Sorpresa ante el inaudito silencio de la CEE por la violencia ultra en las calles de Madrid Dos bloques, dos formas de entender España: la amnistía vuelve a mostrar la profunda división entre los obispos españoles

Por sexto día consecutivo, las calles de Madrid ardieron contra la amnistía. Literalmente: contenedores incendiados, cargas contra la Policía, agresiones contra periodistas y Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado... Las cercanías de la calle Ferraz (sede del PSOE), Castellana, Gran Vía... han sido copadas por concentraciones (la mayor parte de ellas, no autorizadas) en contra de la Ley de Amnistía señalada en el acuerdo de investidura firmado entre el PSOE y Junts. Unas protestas en las que se han colado grupúsculos ultras y fascistas, que mezclan los insultos a Pedro Sánchez con gritos contra el Papa Francisco o frases del tipo "España, cristiana, y no musulmana", que hacen ver que el problema no parece ser única y exclusivamente la polémica amnistía a los responsables del procés.

Todo ello, paradójicamente, en mitad del silencio episcopal, que oficialmente no se ha posicionado aún sobre la medida ("Hasta la Plenaria no está prevista", responden desde la Conferencia Episcopal, confirmando lo que aseguran fuentes consultadas por RD, que sostienen que los obispos harán una declaración tras la investidura o, más probablemente, durante la Asamblea Plenaria que tendrá lugar del 20 al 24 de noviembre), pero donde sí se han escuchado al menos una decena de voces de obispos contrarias a la amnistía.

No todo está en venta... ¡Las cosas tienen precio, los hombres dignidad! pic.twitter.com/EHUygCsKyW

— Jose Ignacio Munilla (@ObispoMunilla) November 9, 2023

Todas ellas, curiosamente, proveniente del mismo grupo, el mismo que batallará por alcanzar el poder en las elecciones a la presidencia de la Conferencia Episcopal española, que cada vez se prevén más calientes, y que tienen como candidato al arzobispo de Valladolid, Luis Argüello, uno de los primeros en mostrar su oposición a la amnistía, al considerar que la medida "amenaza la convivencia a la que dice servir".

Mucho más duros fueron el arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz, que acusaba al Gobierno de "vender lo ajeno por un plato de lentejas para seguir en el poder"; o el siempre presente José Ignacio Munilla: “Es especialmente doloroso que se pretenda tomar por tonta a una nación", señaló

Los obispos de Huelva o, más recientemente, de Segorbe-Castellón, también han criticado la medida, aun sin haberse siquiera presentado la medida. 

Como se recordará, en la pasada Comisión Permanente, el portavoz de la CEE, César García Magán, hizo unas declaraciones, que posteriormente fueron matizadas por una nota de la Conferencia Episcopal Tarraconense, en las que subrayaba que "no estamos ante una situación excepcional".  Los obispos catalanes, esa misma tarde, recordaban a la CEE que "debemos mantener una neutralidad edificante y respetuosa". Una postura, que por otro lado, era la acordada y la que también han mantenido los prelados vascos o gallegos, a la espera de la conformación de un nuevo Gobierno, que se prevé para la semana próxima, días antes de la Plenaria.

He leído una frase de un joven filósofo que me ha hecho reflexionar sobre la manera como cada uno de nosotros defendemos nuestros intereses.

Dice el filósofo: «La defensa de cualquier causa solo puede hacerse desde un comportamiento ejemplar.»

— Card. Juan José Omella (@OmellaCardenal) November 9, 2023

Cobo y Omella, ¿solos?

Por el momento, el único obispo que se ha posicionado en contra de la violencia en Ferraz ha sido el presidente de la CEE, Juan José Omella, quien hizo referencia en sus redes sociales, haciendo suya la frase de unjoven filósofo "sobre la manera como cada uno de nosotros defendemos nuestros intereses". ¿Y qué decía esta fraes? "La defensa de cualquier causa solo puede hacerse desde un comportamiento ejemplar".

Sí cabe resaltar la homilía del cardenal de Madrid, José Cobo (el otro gran candidato, del sector 'francisquista', para las elecciones de marzo), este jueves, durante la festividad de la Almudena (curiosamente, en el mismo instante en que se anunciaba, desde Bruselas, el acuerdo), decía lo sigiuente:

"La convivencia, o si queréis, esa convergencia de los muchos pueblos en uno solo, que anuncia el profeta Zacarías, no es homogeneidad ni uniformidad de pensamiento. No es una única forma de interpretar la realidad. Tampoco pasa por exaltar una única ideología, incapaz de convivir con otras visiones del mundo. La convivencia es la capacidad de salir de nuestro espacio para entrar en otro donde aprendemos a asumir diferencias, y hasta conflictos, sin convertirlos en motivo para la destrucción del otro. Sin demonizar al rival. Esto no supone relativizar, decir que todas las visiones son exactamente iguales y que por el mero hecho de que alguien sostenga una idea, esa idea ya es válida. Claro que no. La convivencia es diálogo, y es también discusión amable. Es tratar de trabajar por aquello que uno cree mejor para la sociedad. Pero sin convertir al rival en enemigo".