Debemos profanar esta democracia que profana el ser humano
Dios no murió, ele se transformó en dinero. Esta es la famosa afirmación de Giorgio Agamben. Esta idea explicita la función religiosa que ha tomado el capitalismo: con una violencia economicista que se presenta como dogma. No podemos llamarnos al engaño, siempre religión y política estuvieron relacionadas.
Agamben trata de comprender el sentido genético del termino y las intersecciones entre lo teológico y lo político Si consagrar es tornar a algo sagrado o sea aislarlo y darle un símbolo religioso, profanar no equivale a tornar algo impuro, sino restituir a los hombres algo que fue retirado del uso común. En este sentido el término tiene un significado positivo.
Profanación no se identifica con secularización que es transformar algo que antes era sagrado en algo simplemente humano, natural. Así, los sistemas democráticos pasaron a ser un proceso de mistificación (engaño, falsificación). Actualmente la representación tomo el lugar de la democracia, porque esta fue aislada, de su esencia real y tornó ella solo los comicios electorales y como si existiese solo en función de ellos.
Notemos que la esencia de la democracia real se fundamenta en la igualdad real de lo común, que es el producto del trabajo de una sociedad, y es desvirtuada por el principio de “representación” que separa los que tienen voz en las instituciones de aquellos que, aunque griten, nunca son oídos. La democracia representativa aísla electores de elegidos, como antes el sacerdote en el altar estaba aislado de espaldas al pueblo.
De esta forma la democracia representativa, que actualmente solo representa el poder financiero, no es más que una plutocracia. No por casualidad, en los países considerados más libres del mundo: Reino Unido y Estados Unido, la fábrica de opinión o la propaganda nasció en 1920.
Como bien señala Chomsky (América rebelde-Una entrevista con N. Chomsky Por D. Mennet 08/08/2007) esta falsa democracia liberal, tomó consciencia que, para dominar, no basta la violencia, era necesario crear una justificativa dominadora, una ideología, que se fundamente en el bien del dominado (Cuando Hitler invadió los Sudetos, en 1938, lo hizo como una intervención humanitaria para impedir una limpieza étnica).
La industria de relaciones públicas que nasció en 1920 produce actualmente consentimiento, aceptación y sumisión. Así consiguió “sacralizar” la democracia representativa como algo intocable, que no puede ser modificado, pensar en otra forma de democracia que rompa con esta farsa representativa sería profanarla. Agamben llama a profanar esa falsa democracia.
El actual presidente de Francia e su discurso a sus embajadores manifestó, en un extraño gesto de sinceridad, que la soberanía popular acabo, tanto en Francia como en Europa, no existen más democracias nacionales o supranacionales, pero si un catálogo heterogéneo de cosas e ideas que constituyen el bien común (The real agenda news 08/09/17).
Más allá de Agamben
La alienación en el mundo del trabajo significa que el trabajador no es considerado como una persona, con todas sus necesidades, sino en función de su valor económico, no representa más que una cantidad de dinero, que es un valor simbólico, virtual.
La alienación también significa que la persona alienada ha perdido el control de sí mismo y es controlada por otro poder: el patrón, la propaganda, el Estado etc.
El capitalismo ha evolucionado colocando en la relación entre el trabajo y el capital primero la alienación de los productores por la plusvalía, luego la alienación de todo el sistema de producción por el crédito bancario, El dinero, como el crédito son solamente símbolos de un producto que tiene un valor, aquí apareció la usura bancaria que tuvo una resistencia en su origen por todas las religiones, pero que posteriormente fue lentamente siendo lamentablemente aceptada, por las medio verdades, por el cristianismo protestante primero y católico después. Actualmente el símbolo se transformó en un valor que puede ser reproducido, sin producir nada, por mera especulación financiera. Es el vértice más elevado de la alienación.
Este financierismo virtual, es igualmente, en su esencia, una mera representación de valor que debe ser profanado como la democracia representativa.
Ladislau Dowbor, un verdadero profesor de una universidad católica, la de San Pablo, Brasil, ha escrito un libro “A era do capital improdutivo” mostrando a temible concentración de riqueza y poder financiero e industrial. Las aplicaciones financieras, rinden en media en el mundo 7% al año, el progreso en la producción en la media del mundo es 2 a 2,5%, solo China tiene el 7%. Así si un capitalista tiene un billón de dólares, y aplica a un modesto interés de 5%, gana 137 mil dólares al día sin hacer nada. Ese dinero se incorpora a la cuenta de él, diariamente y con los 5% de interés se transforma en una bola de nieve que crece aisladamente de los procesos productivos.
Es un mecanismo, por lo menos para las grandes corporaciones que dominan estos procesos financieros, sin ningún riesgo. Pura usura que Hilaire Belloc decía en 1911 llevaría al fin del cristianismo, como vemos actualmente.
Pero lo más grave, que no aparece en Agamben, es que si consideramos como decía Mons Angelelli, mártir de la dictadura militar neoliberal de Argentina, que “la iglesia deberá jugarse hasta el martirio si fuera necesario, en el cumplimiento de su misión, para que los hombres y los pueblos sean siempre templos vivos de Dios y tratados como tales” (ver RD “Decadencia del catolicismo latinoamericano en la actualidad” parte II), este sistema está profanando los templos de Dios que son las personas humanas, porque este sistema como afirma Francisco mata.
¿Muchos se preguntarán porque mata? Actualmente según informes de FAO e UNICEF, mueren aproximadamente 25 mil personas por día de hambre, existen 795 millones de personas que pasan hambre en un mundo que tiene todos los recursos y condiciones de superar el problema, se estima que 8.500 niños mueren por día a causa de la desnutrición severa y que 160 millones de niños sufren raquitismo, mientras nos encontramos que existen 686 millones de obesos y l.650 millones con sobrepeso, finalmente las enfermedades no consideradas rentables para las grandes industrias farmacéuticas matan entre 500 mil a 1 millón de personas en África, Asia y América Latina.
Santo Antonio decía “El estiércol reunido en casa exhala muy mal olor, disperso fecunda la tierra. Así acontece con las riquezas: deben ser dispersas, esto es, distribuidas y restituidas a los pobres, que son sus dueños, y así han de fecundar la tierra del espíritu y hacerla fructificar”.
El mundo de hoy está en absoluta oposición a esta advertencia del Santo respecto de todas las riquezas concentrada, especialmente en Europa y EEUU, en detrimento del resto del mundo
¿Porque digo que los pobres son sus dueños? En una investigación realizada por el Inesc (Instituto de Estudios Socioeconómicos) en colaboración con el Centro de Investigaciones aplicadas dela escuela de Economía de Noruega) han demostrado científicamente que entre 1980-2012 de los países en desenvolvimiento (menos China) hubo transferencias registradas a los desarrollados de 1,1 trillón de US$ y 10,6 trillones de US$ a partir de fugas no registradas de capitales por los paraísos fiscales (7 trillones de US$ por medios ilegales). Roban con mentiras, falsificaciones, lavado del narcotráfico etc. que van a sus bancos llenos de dinero.
Lo triste es ver como católicos de clase media, burgueses, seducidos por las mentiras difundidas por los medios de comunicación masiva apoyan aun este sistema capitalista de muerte, especialmente en América Latina que tuvo tantos ejemplos de profetas desde Bartolomé de Las Casas hasta Don Helder Cámara, mártires desde Montesinos a Romero. La pregunta es ¿Cómo es posible reformar esta Iglesia, este catolicismo burgués en el sentido más peyorativo del término? No ven que están destruyendo los verdaderos templos de Dios que son los seres humanos como decía Mons. Angelelli, Mártir de una dictadura que decía defendía la civilización occidental y cristiana, cuando en realidad defendía el orden neoliberal anticristiano.
La simple lógica indica que esta concentración de riquezas de todo tipo, siguiendo su camino, va llevar a la edificación de un nuevo templo para adorar al dinero y será la manifestación final de todo lo opuesto a Cristo, en una persona; el anticristo. El símbolo seductor de la falsificación democrática será substituido por su oscura realidad.
