Pascal, el filósofo del Corazón Las razones de un Corazón que ama
Pascal rehabilita el corazón, pero no como sentimentalismo de reality shows...Es el “intellectus”, el uso más profundo de la inteligencia que lee en la profundidad de la realidad: intus-legere. Una mirada amorosa directa al ser...un corazón en sintonía con el Corazón que por amor ha hecho todo y conduce la historia.
Pascal fue un infatigable buscador de síntesis, del poliedro que constituye la verdad, la totalidad de las partes sólo accesible desde la altura epistemológica que puede dar la fe.
El Dios de Pascal no es la elucubración deísta del racionalismo... de un Ser superior, pero que no interviene en la vida, sin “sacramentalidad” eficaz en este mundo. La experiencia de Pascal es un “encuentro personal con el «Dios de Abraham, Dios de Isaac, Dios de Jacob, no de los filósofos y de los sabios»
El Dios de Pascal no es la elucubración deísta del racionalismo... de un Ser superior, pero que no interviene en la vida, sin “sacramentalidad” eficaz en este mundo. La experiencia de Pascal es un “encuentro personal con el «Dios de Abraham, Dios de Isaac, Dios de Jacob, no de los filósofos y de los sabios»
“Hay razones del Corazón que la razón no entiende”
En el mes del Sagrado Corazón, el papa Francisco nos regala la carta apostólica "Sublimitas et miseria hominis", en el IV centenario del nacimiento de Blaise Pascal, profeta del corazón en una época que comenzaba a reinar la razón instrumental como único criterio de la vida humana:” un siglo de grandes progresos en muchos ámbitos de la ciencia, acompañados de un creciente espíritu de escepticismo filosófico y religioso” .(Sublimitas…papa Francisco)
El corazón de Pascal es el que desde la inteligencia y la emocionalidad busca la síntesis entre fe y razón que cada uno de nosotros está llamado a realizar en su vida, porque “el entendimiento busca la fe y la fe el entendimiento” (Agustín, Anselmo, Tomás de Aquino, y toda la tradición teológica católica). Ni racionalismo ni fideísmo, síntesis, porque la fe no desdeña ni es una huida de la naturaleza sino que la asume, la cura y la eleva. Nuestra época necesita esa sinapsis teologal que relacione tantas pequeñas verdades dispersas.
Francisco, parafraseando a Mt 6, 19 nos decía hace algunos años: “donde esté tu síntesis, estará tu corazón”. La vida de Pascal fue un infatigable buscador de su síntesis, del poliedro que constituye la verdad, la totalidad de las partes sólo accesible desde la altura epistemológica que puede dar la fe.
Pascal rehabilita el corazón, pero no como el sentimentalismo artificial de los reality shows. Es el “intellectus”, el uso más profundo de la inteligencia que lee en la profundidad de la realidad: el intus-legere. Una mirada amorosa directa al ser sin los circunloquios del análisis racional, tan necesario también, pero en otros aspectos de la vida práctica del ser humano.
Es el corazón llamado a entrar en sintonía con otro Corazón que por amor ha hecho todo y conduce la historia. Es otro modo de acercarse a lo real: “actitud de fondo, que yo llamaría “asombrada apertura a la realidad”. Apertura a otras dimensiones del conocimiento y de la existencia, apertura a los demás, apertura a la sociedad”.(Sublimitas…papa Francisco)
Animado por la fe, fue un corazón inquieto e insertado en su época, participaba en la vida científica y social. Encarnado y metido en el batiburrillo de los signos de los tiempos que le tocó vivir. Todo lo contrario de esas espiritualidades y meditaciones “fuga mundi” tan comunes en nuestra época compleja y que Francisco desenmascara y deplora en su predicación (especialmente en Gaudete et Exultate, sobre la santidad).
Por eso, el papa destaca esta espiritualidad con los pies en la tierra de Pascal al afirmar que “el principio fundamental es «la realidad es superior a la idea», ya que Pascal nos enseña a alejarnos de las «diversas formas de ocultar la realidad», desde los «purismos angélicos» hasta los «intelectualismos sin sabiduría».(Sublimitas…papa Francisco)
No hay nada más peligroso que un pensamiento desencarnado: «El que quiere hacer el ángel, hace la bestia». [25] Y las ideologías mortíferas que continuamos padeciendo en los ámbitos económico, social, antropológico y moral mantienen a quienes las siguen dentro de burbujas de creencia donde la idea ha reemplazado a la realidad.(Sublimitas…papa Francisco)
El Dios de Pascal no es la elucubración deísta del racionalismo, que puede admitir la posibilidad agnóstica de un Ser superior, pero que no intervenga en la vida, sin “sacramentalidad” eficaz. La experiencia de Pascal es un “encuentro personal con el «Dios de Abraham, Dios de Isaac, Dios de Jacob, no de los filósofos y de los sabios» (Sublimitas…papa Francisco)
El Dios cristiano revelado en Jesucristo, es un Dios presente y operante por signos sensibles en la historia, no una mera abstracción racional, "una historia de amor entre Dios y su pueblo, historia cumplida en la carne del “Hijo del hombre” Jesucristo.
“El hombre es solo una caña, la más débil de la naturaleza, pero es una caña que piensa”
Francisco destaca su percepción de la grandeza(fascinación) y la miseria de la inteligencia humana (decepción), que sólo puede encontrar solución en las razones sobrenaturales de la Revelación irradiadas en el corazón, no en la mera razón humana:
Tras estudiar las grandes religiones, Pascal llegó a la conclusión de que «ningún pensar ni ningún obrar pueden ofrecer un camino de salvación», si no es «mediante el criterio superior de la verdad de la irradiación de la gracia en el alma». [37]«Es en vano, oh hombres ―escribió Pascal imaginando lo que el Dios verdadero podría decirnos― que busquéis en vosotros mismos los remedios para vuestras miserias. (Sublimitas…papa Francisco)
Una visión acorde a lo denunciado por Francisco en Laudato Si, cuando habla de la pretensión del paradigma tecnocrático, la ideología racionalista que sostiene que el poder de la tecnociencia aplicado a la vida económica y social conduce al progreso y al estadio final de la evolución. Es la idolatría de la razón …para el beneficio de unos pocos, la depredación del planeta y la mayor injusticia social que ha conocido la historia de la humanidad.
Pascal tuvo que confrontar con el pelagianismo y semipelagianismo, la mentira de auto-salvarse, la desmesurada confianza en la voluntad humana, como si por sí sola y con el mero esfuerzo moralista pudiera resolver el sentido personal y social de la vida.
Pero Francisco nos dice que tales errores también continúan en nuestra época: "el «neo-pelagianismo», [72] que haría depender todo «del esfuerzo humano encauzado por normas y estructuras eclesiales», [73]es reconocible por el hecho de que «nos intoxica con la presunción de una salvación ganada con nuestras fuerzas…Sólo la gracia de Dios le permite al corazón humano acceder al orden del conocimiento divino, a la caridad». (Sublimitas…papa Francisco)
Ell documento papal termina destacando la caridad de Pascal como fruto de su corazón alcanzado por la Gracia. En el momento de su muerte manifestaba que:. "Ya que no puedo comulgar con la cabeza [Jesucristo], quisiera comulgar con los miembros»...«tenía un gran deseo de morir en la compañía de los pobres ».
La compañía de los pobres fue el colofón de su corazón tocado por la Gracia cuyo testimonio nos conmueve cuatrocientos años después de su nacimiento.
poliedroyperiferia@gmail.com
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