Con ese título el papa Francisco destaca el significado actual de San José, cuando se cumple 150 años desde que fue declarado Patrono de la Iglesia Universal. Ese documento  son las frases  que van a continuación entre comillas

 Antes del Vaticano II el dominico  P. Bonifacio Llamera estaba elaborando su obra -la más completa que conozco-  sobre “Teología de San José”, BAC 1953.  Por entonces era nuestro inolvidable formador, y algunos estudiantes de filosofía le prestábamos colaboración mientras redactaba el libro.

Sin atosigarnos con la figura de San José, en su función de maestro con talante sereno, atento a nuestra condición de jóvenes y cuidando la personalidad de cada uno, supo transmitir el espíritu de aquel “hombre justo” que recibió con gozo al recién nacido Jesús  de Nazaret, le ayudó a crecer, le transmitió unos valores y le dejó  espacio libre para elegir su camino.

 1.Según los evangelios, San José, descendiente de David, hizo posible que la novedad del Evangelio entroncara y plenificara la historia y revelación bíblicas. Jesús fue un judío dentro de la tradición bíblica pero el tradicionalismo cerrado no soportó la novedad y sus mentores eliminaron al profeta. Los auténticos creyentes en esa tradición judía, que culmina en el acontecimiento Jesucristo, también son nuestros padres en la fe.

San José trabajó "para asegurar el sustento de su familia", José también nos enseña "el valor, la dignidad y la alegría de comer el pan que es fruto del propio trabajo. Es necesario comprender el significado del trabajo que da dignidad. Quien trabaja, colabora con Dios porque se convierte en un poco creador del mundo que nos rodea. Urge redescubrir el valor, la importancia y la necesidad del trabajo para dar lugar a una nueva ‘normalidad’ en la que nadie quede excluido".

         El evangelista Mateo apunta otro detalle: “San José como era justo…”. Esta palabra en el lenguaje bíblico es calificativo de una persona honrada, que se abre a la Presencia de Dios amor sin oponer resistencia; que trata de hacer el bien y de rectificar lo torcido. Es el “anav” o los “anawin” en lenguaje bíblico. Como la Virgen María, también San José es “el pobre del Señor” y puede cantar el “Magnificat”. En este sentido su figura evoca a multitud de personas “justas” cuya conducta en todos los rincones del mundo, es  germen de vida y signo de esperanza.

        En una oración se dice “Castísimo San José”. Viene a significar lo mismo que “justo”. Aquel hombre no sucumbió a la lujuria del poder, del prestigio social, de la fiebre posesiva. Indicativo saludable para un mundo dividido entre pocos que como el rico Epulón viven “lujuriosamente”, mientras  multitud de pobres  mueren de hambre o van de una lado a otro buscando techo. Y también correctivo   una sociedad  donde hay peligro de aparcar  el bien común y gastar las energías los polítiqueos con intereses bastardos.

 2.San José “no puede dejar de ser custodio de la Iglesia” en la situación actual:

-En la conducta de aquel sencillo carpintero “Jesús vio la ternura de Dios: esa ternura que nos hace aceptar nuestra debilidad”. Es hora de que los cristianos vivamos con alegría nuestra fe como “experiencia de verdad y de ternura”. Hoy  cuando sufrimos  la fragilidad no solo ni tanto por la pandemia  del Covid 19, sino también por la pandemia del hambre e injusticia en el mundo, es  oportunidad para que los cristianos ofrezcamos nuestra fe o experiencia:  Como José con Jesús, “Dios no nos condena, sino que nos acoge, nos abraza, nos sostiene, nos perdona”

        -José “acogió a María sin poner condiciones previas. Un gesto importante aún hoy -afirma Francisco- en este mundo donde la violencia psicológica, verbal y física sobre la mujer es patente".

       -Una Iglesia “en salida” o acogedora quiere decir a la escucha del otro, sin prepotencia ni dogmatismos, que recibe la verdad venga de donde viniere, con actitud del que animado por el Evangelio busca la presencia del Espíritu  en el espesor de la realidad  y  en los signos del tiempo.  Acogiendo a María en una situación de persona sospechosa e indefensa, José “nos invita a acoger a los demás, sin exclusiones, tal como son, con preferencia por los débiles.Cada necesitado, pobre, sufriente, moribundo, extranjero, prisionero, enfermo, es "el Niño" que José guarda”

        -“¡ No tengas miedo! La conducta de José ante su desconcierto  por lo que estaba sucediendo, sugiere que  debemos  “hacer sitio incluso a esa parte contradictoria, inesperada y decepcionante de la existencia”. En otras palabras, debemos actuar responsablemente sin dejarnos abatir por el pesimismo ni dejarnos arrastrar por la decepción. En la situación del mundo y de nuestra sociedad española tirar la toalla parece  lo más razonable. Pero la fe o experiencia cristiana nos da luz, fuerza  y “valentía creativa” para mirar y confiadamente al provenir construyendo cada día la esperanza.

Por una Iglesia mejor informada.
Solo gracias a tu apoyo podemos seguir siendo un medio de referencia.
Hazte socio/a de Religión Digital hoy