Será Navidad... Soñamos
Allá donde estemos o con quiénes las vivamos, con los ausentes físicamente, estarán presentes en nuestro corazón la gente que queremos. Habrá distancia física pero la cercanía del corazón que ama, nos llenará de alegría, quizás la añoranza duela pero el gozo por saber que están bien, nos ayudará a ser agradecidos por tanto bueno que hay en nuestra vida y las personas que forman parte de ella.
| Gemma Morató / Hna. Ana Isabel Pérez
Desde hace muchos años, en mi familia, las navidades se han vivido en la casa de los abuelos y aunque ellos ya no están físicamente, la tradición se ha continuado, aumentando los miembros de la familia y este año damos gracias a Dios por dos pequeños de apenas un año que iban a empezar a vivir esa tradición familiar.
Ahora es una realidad que no podrá ser como hubiera gustado, que costará, que se hará tan extraño pero por otro lado, lo que nos une sigue permaneciendo y es ahí donde cobra más fuerza el amor que no se verá truncado por un año tan distinto, donde el no estar físicamente será el mejor regalo porque si algo queremos y deseamos desde las entrañas es lo mejor para los que amamos y la tarea ahora es de cuidarnos. Y así, tantas familias, con sus historias, les pasará lo mismo en estas fechas navideñas.
Es cierto, que desde ya soñamos con poder vivirlo juntos el próximo año, que se quede en tan solo, en estas navidades diferentes y ojalá que así sea, ya que, será buena señal y buena noticia para todos, para el mundo que habitamos.
Ahora nos toca vivir este presente, sin olvidar lo esencial, que tanto en estas Navidades como las del año pasado, como las de los años posteriores que vendrán, nos anuncian una buena noticia: “Hoy nos ha nacido un Salvador, el Mesías, el Señor”.
Allá donde estemos o con quiénes las vivamos, con los ausentes físicamente, estarán presentes en nuestro corazón la gente que queremos. Habrá distancia física pero la cercanía del corazón que ama, nos llenará de alegría, quizás la añoranza duela pero el gozo por saber que están bien, nos ayudará a ser agradecidos por tanto bueno que hay en nuestra vida y las personas que forman parte de ella.
Será Navidad si celebramos el misterio de Dios que viene a nosotros con José, María y el niño-Dios que nace en Belén, en nuestro corazón. La Sagrada Familia volverá a estar junta, de gran fiesta, en el silencio, en la alegría del AMOR que nace para darse en plenitud.
Entonces volverá a ser Navidad…”Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres de buena voluntad”.