El cardenal aborda el escándalo financiero, que ha saltado antes de la visita del Papa Hollerich: "La gente tiende a olvidar que Cáritas Luxemburgo es en realidad la víctima y no el culpable"

El próximo 26 de septiembre, el Papa viajará a Luxemburgo, dentro de una gira de tres días que también le llevará a Bruselas y Lovaina. Justo antes del viaje, ha saltado el escándalo de Cáritas Luxemburgo, al conocerse que un empleado ha robado 61 millones de euros de la organización. El primer ministro luxemburgués, Luc Frieden, ha subrayado que el Estado no dará "ni un euro" a la institución hasta que se acalare la situación, al tiempo que ha exigido un administrador interino a la institución católica, a la que el Estado, y no la Iglesia, financia. 

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Por su parte, Cáritas Luxemburgo anunció haber contratado una auditoría externa para comprobar "cómo fue posible una malversación de fondos de esa magnitud y durante un periodo de casi seis meses". Por su parte, el director, Marc Crochet, ha denunciado que han sido "engañados y utilizados".

Esta es, también, la tesis del cardenal de Luxemburgo, Jean Claude-Hollerich, quien en una entrevista con KNA lamenta que "la gente tiende a olvidar que Cáritas es en realidad la víctima y no el culpable". El relator del Sínodo de la Sinodalidad, que acogerá al Papa en el principado, admitió que "somos una Iglesia pequeña" que "ya no podrá hacer frente financieramente a los proyectos de Cáritas", una institución que, señaló, "tiene más empleados que toda la diócesis".

El purpurado no ve el futuro de la institución con optimismo: "Desgraciadamente, no tenemos dinero para salvar Cáritas. Ahora lo hace el Estado, habrá una organización sucesora llamada Hut - Hellef um Terrain', pero no hay nada cristiano en ella", lamenta, apuntando, no obstante, que "Cáritas ha hecho un buen trabajo".