Covid-19... Curar a los que no ven
La ceguera que en ocasiones podemos sufrir no es siempre de la misma intensidad, ni tiene el mismo origen, pero siempre comporta una falta de perspectiva, somos cortos de vista por lo menos, sino llegamos a ser ciegos totales.
| Gemma Morató / Hna. Carmen Solé
¿Hay alguien que no pase por situaciones breves o persistentes de ceguera, más o menos grave, más o menos compleja y total?
A veces creemos ver, pero no vemos más que un breve y pálido resquicio de cuanto hay en el mundo fuera de nosotros mismos, de nuestro ámbito, de nuestra vida o de sus problemas.
La ceguera que en ocasiones podemos sufrir no es siempre de la misma intensidad, ni tiene el mismo origen, pero siempre comporta una falta de perspectiva, somos cortos de vista por lo menos, sino llegamos a ser ciegos totales.
Y también algunos desearían no ver, permanecer ciegos en su rincón con el único fin de salvar su propia vida, sin preocupación alguna por cuanto pasa más allá del ámbito personal.
Hoy las circunstancias no son fáciles, el tiempo de enfermedad física del mundo parece que llena todos los rincones, todos los corazones, afecta cualquier manifestación de vida y nos está pidiendo un cambio de punto de vista.
Nos podemos preguntar si estamos de verdad ciegos, si nuestros ojos están cerrados a la luz, o simplemente nos negamos a ver.
La oración de muchos es como la petición de estos ciegos que narra el evangelio de San Mateo en el capítulo 9, 27-31. Dos ciegos siguen a Jesús y a gritos le piden un milagro: su curación para volver a ver, para volver a su ayer quizás repleto de problemas o de soledad, pero estaba lleno de luz.
Desde diferentes perspectivas también hoy pedimos volver al ayer, un ayer no tan lejano cuando no existía ni la sombra de la enfermedad, o la duda del contagio, que hoy ha modificado nuestras vidas y valores. Por la fe sabemos que Jesús nos librará del mal, pero como afirma este fragmento del evangelio, solo seremos curados cuando nuestro grito de auxilio esté de acuerdo con nuestra fe.
Por eso, según nos dice el evangelio de San Mateo Jesús dice a los que piden su curación: “que os suceda según vuestra fe”.
La vista, la salud, la salvación, nos llegará de acuerdo con nuestra fe. Que Jesús el Salvador que se nos acerca, haga aumentar nuestra fe, y nos ayude a caminar seremos por las rutas de la esperanza.