Padrenuestro de la consciencia
¡Oh, Fuente de la consciencia!,
ayúdame a vivir desde Ti,
no desde el cuerpo o la mente.
Enséñame a descubrir
que todo es perfecto y necesario.
Dame una ración diaria de despertar,
y dame también entrañas
de comprensión y misericordia
ante las sombras propias y ajenas.
No me dejes ceder a lo ilusorio
y líbrame de todo juicio para siempre.
Amén.