Koinonía Juan Bautista cuenta con casas en Madrid, Cádiz y Astorga Suiza: Los obispos prohíben una comunidad carismática con presencia también en España

El obispo de Lausana-Ginebra-Friburgo, Charles Morerod, ha prohibido la comunidad carismática Koinonia Juan Bautista, un pequeño grupo “con rasgos sectarios” formado por cuatro laicos y el sacerdote Olivier Bagnoud, que, según informa Kath.ch, “celebra misas de sanación y cree que pueden realizar los milagros de Jesús”.

Monseñor Morerod le retiró el pasado 20 de marzo el reconocimiento diocesano que tenía esta organización (instalada en una veintena de países, entre ellos, España), toda vez que fue conocedor de esas actividades y, también, del hecho de que, en 2020, el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida ya se había negado a reconocer a esta entidad, que asegura contar con un total de 10.000 miembros en los cinco continentes. Asimismo, se ha instado al grupo a abandonar antes del verano la casa en la que viven en la localidad de Semsales, y prohibido al cura ejercer toda actividad espiritual.

Preguntado el obispo “por qué no verificó el estado canónico de la comunidad antes de darle la bienvenida en 2020”, asegura que “supuse que tenía estado canónico porque están representados en muchas diócesis. Eso fue un error", a la vez que reconoce ignorar los motivos por los que el Vaticano les ha denegado el reconocimiento canónico: "Espero que se conozcan los motivos", señala el obispo de Lausana-Ginebra-Friburgo.

La acción carismática del 'KeKaKo'

Creada en 1979 en Italia por el argentino Ricardo Argañaráz, Koinonía Juan Bautista “quiere ser una comunidad de amigos que anuncia a Jesús resucitado con el poder del Espíritu Santo” y su espiritualidad se basa en la KeKaKò, que “se caracteriza por la unión de tres elementos: el anuncio kerigmático (Ke), la acción carismática (Ka) y el amor de amistad o Koinonía (Ko)”, según señala en su página web.

Pero, según la citada fuente, los problemas también comenzaron pronto y “en 1999, su fundador, Argañaraz, tuvo que renunciar a todas las funciones de gestión por presiones de Roma. Hay rumores de malversación de fondos. Tal vez otros incidentes también. No se sabe exactamente. La posible evidencia no es pública”, señala Kath.ch.

"Cree que tiene un don para curar"

Activa en Suiza desde, 2012 el sacerdote Olivier Bagnoud celebra "misas de sanación" primero en la diócesis de Sion, donde fue ordenado y a partir de 2014 en la diócesis de Lausana-Ginebra-Friburgo. “Bagnoud cree que tiene un don para curar y sugiere que puede ver a los ciegos y hacer que los cojos vuelvan a caminar. Por supuesto que no dice que es Jesús. Probablemente él tampoco lo crea así. Pero parece creer que sus oraciones obran los milagros de Jesús.

"La Iglesia oficial no comparte esta creencia. En 2014, la diócesis de Sitten le prohibió estar espiritualmente activo. Lausana-Ginebra-Freiburg es ahora la segunda diócesis de habla francesa en seguirla”, asegura la publicación ligada a la Iglesia católica en Suiza.

Tres casas en España

En la actualidad, Koinonía Juan Bautista “cuenta con más de 30 comunidades de convivencia de vida celibataria, a las cuales se suman numerosas realidades”, según señala la propia organización, con un total de 10.000 miembros, entre laicos, consagrados y sacerdotes.

En España, cuenta con comunidades en Madrid, Cádiz (Puerto Real) y Astorga (Villardeciervos), donde, según ha sabido Religión Digital, desarrollan labores pastorales en colaboración con sacerdotes diocesanos y llegados de otros países de la Europa del Este. Lo que se ignora es si esta “asociación privada de fieles al servicio de la nueva evangelización”, dirigida desde junio de 2019 por Giuseppe De Nardi, como Pastor General, no ha sido reconocida por el dicasterio que preside el cardenal Kevin Farrell.

Del 7 al 9 de marzo, España también albergó el Retiro de los célibes de Europa Sur y Oeste en Camparmó, tres días, según la web, “intensos, guiados principalmente por el padre Fundador, marcados por la espera y la alegría de encontrarnos después de mucho tiempo. La llamada a la virginidad por el Reino de los cielos existe en la medida en que somos capaces de relacionarnos personalmente con el Señor Jesús y comunitariamente con los amigos con quienes vivimos. ¡De este modo se alimenta la esperanza y aumenta el gozo!”.