"Nos zancadillean y nos censuran", proclama el arzobispo de Oviedo Jesús Sanz denuncia "una persecución cultural y política que a veces nos deja sin respiro y sin libertad"

"Tenemos mil desafíos que debemos saber leer con la inmediatez del mensaje de la Pascua". El arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz, trazó ayer las 'líneas rojas' del deber del cristiano durante su homilía de Domingo de Pascua en la catedral, en la que denunció "una persecución cultural y política que a veces nos deja sin respiro y sin libertad".
No dejó títere con cabeza el prelado en su mensaje: "Cuántas cosas en nuestro entorno doméstico o nacional se nos hacen retadoras de la esperanza al imponernos contradicciones y batallas quienes por sus motivos torticeros y resentidos no nos quieren, nos zancadillean y nos censuran en una persecución cultural y política que a veces nos deja sin respiro y sin libertad", abundó Sanz.
El prelado también tuvo espacio para la actualidad fuera de nuestras fronteras: "Cuántas cosas en el panorama mundial se encrespan volviendo a tropezar en las mismas piedras que nos empujan a las crisis económicas por la insolidaridad inhumana de los descartes y por las declaraciones de guerra sin cavilar sus graves consecuencias. Amén de las ideologías en curso que pretenden sembrar la confusión violenta, los despropósitos que insidian, las anarquías morales y, como si no pasase nada, seguir en la banalización de la mentira", subrayó.
Frente a ello, la mirada del sepulcro vacío: "Ahí empezó la revuelta", recalcó Sanz, quien insistió en que "afirmar nuestra fe en la Resurrección de Cristo, implica tener una mirada dilatada con la esperanza cierta que nos abraza y con la caridad amorosa que nos permite ver más allá de las apariencias que caducan siempre antes o después".
"La luz siempre vencerá a la oscuridad, la verdad a la mentira y la muerte será muerta por la vida", concluyó Sanz, quien apostó por el Sueño de Dios "como alternativa a todas nuestras pesadillas".
Etiquetas