"El poder" y sus reglas

Voy a hacerme el ingenuo, pero la cosa lo merece. Comenta un destacado analista político de “El País”, en relación a la dimisión de Rodrigo Rato al frente del FMI, que "la educación de los hijos, la resolución de su situación familiar... son todas ellas explicaciones exóticas si se contemplan desde la escena internacional. Lo pertinente hubiera sido terminar el mandato e incluso ambicionar un segundo".
Me hago el ingenuo, decía, y pregunto, ¿por qué no entendemos que la gente normal prefiera otros objetivos antes que el propio "poder"? O, precisamente ¿el poder requiere, para serlo, este sometimiento absoluto de sus aspirantes? ¿No se vale para "el poder” si uno echa la vista atrás, moral o humanamente? Me inquieta esta condición de absoluto que atribuimos al poder, o porque le corresponde, lo cual es terrible, o porque lo creemos así, lo cual no sería menos temible. Si la situación familiar o la educación de los hijos son razones exóticas, el problema no lo tiene Rato, sino nosotros que vemos exótico preferir esos bienes de la vida a presidir el FMI.
He dicho que iba a hacerme el ingenuo. Ni Weber en su ética de la responsabilidad, elegir según las consecuencias y no sólo por las convicciones personales, dejó de enseñar que, en el límite de sus contradicciones, el buen político puede y hasta debe decir: “ya no lo soporto, me voy”.
Y no es que Rato esté haciendo esto, sospecho que no, pero deberíamos aceptarlo como una posibilidad en nuestra vida, frente a las servidumbres del "poder" y su tiranía moral. En fin, que sólo se vive una vez y merece la pena no haber sido esclavo de nadie, y menos del "poder" y sus encargos, los que nos dan prestigio mientras nos hacen creer que todo lo demás es secundario. ¡Cuidado!, pienso en la política y en la empresa, pero también en las Iglesias se deja ver. Suele tener apariencia de “adhesiones inquebrantables”.
Soy un ingenuo pensando que “la situación familiar o la educación de los hijos” no pueden ser motivos exóticos para nadie, Al parecer, desde la lógica de “el poder”, y para la gente que “el poder” elige, esto es una ingenuidad. Lo sabía pero me desahoga el decirlo.
Volver arriba