"Su ataque frontal es contra el Papa Francisco, la Misión Especial y, como no, contra todas las víctimas y sobrevivientes del Sodalicio" La última pataleta de Caccia y Blanco contra Jordi Bertomeu en el crepúsculo del Sodalicio

Giuliana Caccia y Sebastián Blanco en YouTube
Giuliana Caccia y Sebastián Blanco en YouTube

"Bertomeu tiene pasaporte diplomático, actuó siempre en la Nunciatura o embajada del Vaticano en Lima y, sobretodo, el Vaticano comunicó al Ministerio de Relaciones Exteriores su condición de diplomático"

"Los dos, por tanto, se presentaron en el mes de julio de 2023 como ‘víctimas del Sodalicio’ ante el investigador enviado por el Papa. En palabras sencillas, engañaron a la más alta jerarquía de la Iglesia"

Nuevamente debemos sufrir otro quejumbroso video protagonizado por la dupla Caccia-Blanco. Casi no nos dan tiempo de echar de menos a nuestros queridos Pimpinela.

Una pataleta que equivocadamente dirigen de nuevo hacia Monseñor Bertomeu. Una vez más, repiten como loros una serie de argumentos jurídicos que, con toda seguridad, no parecen lograr entender si no es con la ayuda de eminentes juristas de la casa sodálite como Percy García Cavero.

Para ponernos en contexto, sabemos que la Fiscalía archivó hace unas semanas la pretenciosa denuncia penal contra Monseñor Jordi Bertomeu Farnós.

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Bertomeu en Lima
Bertomeu en Lima

Una ‘estrategia comunicativa’ al descubierto

En modo forzado y a diferencia de Monseñor Scicluna, en el vídeo no se dirigen a él como Monseñor, sino por su nombre de pila o al máximo llamándole ‘padre’, para negarle de entrada su verdadero rango en la Iglesia.

En este primer engaño ponen al descubierto Caccia y Blanco su única estrategia: negar a Jordi Bertomeu su verdadera identidad diplomática en Perú.

Se ha confirmado con pruebas documentales que, curiosamente, han sido filtradas a los medios por Caccia y Blanco, que este alto oficial del Vaticano fue enviado a Perú por el mismo Papa en misión especial diplomática y no sólo como oficial del Dicasterio para la Doctrina de la Fe al que pertenece.

Tiene pasaporte diplomático, actuó siempre en la Nunciatura o embajada del Vaticano en Lima y, sobretodo, el Vaticano comunicó al Ministerio de Relaciones Exteriores su condición de diplomático. Esta es la pura verdad y todo lo demás es enredar y confundir como loros de parque que están en celo.

Una nueva revictimización contra nosotros, las víctimas del Sodalicio

El motivo de este circo organizado por los Pimpinela peruanos no es menor. Monseñor Bertomeu vino a entrevistar a las víctimas del Sodalicio. Entre las cuales no estaban Caccia y Blanco.

Caccia y Blanco, en Roma

En primer lugar, los dos, por mucho que pataleen, no pueden negar su absoluta cercanía al Sodalicio: Giuliana Caccia habría sido como mínimo directora de cinco de sus sociedades, en un holding empresarial más que sospechoso de malas prácticas financieras.

El otro protagonista del video, Sebastián Blanco, tampoco puede negar ser parte de la red empresarial sodalite. Por su parte, el flamante esposo de Caccia, Ignacio Blanco, aún no nos ha explicado su verdadera relación con Figari. Los tres orquestan un espectáculo cansino en el que, sin embargo, el guionista y productor no es otro que el siempre omnipresente padre Jaime Baertl.

Esta opereta sería hasta divertida si no fuera porque Caccia y Blanco juegan con víctimas que ya habíamos sido reconocidas como tales por alguna de las comisiones que han investigado y tratado los abusos del Sodalicio.

La dupla, Giuliana Caccia, presunta víctima en twiter (X) de víctimas reales del Sodalicio y su cuñado, Sebastián Blanco, se intentaron travestir de víctimas, primero del Sodalicio, luego de Bertomeu y ahora de la Fiscalía, a la que instrumentalizan del mismo modo que han hecho siempre el Sodalicio y sus abogados. No sé si en su atrevida ignorancia todos ellos son conscientes de cómo nos revictimiza esto a las víctimas reales.

Jaime Baertl

Su victimismo travestido

Los dos, por tanto, se presentaron en el mes de julio de 2023 como ‘víctimas del Sodalicio’ ante el investigador enviado por el Papa. En palabras sencillas, engañaron a la más alta jerarquía de la Iglesia. No una, sino dos veces: primero, intentando tomar el pelo a su enviado; después, al mismo Papa, pues fueron invitados al Vaticano porque en teoría estaban dispuestos a retirar su injusta denuncia para, al final, burlar al Santo Padre y seguir matoneando a la misión especial.

Por si fuera poco, Giuliana Caccia llevó a su esposo, Ignacio Blanco, ex secretario, amigo íntimo del abusador Figari y custodio de secretos y abusos inexcusables, ante el Santo Padre. ¿Alguien cree que despues de este agravio al Papa, cometido por los Pimpinela, en la Curia les quedarán ganas de volver a buscarles una cita?

Su ataque continuado no es solo contra Monseñor Bertomeu quien, sea dicho de paso, es de los pocos eclesiásticos que ha apostado por tutelar y acompañar a las víctimas.

Su ataque frontal es contra el Papa Francisco, la Misión Especial y, como no, contra todas las víctimas y sobrevivientes del Sodalicio. Intentaron desacreditar la Misión y solo lograron difamar a Bertomeu. Por suerte, la Misión concluyó como debía: la expulsión de algunos victimarios y la supresión de la maldita secta fundada por Figari.

Los que nos reunimos con Scicluna y Bertomeu en julio de 2023 en la Nunciatura de la avenida Salaverry, experimentamos por primera vez que alguien escuchaba nuestra tragedia de manera empática. Yo mismo se los agradecí personalmente.

Hay algo que, sin embargo, empeora si cabe la maldad de Caccia y Blanco: logran transmitir a sus seguidores en redes su desprecio y odio hacia la ‘misión especial’, en particular a Bertomeu. Son odiadores profesionales que, una vez más, buscan travestirse de ‘verdaderos católicos’. Difaman, calumnian y filtran impunemente.

El Papa con Pedro Salinas, Paola Ugaz y Elise Ann Allen
El Papa con Pedro Salinas, Paola Ugaz y Elise Ann Allen

El detràs de cámaras de este circo

Caccia y Blanco enredan y polarizan para venderse como ‘la derecha’ blanca y católica que salvará un Perú católico. Olvidan que nuestro país es católico, aunque también mestizo, honrado y con espiritu emprendedor. La sociedad está cansada de tanto elitismo y tanta vanidad. La misma Caccia tiene parte de su negocio en su actividad de lobby en un Congreso Peruano que no creo pueda lograr estar más desprestigiado como hoy lo está.

Es conocida por todos la actitud agresiva de la señora Caccia contra Martín Scheuch, la víctima sexual del sacerdote Baertl. Este, a su vez, dirige a sus apoderados en empresas entre los que se encuentran Giuliana Caccia, su esposo y su cuñado.

La reconocida víctima sexual de Jaime Baertl es también víctima de la socia en sus empresas, Giuliana Caccia. Esta, en cambio, alejándose de la verdad, afirma no tener nada que ver con el Sodalicio. Es más, dice que no hay ningún conflicto de intereses y que siquiera es necesario dar a conocer a sus seguidores que su actual (y reciente) esposo ha sido por muchos años secretario del Fundador y Superior General, quien a su vez ha sido expulsado del Sodalicio por acusaciones sexuales reconocidas por el mismo Moroni cuando ocupó el cargo de Superior General. Ignacio Blanco no habría visto nada a lo largo de los años.

El engaño de Caccia y Blanco

Caccia y Blanco, ultra católicos, y ‘true believers’, quizás logren distraer un rato si se logra superar el sopor que provocan sus lacrimógenos vídeos. Pesados hasta la náusea.

Creen que engañan a la opinión publica negando lo mas obvio: monseñor Bertomeu tenía y tiene rango diplomático y fue presentado como tal mediante una nota diplomática acogida por el Ministerio de Relaciones Exteriores Peruano.

El Papa y Bertomeu
El Papa y Bertomeu

Esta misión existe por voluntad del Santo Padre Francisco, jefe de Estado y cabeza espiritual de los católicos del mundo. Pero sobretodo, su rol ha sido reconocido por la Cancillería del Perú. Como afirma un buen abogado amigo mío, la ‘exención de jurisdicción de la misión es inapelable’.

Sus pataletas contra Bertomeu, en caso de ser acogidas, tampoco tendrían ningún recorrido: sus sospechas y simples hipótesis contra Bertomeu por una inexistente violación del secreto de oficio, caen contra todas las evidencias y pruebas presentadas por Paola Ugaz, Pedro Salinas, Raúl Tola y demás afectados.

Queda, sin embargo, lo importante. Acusan a Bertomeu de querer burlar la justicia peruana amparándose en su condición diplomática. Piensa el ladrón que todos son de su condición: son precisamente ellos los que instrumentalizan la justicia peruana amparándose en la riqueza del Sodalicio.

Un show que se acaba

¿Cuántos peruanos conocen ustedes que pueden sostener peleas, una y otra vez en causas perdidas ante los tribunales, gastando ingentes cantidades de dinero? Yo solo al padre Jaime Baertl y unos cuantos más potentados 'sodalovers', los que pagan a los abogados de nuestros Pimpinela.

Sodalicio
Sodalicio

La verdad, incluso en nuestro Perú que permite estos episodios lamentables y bochornosos, saldrá más tarde o temprano. Me pregunto si las élites bien pensantes de Lima la sabrán reconocer en este crepúsculo de los dioses del Sodalicio.

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