Uno de cada cuatro futuros sacerdotes se forman en los centros del Camino Neocatecumenal Los 'kikos' maquillan la hecatombe de las cifras de seminaristas en España
De los 974 aspirantes al sacerdocio en nuestro país, de los que más de 250 pertenecen al Camino Neocatecumenal. Y estudian en los seminarios Redemptoris Mater
"Buscan la 'pureza doctrinal', con la aquiescencia de algunos obispos que entienden la existencia de la Iglesia en la España actual como una suerte de 'guerra cultural' en la que hay que defender determinados valores... Como si en los seminarios diocesanos fuéramos poco menos que herejes", relata otro formador que, como todos los participantes en este reportaje, han preferido el anonimato
En Sevilla, hay 36 seminaristas diocesanos por 11 del Redemptoris Mater. En Madrid, el porcentaje es mayor aún: 84 seminaristas diocesanos, por 38 neocatecumenales. Esto es: casi un tercio
En Sevilla, hay 36 seminaristas diocesanos por 11 del Redemptoris Mater. En Madrid, el porcentaje es mayor aún: 84 seminaristas diocesanos, por 38 neocatecumenales. Esto es: casi un tercio
Son 15 seminarios en toda España. Y en plena crisis vocacional, la mayor de la que se tienen registros, los que salvan de la hecatombe a los futuros seminaristas españoles, que por primera vez bajan del millar. Apenas 974 aspirantes al sacerdocio en nuestro país, de los que más de 250 pertenecen al Camino Neocatecumenal. Y estudian en los seminarios Redemptoris Mater.
Y es que, a diferencia de lo que ocurre en los seminarios diocesanos, los de Alcalá de Henares, Burgos, Cádiz, Murcia, Castellón, Córdoba, Granada, León, Lugo, Madrid, Orense, Oviedo, Pamplona, Sevilla y Vitoria (curiosamente, casi todos ellos fundados por obispos muy relacionados con el ala más conservadora de la Iglesia española) son los menos afectados por la sequía vocacional de la Iglesia española.
¿'Robo' de seminaristas a las diócesis?
"Ya nos habíamos echado en sus manos, pero ahora no nos va a quedar más remedio que asumirlo", lamenta el rector de un relevante seminario diocesano, que en los últimos años ha visto no sólo cómo el descenso en el número de candidatos al sacerdocio se hacía evidente, sino cómo muchos de 'sus' seminaristas abandonaban el centro y, en algunos casos, lo hacían para 'trasladarse' a centros de formación neocatecumenal.
"Buscan la 'pureza doctrinal', con la aquiescencia de algunos obispos que entienden la existencia de la Iglesia en la España actual como una suerte de 'guerra cultural' en la que hay que defender determinados valores... Como si en los seminarios diocesanos fuéramos poco menos que herejes", relata otro formador que, como todos los participantes en este reportaje, han preferido el anonimato.
¿Transparencia? La CEE deja de dar los datos
"Hay miedo, claro que sí. Porque, con los números en la mano, no estamos haciendo bien nuestro trabajo, y ellos sí. Y no se puede alzar la voz para que te tumben con las cifras", añade un tercero, que critica la falta de transparencia de la Conferencia Episcopal, que desde el curso 2019-20 ha dejado de dar los datos de entradas, salidas u ordenaciones por seminarios, o por diócesis.
Hay que irse a las diócesis, y no a todas, para ir rascando, uno a uno, los datos. Y ni siquiera en ellos se diferencia entre kikos y diocesanos. Con salvedades como la de Sevilla, cuyos datos -nos confirman- son extrapolables al resto de España: 36 seminaristas diocesanos (incluyendo a los cuatro diáconos), por 11 del Redemptoris Mater. En Madrid, otra de las diócesis que ofrece datos, el porcentaje es mayor aún: 84 seminaristas diocesanos, por 38 neocatecumenales. Esto es: casi un tercio.
Esperando resultados de la visita de los obispos uruguayos
Y es que los datos oficiales, a nivel global, arrojan 974 seminaristas en España, con 172 ingresos y solo 97 ordenaciones. Porque, junto a las pocas vocaciones, están también las marchas de muchos, que no entienden los procesos de formación que se dan en la actualidad, y que no están resistiendo el análisis que, por orden del Papa Francisco, están llevando a cabo los dos obispos uruguayos, quienes durante los meses de enero y febrero recorrieron todos los centros de formación de nuestro país y de cuyos resultados tampoco ha dado la más mínima información la Casa de la Iglesia.
Lo que sí hace la CEE es intentar explicar los por qués de este descenso, que en las últimas dos décadas es del 40%: han pasado de ser 1.699 a 974. Y la explicación principal es "la nueva metodología en la recogida de los datos, que por primera vez ha sido nominal, y ha estado a cargo de la Oficina de Transparencia de la Conferencia Episcopal". Una Oficina que no aporta más datos que tres totales: número, ingresos y ordenaciones.
"También hay que tener presentes la secularización y la falta de compromiso por parte de no pocos jóvenes, que también se reflejan en otros datos estadísticos, como en el número decreciente de matrimonios -tanto civiles como eclesiásticos", admite, no obstante, la nota episcopal de una jornada que, curiosamente, lleva por lema 'Levántate y ponte en camino'.
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