Los benedictinos siguen "tristes", porque les "duele" el estado en el que ha quedado su iglesia Primer día sin Franco en el Valle de los Caídos: comienza una nueva etapa

El Valle de los Caídos vive este viernes una jornada con menos seguridad y sin vallas en el perímetro, en el primer día sin los restos del dictador Francisco Franco y en el que permanece cerrado al público.

Las personas que pueden acceder a su interior tienen que reservar previamente en la hospedería o restaurante y no pueden visitar ni la explanada ni la basílica, según la orden emitida por los agentes de seguridad que se encargan del monumento.

Este viernes el recinto no tenía el vallado en el perímetro exterior organizado en los últimos días por la Guardia Civil, aunque los agentes permanecen en la entrada, donde normalmente están los trabajadores de Patrimonio Nacional, para advertir a los visitantes que el complejo está cerrado.

El Gobierno calcula que el Valle de los Caídos pueda ser reabierto al público el próximo martes, una vez acabados los trabajos para reacondicionar el espacio de la tumba de Franco.

Sin embargo, esta fecha podría variar dependiendo de las labores de los operarios ya que en el emplazamiento tiene humedad y eso podría afectar a los trabajos de soladura.

La antigua losa -que solo lleva la leyenda "Francisco Franco"- ha sido depositada en un lugar reservado del que no ha informado el Ejecutivo.

Finalmente, este jueves tras los trabajos de exhumación, pudieron acceder a la Hospedería los 202 huéspedes que están en el centro realizando unas jornadas de convivencia de distintas parroquias de Madrid hasta el próximo domingo.

El director del centro, Álex Navajas, ha detallado a Efe que tiene "lleno" el alojamiento todo el fin de semana y "prácticamente completo" el restaurante el sábado y el domingo.

Navajas ha explicado que no se ha producido un "repunte" en las reservas desde la exhumación pero lamenta que han perdido 25.000 euros por las restricciones de acceso en los últimos días.

En la Basílica los operarios están realizando los trabajos para dejar el interior en perfectas condiciones y los monjes aún tienen restringido el acceso al complejo, en el que tampoco ayer pudieron entrar.

La comunidad benedictina reitera que siguen "tristes" porque les "duele" el estado en el que ha quedado su iglesia tras las labores de exhumación, según han explicado a EFE fuentes de la Abadía.

Finalizada la exhumación, los monjes expresaron a Efe su "consternación" por lo que consideran la "profanación de un templo". "Todo está sucio y movido", y esa situación les "rompe el corazón", dijeron.

Además, varios camiones han abandonado el Valle a lo largo de la mañana de este viernes con material y máquinas que se utilizaron en los trabajos llevados a cabo.

Isabel Celaá: "Hoy en el Valle de Los Caídos ya solo quedan víctimas" https://t.co/t2zr6iW2xy#Cminpic.twitter.com/lwmhBBCip2

— expansioncom (@expansioncom) 25 de octubre de 2019