El patriarca de Moscú está cometiendo "un crimen espiritual", tal y como ha denunciado el metropolita de Kiev, Epifanio, quien ha pedido a todos los líderes religiosos del mundo que condenen a Kirill. Un Kirill que, inasequible al desaliento, hizo entrega de un icono de la Virgen al jefe de la Guardia Nacional rusa, que "protegerá a las fuerzas armadas rusas y acelerará nuestra victoria".
"La entrega de un icono por parte del jefe del Patriarcado de Moscú Cyril Gundyaev al jefe de la Guardia Nacional Rusa y la 'bendición' de asesinos y degolladores los domingos en la liturgia es un crimen espiritual", escribió Epifanio, denunciando que Kirill apoyó el ataque a Ucrania.
"Defenderse, matar al enemigo, no es un pecado", sostuvo el metropolita de Kiev, que añadió que "protegemos a nuestra familia, nuestra patria, nuestra familia. Nuestros soldados protegen a todos los ucranianos". Y, añadió, advirtiendo a los invasores: "Los que vinieron a nosotros con una espada perecerán por esa espada".
Hay que recordar que Epifanio ya ha sufrido varios intentos de atentado desde que comenzó la invasión rusa, convirtiéndose en "el objetivo número cinco" de los mercenarios rusos, tal y como aseguró él mismo en una entrevista a la televisión griega.
Lo cierto es que las relaciones entre Epifanio y Kirill están rotas desde que a finales de 2018 el metropolitano impulsara la autocefalia del Patriarcado de Kiev, ahora dependiente de Constantinopla y no de Moscú, en una decisión que Kirill tildó de "cismática" y cuyo impacto no puede desligarse de la actual crisis.