Sobre nuestro ínclito Fidel Herráez Vegas (1943 - )
Fidel ha sido nuestro arzobispo en Burgos (y yo que pensé que pudiera desprenderme de su recuerdo alguna vez). Me ha visitado dos veces en Revilla Vallejera. Hoy se aloja a unos 50 km, media hora de coche. Todavía tenemos cuentas pendientes...
| Pablo HERAS ALONSO
Me he enterado tarde, pero al retomar mis estancias madrileñas, me saltan de repente noticias del pasado mes de julio. Se comentaba en el pueblo que nuestro emérito Fidel Herráez Vegas había elegido un pueblo de esta provincia, Burgos, como residencia para su última etapa vital, que, a pesar de todo, deseamos larga y que suponemos estará dedicada al pasado glorioso propio y de su arzobispado, a sus memorias, a dictar tratados de moral, a hincar sus prospecciones literarias en personajes y épocas pasadas de su arzobispado...
Materia tiene de sobra. Le sugiero la vida del arzobispo Francisco Manso de Zúñiga (1587-1656), arzobispo que también quiso tener su palacio propio en Arcos de la Llana... palacio y enorme fortuna que dejó al morir (Gómez. El Moisén segundo. Anotamiento de lo que dejó en su muerte el Arzobispo de Burgos. BNE manus. 1440).
COLECCIÓN DIPLOMÁTICA I.pdf Nota 3, pág. LXIII
Son otros tiempos. Nuestro ínclito y bienamado Fidel se contenta con un caserón en Villarmentero. Un pueblo que, a pesar de su poca distancia de Burgos, 21 km en coche, también sufre las consecuencias de la despoblación, 36 habitantes censados, que en invierno no llegarán a 30. A su lado Tardajos, Las Quintanillas, Rabé de las Calzadas... Se encuentra al lado del Camino de Santiago. Iremos algún día a admirar palacio y saludar al residente.
Fidel, tienes mi teléfono y tienes mi E-mail. Me puedes contestar a lo que digo, aunque tu dignidad te impedirá rebajarte tanto. Estuviste dos veces en mi pueblo, Revilla Vallejera, una en visita pastoral (4 señoras mayores y 3 niños te dieron la bienvenida); luego en el funeral de Manuel Madruga (natural de Revilla y, sí, éste sí era cura verdadero y muy querido en Burgos), con 4 obispo y 127 sacerdotes, ahí es nada.
Digo lo dicho porque Fidel es de aquellos que marcan un hito en la vida de uno: desde 1998 hasta 2001 nos vimos enfrentados Fidel y yo, por nuestra parte, por el mantenimiento de un colegio; por la suya, Fidel como ejecutor de Rouco, la compra del edificio y desmantelamiento del mismo. Total, para hacer allí un miserable Colegio Arzobispal: nuestro Colegio, unos 300 alumnos; el arzobispal, creo que no pasan de ciento. Ya saben todos que Rouco era de los que tiraban la piedra, pero siempre por mano de sus auxiliares. Nunca daba la cara. El cardenal Suquía quiso lo mismo en su tiempo, y pudimos hablar con él. Rouco, oh, no podía rebajarse. Ni ceder, aunque fuera ofreciendo el oro sin el moro.
En fin, Fidel, que ya seguiremos con este asunto, más que nada para recordarte “nuestra versión”. La tuya creo que la entregaste en brazos del olvido.
A mí que esto de Villarmentero me suena a plagio de tu digno señor: él, un ático con vistas a la casa de Campo (en el edificio de la Casa de Palencia, junto al Viaducto); tú, por no ser menos, misma cantidad de presupuesto –400.000€-- pero alejado del mundanal ruido. Claro que teniendo lo que tienes a tu disposición, da igual; y con la ventaja de vivir en el campo.
He leído también los dos artículos de tu amigo el “Cigüeña” denostando a quien únicamente ha puesto datos sobre el papel. No, Cigüeña, J.M. Vidal no es persona dada a “odios”. Y tú, lógico que escribas así: eras uno de sus contertulios, desayunabas con él y engañado por él, desde luego. Este buen vejete no escribiría lo que ha escrito si el tal Fidel le hubiera despojado de su trabajo, de dos medios de sustento, como sucedió en mi hogar. Los años 2001-2005 fueron muy duros para mí.
Hay otro asunto, te recuerdo Fidel, que todavía colea en tu memoria. No pienses que esas cosas que tú recuerdas tan bien, se han podrido. ¿Sigues creyendo en Jesucristo? ¿Sigues haciendo tuyas las palabras de Santo Tomás? Reaccionaste como víbora herida, pero pronto vino Freud a curarte. Algún día desvelaremos este “mysterium” para ti, “fidei”. Oh, Fidel.