Histórico encuento ecuménico entre el patriarca de Constantinopla y el cardenal de Madrid Bartolomé: "No podemos aceptar que ninguna religión utilice el nombre de Dios para justificar la violencia"

Bartolomé y Cobo, en la Almudena
Bartolomé y Cobo, en la Almudena Ignacio Arregui/Infomadrid

"No podemos aceptar que ninguna religión utilice el nombre de Dios para justificar la injusticia. Debemos alejarnos de cualquier fanatismo que en nombre de Dios invoca una visión única que no respeta la peculiaridad de cada ser humano", clamó el patriarca de Constantinopla en las vísperas celebradas, junto al cardenal Cobo, en la catedral de La Almudena

"Recemos juntos para que nuestras iglesias tengan el coraje de afrontar todos los problemas que nos dividen, apostando por un diálogo teológico oficial con la firme voluntad de estudiar juntos"

Cobo señaló que "la convencia en Dios y en paz es posible". "Somos distintos pero podemos convivir, reconciliar y acercarnos gracias a quienes son tocados por Dios para llevarlo a cabo"

"No podemos aceptar que ninguna religión utilice el nombre de Dios para justificar la injusticia. Debemos alejarnos de cualquier fanatismo que en nombre de Dios invoca una visión única que no respeta la peculiaridad de cada ser humano". El patriarca de Cosntantinopla, Bartolomé, ya se encuentra en España. Una histórica visita que ayer le llevó a participar en unas vísperas ecuménicas en la catedral de La Almudena, para este lunes ser recibido por Felipe VI, recibir el martes el doctorado Hooris Causa en la UPSA y encontrarse con obispos y prensa españoles el miércoles. 

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Un acto histórico el que se vivió esta tarde-noche en La Almudena, con la sensación de que la unidad es posible, y de que el poder de las religiones va mucho más allá del 'Dios lo quiere' y de guerras intestinas bajo el falso pretexto de la oración. Así lo estimó Bartolomé en su saludo inicial, llevando a cabo "una oración de súplica por el don de la paz en este nuestro mundo herido por demasiados conflictos, como la martirizada Ucrania, Armenia, Oriente Medio y tantos otros conflictos, con frecuencia olvidados".

Una reconciliación plena

"Recemos juntos para que nuestras iglesias tengan el coraje de afrontar todos los problemas que nos dividen, apostando por un diálogo teológico oficial con la firme voluntad de estudiar juntos", clamó el patriarca, quien invitó a "lcanzar una comprensión común de nuestra historia del primer milenio y del análisis de la historia de división del segundo milenio, y llegar a una reconciliación plena y una comprensión mutua de unos y otros".

"Recemos también juntos para que comprendamos que el diálogo es absolutamente necesario para nuestro conocimiento recíproco, que el diálogo no quita nada a la identidad de cada uno sino que nos abre a la experiencia del otro", insistió.

Cobo acogió al patriarca de Constantinopla señalando que se trataba de "un acontecimiento histórico y sorprendente, seguramente novedoso para muchos, por el cual nos sentimos intensamente bendecidos". El nuevo cardenal de Madrid, quien estuvo acompañado por el cardenal Osoro, y los obispos de Getafe y Alcalá, evocó el abrazo entre Pablo VI y Atenágoras en 1964, que "resuena de una manera muy singular ante los graves acontecimientos que se están viviendo en Tierra Santa". 

"Mensajero de reconciliación"

En su homilía, Cobo dio las gracias a Bartolomé por "ser mensajero de reconciliación" en mitad d eun "tiempo de guerras y violencias, donde el sufrmiento de tantos clama al cielo". 

"En este acto -añadió- proclamamos a nuestro mundo que la convivencia en Dios y en paz es posible". "Somos distintos pero podemos convivir, reconciliar y acercarnos gracias a quienes son tocados por Dios para llevarlo a cabo. Desde el legado de una fe y buenos trechos de tradición compartida, seguiremos dando pasos nuevos augurando la promesa de una buena cosecha a su tiempo". Una unidad que el Papa quiere que se lleve a cabo, con el horizonte puesto en 2025 y el aniversario del Concilio de Nicea, y que el propio Bartolomé ha hecho suyo.

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