita en la ermita de Nuestra Señora de Sopetrán, en Almoharín (Cáceres). La mayoría, militantes del MRC; pero también participó un grupo de personas migradas (procedentes de Colombia, Perú, Bolivia…)integradas en distintos pueblos extremeños.
Una primera parte del encuentro recogió testimonios de militantes que expusieron experiencias de cuidado pastoral de los pueblos, desde la inserción plena en la vida de la gente; de acogida e integración de migrantes en las comunidades que les sirven de punto de referencia, con mención especial a un documento reciente sobre el tema, de la Conferencia Episcopal; de cuidado y atención a la casa común, la naturaleza, desde la parroquia y el movimiento. Distintos rostros que sirven para dar visibilidad al lema de la jornada: “Cuidado de las personas, cuidado de los pueblos”.
Posteriormente se celebró la eucaristía, en la ermita, presidida por el obispo de Plasencia, don Ernesto Brotóns. En su homilía resaltó la importancia de los cuidados, que no son actividades concretas, sino una actitud de vida, con la que intentamos seguir los pasos de Jesús, buen pastor, buen samaritano, ungido de Dios. El papa Francisco, dijo, afirma que nuestra sociedad necesita una verdadera cultura del cuidado, lo que implica un cambio de paradigma, al servicio del bien común. Hemos de cuidar y dejarnos cuidar.
Se dio paso luego al momento de la comida compartida, con una auténtica degustación de productos de la tierra. Y una pequeña fiesta puso punto final al encuentro, que terminó como había empezado el día: con la lluvia que tanto agradecen nuestros campos y nuestros pueblos.
