"Bajan las cifras, pero a calidad del cristianismo sigue igual en este pequeño país europeo" ¿Qué Iglesia espera y acoge al Papa en Malta?: De la cantidad a la calidad

Malta, se dice, es uno de los países más católicos en el mundo. Pero, ¿es cierto esta afirmación? La isla de Malta tiene raíces milenarias de fe católica. Sin embargo, sabemos que la realidad cristiana en Malta ha cambiado. Los cambios se experimentan en tres niveles: los números, las vocaciones y el multiculturalismo.

Hace algunos años muchos se referían a Malta con la frase “Malta católica”. Esta frase describía exactamente el pueblo maltés, porque todo giraba en torno a la fe católica. La mayoría absoluta eran bautizados e ir a misa era la manera de comenzar el domingo. Sin embargo, bajo la influencia de los nuevos valores europeos y de la secularización que afecta a la Iglesia en todo el mundo, las cosas han cambiado rápidamente.

Las iglesias están cada vez más vacías y la mayoría de los que participan son mayores. Para muchos, la fe significa solamente tradiciones culturales y no fe vivida. Pocos dan importancia a la formación cristiana y algunos deciden no bautizar sus hijos o no casarse por la Iglesia. Además, en 2011, Malta legalizó el divorcio, en 2017, el matrimonio gay y en 2018, la congelación de embriones. Además, el gobierno también va a empezar las discusiones sobre la legalización de la eutanasia y quizás también sobre el aborto.

Malta fue durante muchos años cuna las vocaciones sacerdotales y religiosas. El número de vocaciones era increíble en comparación con el número de habitantes de la isla. Además, un gran numero iba de misión por todo el mundo. Hoy, las vocaciones son un problema como toda Europa. Hoy, Europa es tierra de misión. También Malta siente la falta de vocaciones por dos razones: disminución de nacimientos y secularización del país. 

Otra realidad es el multiculturalismo. Para algunos es una ventaja, porque es una realidad de encuentro y de aprendizaje. Para otros es un problema, porque experimentan la dificultad de conectar con personas diferentes, culturas diferentes y religiones diferentes al cristianismo. El racismo es una realidad que se siente en Malta. Esta es una gran contradicción en un pueblo que sigue identificándose con el cristianismo a pesar de su actitud negativa ante las culturas del mundo.

¿Hay que preocuparse? ¿Hay que ser negativos? Obviamente no. El pueblo cristiano sabe que tiene que trabajar más. Tiene que estar más centrado en la calidad que en la cantidad. Los números siempre son bellos, pero el Evangelio necesita gente comprometida. En Malta hay muchos cristianos que toman la formación en serio y se comprometen en los diversos sectores de la sociedad en favor de la dignidad de la persona. 

Por lo tanto, si hemos empezado nuestro articulo subrayando los cambios que Malta ha experimentado, el futuro es positivo porque la fidelidad de la Iglesia en favor de los valores cristianos sigue siento muy fuerte. A pesar de que los numeros bajan cada día, la calidad del cristianismo sigue igual en este pequeño país europeo.

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