Liturgia del 2º DOMINGO DE CUARESMA 2025 (C)

Comentario inicial:
"Ínfimos y efímeros, pero transfigurables y divinizables desde dentro".
NADA, absolutamente NADA, te llegará desde FUERA, ni siquiera desde ese "cielo", ese "dios" y esos "ídolos intercesores" que has creado en tu imaginación, empujado por maestros del AT, como Moisés y Elías, que ya no te pueden enseñar en los nuevos tiempos de Jesús, el Maestro del Dios vivo.
FUERA solo encontrarás el fruto de tus manos, en las que Dios ha puesto su poder con toda la bondad, gratuidad y feracidad de sus manos creadoras.
Tú decides lo que haces en Misa:
- O buscas la LUZ y la ENERGÍA que mana del "reino de Dios", lo que late en tu interior, lo expresas en Comunidad junto con tus hermanos, reiterando tus decisiones de sumergirte en ese "reino" y actuar en consecuencia.
- O te dedicas a OÍR la retahíla de fantásticas y esperpénticas seudo oraciones del misal oficial para CUMPLIR, ya que lo tuyo es el "cumplo y miento", puesto que sales igual o peor que entraste en el templo.
Tú mismo. ¿Las rutinas o la transfiguración de verdad?
Con todo mi cariño
Jairo del Agua
Liturgia del 2º DOMINGO DE CUARESMA 2025 (C)
El amor permanente y entrañable de Dios Padre, que nos habita y sostiene, la presencia luminosa de Jesús Resucitado, su Luz y el impulso de su Espíritu ESTÁN con todos vosotros.
Y con tu Espíritu
MONICIÓN DE ENTRADA
Contemplamos la escena de la Transfiguración de Jesús. La teofanía que cuenta Lucas es una forma de proclamar su fe en la resurrección de Jesús. Ojalá la humanidad sea capaz de oír esa voz: “Éste es mi hijo amado, escuchadle”. Escuchad esa otra forma de vivir –en fraternidad– que Jesús nos mostró.
ACTO DE RECONOCIMIENTO
Con nuestros dones y cualidades dejamos rebosar la luz de Dios desde nuestro interior hacia los demás. Por ello en este primer momento hagámonos conscientes de esas cualidades, démosle gracias a Dios Padre por ellas y sigamos comprometiéndonos a dejarlas rebosar cada día hacia los hermanos
Queremos vivir el don de la PAZ, la interior que nos da tu presencia y la exterior que tenemos que construir todos juntos. Nos comprometemos a vivirla cada día diciendo: Nos comprometemos Señor
Queremos vivir el don del AMOR, el que tú nos manifiestas en nuestro interior y en todo lo que nos das, y el que nosotros queremos dejar rebosar hacia los hermanos. Nos comprometemos Señor
Queremos vivir los dones de la BONDAD y la AYUDA preocupándonos de nuestro desarrollo personal y de ayudar a los demás en todo lo que podamos. Por eso decimos: Nos comprometemos Señor
Dios Padre amoroso TIENE siempre misericordia de nosotros, conoce nuestras limitaciones y nos guía de su mano a la vida eterna.
ORACIÓN COLECTA
Mi Tabor de hoy, es el silencio frente al ruido La búsqueda frente al conformismo
Mi Tabor de hoy, es el ascender para ver. El descender para seguir creyendo.
Mi Tabor de hoy, es la fortaleza ante la adversidad. La fe cuando asolan las dudas.
Mi Tabor de hoy, es la alegría de ser creyente. La seguridad de que, Jesús, ilumina el horizonte.
Mi Tabor de hoy, es ser fuerte cuando me siento débil. El no olvidar mí debilidad cuando me encuentro valiente.
Mi Tabor de hoy, es estar en sintonía con Dios. Es escuchar su Palabra, llevándola a la práctica.
Mi Tabor de hoy, es subir aún a riesgo de bajar. Es ganar mucho, aún a riesgo de perder algo.
Mi Tabor de hoy, es mirar lo que soy. Es dejar a Dios que me haga como Él quiera. Es vida cristiana en oración. Es oración con vida cristiana.
Lectura del libro del Génesis 15, 5-12. 17-18
En aquellos días, Dios sacó afuera a Abrán y le dijo:
«Mira al cielo, y cuenta las estrellas, si puedes contarlas».
Y añadió: «Así será tu descendencia».
Abrán creyó al Señor y se le contó como justicia.
Después le dijo:
«Yo soy el Señor que te saqué de Ur de los caldeos, para darte en posesión esta tierra».
Él replicó:
«Señor Dios, ¿cómo sabré que voy a poseerla?».
Respondió el Señor:
«Tráeme una novilla de tres años, una cabra de tres años, un carnero de tres años, una tórtola y un pichón».
Él los trajo y los cortó por el medio, colocando cada mitad frente a la otra, pero no descuartizó las aves. Los buitres bajaban a los cadáveres y Abrán los espantaba.
Cuando iba a ponerse el sol, un sueño profundo invadió a Abrán y un terror intenso y oscuro cayó sobre él.
El sol se puso y vino la oscuridad; una humareda de horno y una antorcha ardiendo pasaban entre los miembros descuartizados.
Aquel día el Señor concertó alianza con Abrán en estos términos:
«A tu descendencia le daré esta tierra, desde el río de Egipto al gran río Éufrates».
Salmo 26,
R/. El Señor es mi luz y mi salvación.
El Señor es mi luz y mi salvación,
¿A quién temeré?
El Señor es la defensa de mi vida,
¿Quién me hará temblar? R/.
Escúchame, Señor,
que te llamo;
ten piedad, respóndeme.
Oigo en mi corazón:
«Buscad mi rostro».
Tu rostro buscaré, Señor. R/.
No me escondas tu rostro.
No rechaces con ira a tu siervo,
que tú eres mi auxilio;
no me deseches. R/.
Espero gozar de la dicha del Señor
en el país de la vida.
Espera en el Señor, sé valiente,
ten ánimo, espera en el Señor. R/.
Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Filipenses 3, 17 – 4, 1
Hermanos, sed imitadores míos y fijaos en los que andan según el modelo que tenéis en nosotros.
Porque —como os decía muchas veces, y ahora lo repito con lágrimas en los ojos— hay muchos que andan como enemigos de la cruz de Cristo: su paradero es la perdición; su Dios, el vientre; su gloria, sus vergüenzas; sólo aspiran a cosas terrenas.
Nosotros, en cambio, somos ciudadanos del cielo, de donde aguardamos un Salvador: el Señor Jesucristo.
Él transformará nuestro cuerpo humilde, según el modelo de su cuerpo glorioso, con esa energía que posee para sometérselo todo.
Así, pues, hermanos míos queridos y añorados, mi alegría y mi corona, manteneos así, en el Señor, queridos.
Lectura del santo Evangelio según San Lucas 9, 28b-36
R/Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, tomó Jesús a Pedro, a Juan y a Santiago y subió a lo alto del monte para orar. Y, mientras oraba, el aspecto de su rostro cambió y sus vestidos brillaban de resplandor.
De repente, dos hombres conversaban con él: eran Moisés y Elías, que, apareciendo con gloria, hablaban de su éxodo, que él iba a consumar en Jerusalén.
Pedro y sus compañeros se caían de sueño, pero se espabilaron y vieron su gloria y a los dos hombres que estaban con él.
Mientras estos se alejaban de él, dijo Pedro a Jesús:
«Maestro, ¡qué bueno es que estemos aquí! Haremos tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías».
No sabía lo que decía.
Todavía estaba diciendo esto, cuando llegó una nube que los cubrió con su sombra. Se llenaron de temor al entrar en la nube.
Y una voz desde la nube decía:
«Este es mi Hijo, el Elegido, escuchadlo».
Después de oírse la voz, se encontró Jesús solo. Ellos guardaron silencio y, por aquellos días, no contaron a nadie nada de lo que habían visto.
HOMILÍA
En un monasterio un día un novicio preguntó al maestro de novicios:
-Maestro ¿todas esas oraciones que nos enseña pueden hacer que Dios esté más cerca de nosotros”
El maestro (que debía ser gallego) contestó:
- Te voy a contestar con otra pregunta: ¿Todas esas oraciones que rezamos pueden hacer que el sol salga mañana?
- ¡Qué tontería! -respondió el novicio- el sol obedece a una ley universal y va a salir hagamos lo que hagamos.
- Pues ahí tienes tu respuesta -dijo el maestro- el sol sale cada día hagas lo que hagas, pero tienes que levantarte para verlo salir, del mismo modo Dios está siempre cerca de nosotros, pero si no oras no podrás sentir su presencia, no podrás sintonizar con Él.
Esta era la oración que Jesús hacía. La oración de Jesús consistía en vivir ante Dios y con Dios todo lo que vivía, sumergirse en la presencia amorosa de Dios. Estar con Dios o en Dios. En esto debe consistir también nuestra oración.
Hay tres momentos cruciales en la vida de Jesús en los que su oración tiene un carácter especial, momentos en los que debe tomar decisiones importantes.
El primero lo recoge el texto de la semana pasada, cuando después de dejar Nazaret pasa un tiempo de soledad antes de comenzar su misión de anunciar la presencia de Dios que descubre en él.
El segundo es el que recordamos hoy: Ha pasado un tiempo largo en Galilea, anunciando la buena noticia y debe decidir si su mensaje debe ser conocido más allá, en Judea centro de la religión oficial, donde sabe que va a encontrarse con la oposición de los representantes oficiales del judaísmo, con los que ya ha tenido algún encontronazo. Incluso puede intuir que su vida puede correr peligro.
Lucas nos dice que va a “orar”. Y al orar su rostro cambió, es decir muestra el rostro de Dios. Así debe ser nuestra oración, que nos impulse a mostrar la luz que llevamos dentro que es la luz de Dios. El encuentro con Dios no sólo no impide, sino que empuja al encuentro con los hermanos.
Pero el discernimiento del que hablamos queda oculto por una teofanía-transfiguración, con la que el evangelista quiere mostrarnos que ese hombre que va a subir a Jerusalén, que va a ser prendido por las autoridades, torturado y muerto en la cruz, está acompañado por Dios. Es como si nos dijera: “No os equivoquéis; Dios estaba con ese hombre que aparentemente fue vencido por los sacerdotes; y no por quienes lo mataron”.
En la teofanía simbólica que nos relata Lucas se vuelve a escuchar otra vez la voz de Dios: Éste es mi hijo elegido ¡Escuchadlo! Y el hecho de que en ese momento Moisés y Elías, que representan el AT, se retiren, es muy significativo. Eso queda atrás, ahora lo importante es escuchar a Jesús y seguirlo.
Por desgracia, en la Iglesia seguimos, como Pedro, muy aferrados al AT. Pedro quería quedarse allí y hacer 3 chozas incluyendo a Moisés y Elías. Se sigue interpretando muchas veces este texto diciendo que la gloria del tabor es una preparación, como un tomar fuerzas por parte de Jesús, para afrontar la pasión y muerte. Lo cual es erróneo porque, aunque supiera que iba a tener problemas, Jesús no podía pretender auto ensalzarse para compensar los sufrimientos futuros.
Y en segundo lugar porque si en Jesús habitaba la plenitud de la divinidad, quiere decir que Dios y su “gloria” nunca se separaron de él, estaba inmersa en su humanidad.
Dios nos lo ha dado todo desde el principio, su gloria está ya en nosotros. Es nuestra apertura y evolución lo que nos permitirá descubrirla y gozarla, ahora de forma limitada y plena al final. Eso es lo que Jesús se empeñó en mostrarnos y lo sigue haciendo en el Evangelio y en tantas personas.
Lo que pasa es que hay personas que le dan más importancia en su vida a la ley, al templo, al culto, a las imágenes, a los santos, a quienes consideran representaciones de Dios. Pero todo eso está “fuera” de nosotros. Lo importante y verdaderamente determinante está dentro de nosotros. Es nuestra adhesión a Jesús, manifestada en el bautismo, lo que nos permite acceder a esa luz interior que es el motor de nuestra vida. Y transparentar esa luz es nuestra misión en la vida, a imitación de Jesús de Nazaret.
CREDO
Sacerdote.- ¿Creéis en Dios, que es nuestro Padre, que ha hecho todas las cosas y nos cuida con amor?
Todos.- Sí, Creemos.
Sacerdote.- ¿Creéis en Jesucristo, que ha puesto su Morada entre nosotros, para hacernos conocer a Dios Padre?
Todos.- Sí, Creemos.
Sacerdote.- ¿Creéis en el Espíritu Santo que vive entre nosotros, y anima a la Iglesia y a todos para hacer un mundo mejor?
Todos. Sí, Creemos.
Sacerdote: ¿Creéis en la resurrección y en la Vida eterna, que ya comenzamos a disfrutar aquí y disfrutaremos plenamente al final de nuestro camino por esta vida?
Todos. Sí, Creemos.
ORACIÓN UNIVERSAL
La transfiguración es una experiencia de confirmación para Jesús: en su camino, identidad y misión. El camino que ha tomado y su opción de y por la Vida son el sueño de Dios. Oremos.
Jesús, creemos en tu vida y mensaje
• Apostamos porque la Iglesia renueve su identidad y misión desde la Palabra, desde Jesús de Nazaret, confrontándose con las primeras comunidades; con su estilo de vida y misión.
Jesús, creemos en tu vida y mensaje
• Apostamos porque en todas y cada una de las comunidades de fe, acertemos a liberarnos de todas las adherencias que arrastramos y nos impiden ser Buena Noticia para los hombres y mujeres de hoy.
Jesús, creemos en tu vida y mensaje
• Apostamos porque la paz sea posible en Ucrania y en el mundo. Que cada uno de nosotros seamos semillas de otro mundo posible, donde el diálogo y la paz sean siempre el mejor camino.
Jesús, creemos en tu vida y mensaje
• Todos nosotros queremos apoyar con nuestro tiempo y nuestros bienes a tantas instituciones y ONGs que trabajan en favor de la paz, de la justicia, de los derechos humanos, del cuidado de nuestra Tierra.
Jesús, creemos en tu vida y mensaje
• Queremos apostar por una vida con hondura, con el color del Evangelio de Jesús, siempre a la escucha de los que más necesitan ser escuchados, testigos y presencia del Reino.
Jesús, creemos en tu vida y mensaje
Padre bueno, deseamos vivir atentos a tus señales, sabiendo aceptarlas, discernirlas, acogerlas y vivirlas y hacerlas nuestras en el vivir de cada día. Te damos las gracias por Jesús, nuestro Hermano y Maestro, que vive por los siglos de los siglos. Amén.
En el momento de presentar la OFRENDA de toda la Iglesia oremos a Dios Padre Misericordioso
El Señor reciba de tus manos esta OFRENDA…
ORACIÓN OFRENDAS
Junto con el pan y el vino, Señor, queremos ofrecerte hoy nuestros deseos de conocerte mejor, de amarte en los hermanos, y de trabajar por hacer un mundo más humano. Tú transformarás todo en pan de vida y bebida de salvación. PJNS
PREFACIO
El Señor está con vosotros
Y con tu Espíritu
Levantemos el corazón
Lo tenemos levantado hacia el Señor
Damos gracias al Señor nuestro Dios
Es justo y necesario
Te elevamos, Padre amantísimo, esta plegaria
para expresarte nuestro agradecimiento más sincero
por cuanto has hecho por todos nosotros.
En justa correspondencia
te dirigimos estas alabanzas
y nos unimos a todas las personas de buena voluntad para colaborar con ellas
en la construcción de un mundo más justo y en paz.
Sabemos que esa será tu mayor gloria.
Con todo cariño,
te alabamos, te adoramos, te damos gracias
y bendecimos tu nombre, Dios y Padre de misericordia.
Sólo Tú eres santo,
sólo Tú te mereces el nombre de Padre y Madre,
Escucha este himno que recitamos en tu honor.
SANTO, SANTO, SANTO
CONSAGRACIÓN Y PLEGARIA
SANTO eres en verdad, Padre,
y con razón te alaban todas tus criaturas,
ya que por Jesucristo, tu Hijo, Señor nuestro,
con la fuerza del Espíritu Santo,
nos das Vida y santificas todo.
Congregas a tu Pueblo sin cesar,
para que ofrezca en tu honor esta OFRENDA
desde donde sale el sol hasta el ocaso.
Recibimos tu Espíritu con alegría
para que santifique este pan y este vino
y se conviertan para nosotros
en el sacramento del Cuerpo y + la Sangre de Jesús,
en la Persona y la Vida de Jesús, aquí significadas.
Porque Él mismo,
la noche en que iba a ser entregado,
habiendo amado a los suyos,
que estaban en el mundo, hasta el extremo,
mientras cenaba con sus discípulos,
tomó un pan, y dando gracias te bendijo,
lo partió y lo repartió a sus discípulos, diciendo:
TOMAD Y COMED TODOS DE ÉL,
PORQUE ESTO ES MI CUERPO,
QUE SERÁ ENTREGADO POR VOSOTROS.
Del mismo modo, acabada la cena,
tomó el cáliz,
y, dándote gracias de nuevo,
lo pasó a sus discípulos, diciendo:
TOMAD Y BEBED TODOS DE ÉL,
PORQUE ÉSTE ES EL CÁLIZ DE MI SANGRE,
SANGRE DE LA ALIANZA NUEVA Y ETERNA,
QUE SERÁ DERRAMADA POR VOSOTROS
Y POR TODOS LOS HOMBRES
PARA ILUMINAR VUESTRAS VIDAS.
HACED ESTO EN CONMEMORACIÓN MÍA.
ÉSTE ES EL SACRAMENTO DE NUESTRA FE.
Así, pues, Padre, al celebrar ahora el memorial
de la ENTREGA de Jesús,
de su admirable resurrección y ascensión al cielo,
mientras esperamos su venida gloriosa,
te ofrecemos, en esta acción de gracias,
TODO lo que somos y tenemos.
Tú diriges tu mirada sobre esta OFRENDA de tu Iglesia
y reconoces en ella nuestra adhesión a Jesús,
que vino a revelarnos tu rostro
de verdadero Padre, que nos ama sin límite.
Nos unimos en este sacramento al Cuerpo y la Sangre de tu Hijo,
que se entregó por nosotros para dejarnos su ejemplo de Vida.
Y nos abrimos de todo corazón a tu Espíritu Santo
para ser iluminados y fortalecidos en el seguimiento de Jesús, tanto individual como colectivamente.
Y así, unidos como hermanos,
formemos con Cristo un solo cuerpo
y un solo espíritu.
Él nos transforma en verdaderamente humanos
en nuestro diario caminar hacia tu Heredad,
donde seguiremos alabándote
junto con tus elegidos,
con María, la Virgen Madre de Dios y madre nuestra, su esposo san José,
los apóstoles y los mártires,
y todos los santos,
que nos precedieron en el camino hacia Ti.
Te ofrecemos, Padre, nuestro compromiso de adhesión a Jesús,
que ratificamos en esta celebración,
para que contribuya a la Paz y
la Humanización del mundo entero.
Confirmamos nuestra lealtad con esta tu Iglesia,
que peregrina en la Tierra,
fortalecida por nuestra fe y caridad.
Nos unimos a TODOS tus hijos de este Pueblo,
iluminado y fortalecido por Jesús,
junto con sus servidores: el Papa Francisco,
nuestro Obispo N…,
el orden episcopal, los presbíteros y diáconos.
Tú atiendes los deseos y compromisos
de esta Familia,
que has congregado en tu presencia
en este domingo, día en que Cristo
venció a la muerte.
Él nos ha hecho partícipes de su Sabiduría y Fortaleza
para que imitemos su ejemplo
en el camino hacia tu Heredad eterna.
Te damos GRACIAS porque nuestros
hermanos difuntos…, familiares,
amigos y miembros de nuestra Comunidad,
tras su maduración en este mundo,
ya disfrutan contigo en tu casa del Cielo.
Queremos ser parte del Reino interior,
que tu Hijo nos reveló,
y extenderlo a nuestro mundo
para que podamos gozar TODOS de tu felicidad eterna, junto con Cristo, Señor nuestro,
por quien concedes al mundo todos los bienes.
Por Cristo, con Él y en Él, a ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos. Amén
PADRENUESTRO
PADRE Y MADRE NUESTRA
EN QUIEN SOMOS Y VIVIMOS.
Santificado sea tu nombre.
Venga a nosotros tu reino.
Hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo
TÚ NOS DAS HOY
NUESTRO PAN DE CADA DÍA.
TÚ PERDONAS NUESTROS PECADOS
Y NOSOTROS QUEREMOS PERDONAR
A LOS QUE NOS OFENDEN.
No nos dejes caer en la tentación.
Y líbranos del mal. Amen
CORDERO DE DIOS
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo, Tú TIENES piedad de nosotros
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo, Tú TIENES piedad de nosotros
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo, Tú NOS DAS la paz
Jesús nos invita a ser pan partido y repartido para los demás.
ORACIÓN FINAL
Quiero subir y bajar, Señor, contigo y contemplar, cara a cara, el Misterio de Dios que –estando escondido- habla, se manifiesta y te señala como Señor.
Quiero subir y bajar: Ascender para contemplar tu gloria, bajar para dar testimonio de ella en la vida de cada día en los hombres que nunca se encaminaron a la cima de la fe, al monte de la esperanza, a la montaña donde, Dios, siempre habla
nunca defrauda y siempre dice que nos ama.
Quiero subir y bajar, Señor; no quedarme en el sentimentalismo vacío, no quedarme crucificado por una fe cómoda ni huir de la cruz de cada día.
Entender, Señor, que para bajar es necesario, como Tú, subir primero: a la presencia de Dios, para vivirlo ante la voz de Dios, para escucharlo ante la fuerza de lo alto, para que la vida brille luego con el fulgor y el resplandor de la fe.
Quiero subir, Señor, al monte Tabor y contemplar cara a cara, ese prodigio de tu brillante divinidad sin olvidar que, como nosotros, también eres humano.
Muéstranos, Señor, tu rostro y, que para bajar al llano de cada día, no olvidemos nunca de buscar y anhelar los signos de tu presencia. Amén.
BENDICIÓN
El Señor os bendice, os guarda
y en sus palmas os lleva tatuados.
Os acompaña en todos los caminos.
Y hace prósperas las obras de vuestras manos.
Sentíos siempre abrazados y bendecidos por este Dios enamorado,
Padre, Hijo y Espíritu Santo.