Tras tres años de deliberaciones, "todos los temas importantes están sobre la mesa" Alemania: ¿Tiene futuro el Camino Sinodal o ha entrado en una vía muerta?
Después de tres años, ¿qué es lo que ha quedado en pie de las deliberaciones y votaciones efectuadas en esas cinco asambleas donde, no lo olvidemos, los obispos tenían derecho de veto (y lo ejercieron)? ¿Qué cabe esperar que se encuentren los 230 delegados que volverán a reunirse dentro de tres años para examinar los avances realizados en este período?
A modo de balance efectuado por los presidentes del Camino Sinodal (el presidente de los obispos alemanes y la presidente de comité de laicos), la impresión que queda es que “todos los temas importantes están sobre la mesa”. Es decir, se han avanzado en algunas cuestiones, pero los temas más polémicos y que más rechazo han encontrado entre los obispos (y el Vaticano), siguen a la espera de una concreción que, en la mayoría de los casos, sólo se podrá realizar mediante un pronunciamiento al respecto del Papa
Tres años después de celebrada su primera asamblea general, el pasado 11 de marzo se clausuraba en Fráncfort la quinta y, por ahora, última asamblea del llamado Camino Sinodal alemán, una iniciativa surgida tras el schok producido en el año 2019 por los informes sobre los abusos sexuales en el seno de la Iglesia germana.
El ansia de renovación prendió pronto y fuerte en una comunidad que asistía entre atónita y desilusionada a una decepción colectiva. Los laicos, apoyados por un grupo de pastores, se embarcaron desde entonces en la elaboración de una hoja de ruta reformista que ha asustado al Vaticano y obligado al Papa a delimitar el camino para evitar el peligro de un cisma que ha sobrevolado en algunas sesiones y, de paso, tratar de mantener libre de contagio al propio Sínodo sobre la Sinodalidad que, con distintas sensibilidades y también velocidades, se ha ido desarrollando en paralelo y que desembocará en la la asamblea de octubre de 2024 en el Vaticano.
¿Qué se encontrarán dentro de tres años?
Pero, después de tres años, ¿qué es lo que ha quedado en pie de las deliberaciones y votaciones efectuadas en esas cinco asambleas donde, no lo olvidemos, los obispos tenían derecho de veto (y lo ejercieron)? ¿Qué cabe esperar que se encuentren los 230 delegados que volverán a reunirse dentro de tres años para examinar los avances realizados en este período?
A modo de balance efectuado por los presidentes del Camino Sinodal (el presidente de los obispos alemanes y la presidente de comité de laicos), la impresión que queda es que “todos los temas importantes están sobre la mesa”. Es decir, se han avanzado en algunas cuestiones, pero los temas más polémicos y que más rechazo han encontrado entre los obispos (y el Vaticano), siguen a la espera de una concreción que, en la mayoría de los casos, sólo se podrá realizar mediante un pronunciamiento al respecto del Papa.
Así, durante estos años, se aprobaron tres textos base ("Poder y separación de poderes en la Iglesia - Participación conjunta y participación en la misión"; "La mujer en los servicios y oficios de la Iglesia"; y "La existencia sacerdotal hoy"), un texto de orientación y un preámbulo para el camino sinodal.
Tumbado el texto base más esperado
Sin embargo, el texto base que más expectación había concitado entre la mayoría de los participantes ("Vivir en relaciones exitosas - vivir el amor en la sexualidad y el compañerismo"), fue tumbado durante una tormentosa sesión debido al voto de bloqueo de los obispos, que hicieron imperar entre ellos una mayoría de dos tercios.
Ahora, en estos tres años hasta la próxima reunieron, se seguirán estudiando las resoluciones aprobadas. Como recuerdan en un amplio análisis el portal Katholisch, ninguna de ellas "puede obligar a los obispos diocesanos individuales a hacer nada, ni pueden cambiar la enseñanza de la Iglesia. Por lo tanto, las resoluciones que se han implementado a nivel de la Conferencia Episcopal Alemana o en diócesis individuales son recomendaciones a los obispos, mientras que las cosas que solo pueden decidirse universalmente" quedan bajo la decisión del Papa.
Con estas consideraciones previas, esto es lo que ha salido de las cinco asambleas generales del Camino Sinodal y esto es lo que queda por resolver, y dependiendo de las competencias, ya sea a nivel de Iglesia en Alemania o de la Iglesia universal.
Texto base Poder y Separación de Poderes
Se ha apostado por "fortalecer la sinodalidad de manera sostenible" mediante "un consejo sinodal para la Iglesia católica en Alemania", pensado en que tuviese su influencia tanto en la propia conferencia episcopal, como en las diócesis y parroquias. Sin embargo, el pasado enero, el Vaticano envió una contundente carta en donde rechazaba de plano esa figura, haciendo oídos a una preocupación expresada por un grupo de pastores alemanes.
Sin embargo, "el comité sinodal constituido como órgano preparatorio deberá asesorar sobre cómo conciliar la clara voluntad de un nuevo órgano de cogestión con las exigencias romanas", lo que, en palabras del presidente del Episcopado, Georg Bätzing, supone seguir explorando esa posibilidad (de la que no quieren apearse) con el código de Derecho Canónico en la mano. El plazo para conseguirlo es hasta marzo de 2026. En este texto base también figura la solicitud de que los creyentes deben participen en la elección de los pastores.
Sacerdocio y celibato
El segundo texto base se refiere, entre otras cuestiones, a "la existencia sacerdotal hoy", donde se contempla el celibato. En este sentido, y aunque como se ha dicho, el texto ha sido adelante con el voto de la mayoría de los delegados, se reconoce, dado que se aborda "la admisión de hombres casados, la dispensa del celibato y la posibilidad de diferentes formas de tratar el celibato en diferentes iglesias particulares" que está sujeto al voto del Vaticano.
Lo que no admite género de duda es el tratamiento que -también abordado aquí- ha de darse a los abusos sexuales. De hecho, y dado que no se necesita de supervisión vaticana sino que lo puede implementar la conferencia epicsopal, el Camino Sinodal "ha decidido crear un amplio catálogo de medidas de prevención, que consiste en medidas primarias (crear las condiciones marco que previenen los actos), secundarias (hacer frente a comportamiento problemático) y prevención terciaria (que se ocupa de los delitos cometidos)".
Mujeres en los servicios y oficios en la Iglesia
El del papel de la mujer en la Iglesia ha sido también uno de los grandes y más controvertidos temas tratados por el Camino Sinodal, dado que se pedía la posibilidad de la ordenación femenina. Aprobado el texto base, y conscientes del rechazo y recelos que esta cuestión conlleva, y que requiere la aprobación de la Santa Sede, se ha pasado la patata caliente a los obispos, instándoles, por un lado, a "elaborar una norma particular, es decir, una ley eclesiástica válida para el área de la conferencia episcopal, con la cual los laicos también pueden oficialmente predicar en la celebración de la Eucaristía".
Y, por otro lado, sobre el texto "Mujeres en los ministerios sacramentales - Perspectivas para la discusión de la iglesia universal", se encomienda también a los pastores a que "hagan campaña para la admisión de mujeres al diaconado sacramental a nivel de la iglesia universal, al menos para las Iglesias particulares en las que esto se desea", además de hacer lo propio "sobre la consagración sacramental de la mujer en el discurso de la iglesia universal".
Repensar la doctrina sobre la homosexualidad
En cuanto a las enseñanzas y doctrina de la Iglesia sobre la homosexualidad, abordadas en el texto base sobre "La vida en las relaciones exitosas",el Camino Sinodal insta a "repensarla" éticamente, pues "no debe evaluarse de manera diferente a la heterosexualidad", por lo que se reclama modificar el Catecismo, así como que "la Iglesia debe confesar su culpa, pronunciarse en contra de las terapias de conversión y no excluir a nadie de los servicios y oficios por su sexualidad". Eso sí, son consciente de que, para todo ello, se necesita la autorización del Pontífice.
Igualmente, se pide a los obispos alemanes tener en cuenta "los intereses de las personas transexuales e intersexuales en el trabajo pastoral y la administración" y se votó para pedir al Papa "garantizar que las personas transgénero e intergénero en nuestra Iglesia puedan vivir sus vidas y su fe en su ser como criaturas de Dios sin prejuicios, sin hostilidad y sin discriminación".
En este sentido, y a nivel de la Conferencia Episcopal Alemana y del Comité de los Laicos alemanes, se le insta a "elaborar un folleto para celebrar celebraciones de bendición" de estas parejas, señalando que "nadie debe ser obligado a presidir tales celebraciones, nadie que preside tal bendición debe enfrentar una acción disciplinaria", conscientes de que también esta medida contará con rechazo en el Vaticano.
A partir de ahora, los delegados se ponen a trabajar en estos mandatos del Camino Sinodal. Tienen tres años, hasta la próxima asamblea general, para evaluar la implementación de lo acordado.
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