Dos católicos muy distintos, con pasado e ideales, con caminos, esperanzas y estrategias de humanidad diferentes, que se apoyan en el mismo Jesús y que quieren poner en movimiento el "tren" del evangelio, en un caso el de los pobres, emigrantes y excluidos, los bienaventurados de Jesús,  en el otro caso (me parece) el de los privilegiados post-liberales del Gran Mundo, empezando por USA, al servicio de los "buenos" ricos, los bien asentados en su legalidad y los incluidos bajo el letrero VIP de los bienaventurados de la tierra. No sé si este diagnóstico es del todo cierto, o sé si es como dicen, pero así me parece.

No sé si estos árboles, el de Francisco el de Vance (los dos que crecían en el enigmático "paraíso" de Gen 2-3) tienen raíces comunes y pueden fecundarse entre sí. Mucho me temo que no (con Mt 6, 24), pensando en lo que dijo Jesús: Para los hombres en la tierra, no es posible, pero nada hay imposible para Dios (Mc 10, 27).

Francisco acaba de morir y nos deja en el alma un hueco inmenso de agradecimiento, de gozo de la vida y de tristeza por su muerte.... Ha hecho lo que debía y sabía, lo que el Dios de Jesús le ha inspirado, deja un camino abierto de iglesia, en la basílica de Santa María, madre callada y fuerte de una iglesia en camino. Gracias, Francisco, no sé si los católicos y los cristianos en genera te merecíamos, pero nos has dado mucho. Descansa en el Señor.

Vance acaba de empezar como Vicepresidente USA, al lado de Trump... Muchos pensamos que Trump, presidente USA,  es un actor inteligente y muy problemático. Está poniendo de revés muchas cosas. Tengo la impresión de que no sabe del todo lo que quiere, lo que hace, a no ser firmar papeles de aranceles. Entra en lo posible que muera antes de 4 años dejando su timón volatinero en manos de Vance, vicepresidente Católico, post-liberal, que a mi juicio si sabe lo que quiere y lo que hace (lo que quieren y  quieren hacer quizá otros).

Doy gracias a Dios por Francisco, espero que  la Iglesia que él ha puesto en marcha siga marchando por sendas de evangelio. Contengo mi respiración ante Vance. Quizá sería bueno que Trump viviera muchos años.