"Estamos experimentando en Europa una 'globalización de la indiferencia'" Omella, en el encuentro de Bari: "En Europa, la gente mira con desafección y decepción a la Iglesia"
"Estamos experimentando en Europa una 'globalización de la indiferencia' y un cambio de época que no permite vislumbrar soluciones en el horizonte y en el camino a seguir"
"Lo que atrae a las nuevas generaciones hoy en día sólo pueden ser comunidades donde haya comunión, fraternidad, amor y alegría, recordando la frase del Evangelio de los primeros cristianos: 'Mirad cómo se aman y cómo están dispuestos a dar la vida por los demás'"
"La Iglesia tiene dos mil años de historia y está llena de defectos, pero también es la mejor madre que durante todo este tiempo ha guardado el mejor tesoro que la humanidad todavía puede encontrar hoy en día y que es el mensaje de Jesús"
"La Iglesia tiene dos mil años de historia y está llena de defectos, pero también es la mejor madre que durante todo este tiempo ha guardado el mejor tesoro que la humanidad todavía puede encontrar hoy en día y que es el mensaje de Jesús"
"Estamos experimentando en Europa una 'globalización de la indiferencia' y un cambio de época que no permite vislumbrar soluciones en el horizonte y en el camino a seguir". Por eso es importante "escuchar y discernir juntos dónde sopla el Espíritu". Lo dijo el arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, uno de los participantes españoles en el 'Encuentro sobre el Mediterráneo', que se está celebrando en la ciudad italiana de Bari, en declaraciones recogidas por la agencia SIR.
La segunda jornada del convenio 'Mediterráneo, frontera de paz', se centró en el tema de la transmisión de la fe a las nuevas generaciones. Y, en este ámbito, el cardenal catalán tiene dos convicciones bien arraigadas y contrastadas en su ya larga experiencia pastoral.
La primera es que la fe se transmite por testimonio y no por palabras. La segunda, que lo que atrae a las nuevas generaciones hoy en día sólo pueden ser comunidades donde haya comunión, fraternidad, amor y alegría, recordando la frase del Evangelio de los primeros cristianos: "Mirad cómo se aman y cómo están dispuestos a dar la vida por los demás".
Siempre autocrítico, el prelado español reconoció que, "en Europa, la gente mira con desafección y decepción a la Iglesia", especialmente por la plaga de los abusos y por la creencia de que dispone de mucho dinero.
"La Iglesia tiene dos mil años de historia y está llena de defectos, pero también es la mejor madre que durante todo este tiempo ha guardado el mejor tesoro que la humanidad todavía puede encontrar hoy en día y que es el mensaje de Jesús", concluyó el cardenal Omella.