Pue sí, una mañana estaba yo tan tranquilo en mi casa cuando llegó ella, toda embarazada y más feliz que si le hubiese tocado el gordo de la lotería. Ahí se presentó a verme, a mí, que a veces soy bajito y ladrón como Zaqueo, cabezón y traidor como Pedro, ligerito como la Magdalena, falso como Judas, gordito como Papa Noel, aburrido como un predicador terrible, triste como un limón, como el turrón de frutas que se queda el último en la bandeja y no sabemos que hacer con él.

Ella ha venido a verme trayéndome el mejor de los regalos, la noticia más revolucionaria y alegre del mundo: ¡Nace Jesús! ¡Llega la Navidad! Que no es un elfo ni un señor gordo de rojo que hace jojojo y nos aturulla la vida con regalos y regalos... Viene Jesús y el mundo amanece de otra manera.

Los ciegos de corazón comienzan a ver, los sordos escuchan una música que les enciende el alma, los cojos corren maratones disfrazados y alegres, los muertos y deprimidos de la vida resucitan y bailan al ritmo de Bisbal o de quién más les guste... La gente se comparte a sí misma como el mejor de los regalos, se dedican tiempo y cuidados, tienen compasión de los que sufren o los que se equivocan. Jesús nos trae la medicina para curar los canceres del alma y de la sociedad. Nos dice que Dios nos quiere incondicionalmente, que no se aparta de nosotros hijos pródigos y perdidos con olor a oveja y a perdición; Dios nos abraza, nos abraza. Nos abraza. Nos ayuda a encontrar la paz en medio de tanta guerra, tanto cabreo y tanta tormenta. Noche de Dios, noche de paz, así debe ser. Y aunque se llene de barro y de heridas por ayudarnos, el agarra la escoba y la pala y se viene a nuestro barrio, a nuestra familia, para hacer que la vida y la esperanza regresen a nuestras inundadas existencias.

Por eso cuando ha llegado pues nos hemos puesto a saltar y a bailar en la cocina como dos locos. Nos da igual si nos ven los vecinos, si nos critican los estirados de turno. Tenemos una noticia, una fe, una Amor tan grande en el corazón que nos hace brincar con todos los amigos de Dios y defensores de la vida y de la tortilla de patata con cebolla por los siglos: todos los cristianos enamorados de Jesús, todas las gentes, como diría Julio Iglesias, de buena voluntad, que son buenos como el pan, como el jamón de Salamanca. Millones y millones de buenas personas a lo largo de la historia y del mundo que con sus ruinas y achaques se convirtieron en el portal de belén donde nació el Dios Amor para todos sus paisanos.

Estas Navidades le he prometido a María, que así se llama mi visitante, que voy a bailar y todo. Apretaré los puños y las lágrimas que me rompen el alma por dentro por la ausencias y angustias, y bailaré, sí, bailaré y cantaré por Ella y por mí. Porque lo que dice Dios se cumple, y Dios tiene bendiciones increíbles.

Te deseo una muy feliz Navidad. Prepara una bandejita con pastas y café, porque María , si todavía no ha llegado, irá a visitarte seguro. Los vais a pasar indescriptible. Te ha tocado el gran premio de la lotería de Navidad. Saca el Champán, ponte el espumillón, brinda por los que amas, siente a Dios como un huracán de compasión y ternura que te deja sin aliento.

¡Y salta conmigo, amigo, salta!

¡FELIZ NAVIDAD!

- Estos días de Navidad estaré por La Parroquia del Pilar de Juan Bravo. Si quieres venirte a la misa del Gallo u otros momentos estás invitadisim@.

- Puede seguir mis andanzas en Instagram. Y allí te comparto mis villancicos navideños, que están en todas las plataformas. tono_casado

- El 18 de enero doy un concierto en el Colegio Salesiano de Pizarrales, Salamanca. Mis raíces. ¡Vente!