"Sería muy aburrido que todos los cristianos votaran a una sola opción política" Antonio Algora: ¿Se puede votar a Vox? "La democracia es elegir al menos malo"

La pregunta salía casi sola. Desde la Doctrina Social de la Iglesia, ¿se puede votar a partidos como Vox? La respuesta parece ser un 'No', pero sin rotundidad, pues como afirmó el obispo emérito de Ciudad Real y responsable de Pastoral Obrera de la CEE, Antonio Algora, “sería muy aburrido que todos los cristianos votaran a una sola opción política. La fe nos puede llevar a compromisos políticos distintos. Desde la DSI no se puede decir a quién votar... pero la democracia es elegir al menos malo”.

Algora hizo estas declaraciones durante la presentación de 'La dignidad de la persona y el bien común', un innovador proyecto en formato multimedia preparado por la HOAC, basado en vídeos temáticos organizados en tres categorías: la política del bien común, la comunidad política y la economía del bien común, que realizan una aportación a la construcción de una nueva cultura política desde la perspectiva de la Doctrina Social de la Iglesia (DSI) y la realidad del mundo del trabajo.

Las orientaciones del voto en las próximas elecciones fueron el grueso de las preguntas posteriores. En este sentido, Milagros Millamarín, responsable de compromiso y relaciones internacional de la HOAC incidió en que “más que decir a quién se puede o no votar, tenemos ofrecer una opción clara para la gente que menos tiene, y buscar aquellas organizaciones y partidos que están en favor de los más empobrecidos”.

Votar es una forma de hacer política

Ése es el papel de HOAC, recalcó Milagros, quien abundó en que “votar es una forma de hacer política, pero no la única, y a veces no la más importante”. “Hay que ir a votar, porque es importante que yo como cristiano tenga una voz, pero tengo que estar siempre con los más empobrecidos”. “Tendremos que buscar con lupa”, insistió.

La DSI da credibilidad a la acción social de la Iglesia

“Da gusto vender un proyecto que no cuesta nada”, señaló el obispo Algora, quien recordó que la Doctrina Social de la Iglesia “no se entiende sin la presencia de hombres y mujeres que viven la caridad”. “La DSI da credibilidad a la acción social de la Iglesia”, argumentó el prelado, que criticó “esta realidad que produce una cultura de descarte, de exclusión, una manera de ser y de pensar que nos entra por los poros de los medios, y que con los modos de vida nos encierra en un individualismo y en una fragmentación de los intereses de la clase trabajadora”.

Por ello, invitó a “quitarnos de encima el 'entoncencimiento global' en el que vivimos, donde vivimos pensando que 'sólo' quedan 3,2 millones de parados y olvidamos la cantidad de empleo precario”. Algora, como responsable de Pastoral Obrera, ha “sufrido 22 reformas laborales”.

“Tenemos que contribuir a una cultura distinta, que nace del amor de Dios a los hombres, que nos encierra a los cristianos en ese deber de amor a la humanidad, para ser testigos que mantienen la dignidad de la persona”, culminó el obispo, que lamentó que “en España se va a pagando el cristianismo sociológico. Vamos a ver si hacemos un mundo distinto, si propiciamos que el mundo cambie”.

El proyecto

El proyecto lo integran un vídeo de presentación y veintidós vídeos temáticos, agrupados en tres categorías. La primera, Política del bien común, muestra los vídeos: La dignidad de la persona; La lucha contra la pobreza como centro de la acción política; El bien común (I y II parte);  Caminos para construir el bien común. Una segunda categoría, Comunidad política, cuyos vídeos son: La comunidad política; La democracia como sistema político; La participación en la vida política; Los valores fundamentales en la vida social (I y II parte); Iglesia y comunidad política. Y la tercera categoría, Economía del bien común, está integrada con los vídeos: La vida económica (I y II parte); El destino universal de los bienes; El trabajo humano (I y II parte); La empresa; El cuidado de la creación; La comunidad internacional y el derecho al desarrollo (I y II parte), para acabar con  Las migraciones y el derecho del emigrante (I y II parte).

Todos los vídeos tienen una estructura que responde al método «ver», presenta escenas cotidianas que suscitan preguntas; «juzgar», realiza una exposición de los contenidos del capítulo desde la visión de la DSI; y «actuar», plantea pistas o preguntas para el compromiso. Con una duración mínima de dos minutos y máxima de cinco, los vídeos están subtitulados en su idioma y cada uno dispone de una ficha de trabajo.

El desarrollo multimedia ha sido realizado por 5 Panes y la financiación ha sido aportada íntegramente por el Fondo de Solidaridad Internacional (FSI) de la HOAC.