Prácticas religiosas en tiempos de coronavirus Religion goes Online, un nuevo espacio para todas las confesiones
Impulsada desde el Observatori Blanquerna con el apoyo de KAICIID, la plataforma recoge en una web diferentes iniciativas digitales ideadas durante la pandemia por comunidades religiosas de todo el mundo
La digitalización de las religiones ya estaba en marcha pero la pandemia ha acelerado exponencialmente el proceso. Desde que estallara la crisis del coronavirus el pasado mes de marzo, las comunidades religiosas de todo el mundo han empleado buenas dosis de creatividad para adaptarse a la situación recurriendo a las nuevas herramientas digitales. Ahora todas ellas disponen de una nueva plataforma para dar a conocer sus iniciativas: Religion goes Online.
Impulsado desde el ObservatoriO Blanquerna deComunicación,Religióny Cultura con el apoyo de KAICIID, centro mundial intercultural e interreligioso, el proyecto recoge en una web iniciativas de diferentes confesiones religiosas que utilizan las nuevas tecnologías para seguir ofreciendo a los creyentes la posibilidad de llevar a cabo celebraciones o ceremonias que no pueden tener lugar presencialmente. “Se trata de iniciativas surgidas durante la pandemia y que en su mayoría han nacido para quedarse”, explica Alba Sabaté Gauxachs, coordinadora del proyecto.
Las iniciativas están clasificadas por país y confesión. La plataforma quiere ser un espacio donde mostrar la creatividad de las comunidades durante la pandemia y, a su vez, un escaparate para que estas buenas prácticas tengan visibilidad y puedan ser replicadas. “Por desgracia —advierte Sabaté—, la pandemia no ha terminado y si bien muchas de estas iniciativas surgieron en marzo y abril, podrían surgir otras muchas inspirándose en este ‘catálogo’ que ahora tienen a su disposición”. No es solo mostrar, por tanto, lo que algunas comunidades hacen sino también inspirar a que otras muchas se lancen al mundo digital a partir de los precedentes que encuentran en el portal.
Explosión creativa
Las iniciativas dadas a conocer hasta ahora a través de esta nueva plataforma destacan por su diversidad y su creatividad: se puede encontrar desde un servicio de imanes a domicilio en el Reino Unido hasta pasatiempos descargables de la Catedral de Burgos para los más pequeños de la casa. Tampoco faltan las peregrinaciones virtuales, un fenómeno en alza. “El modelo de las peregrinaciones online está funcionando muy bien —admite Sabaté—. En el ámbito del catolicismo, tenemos el caso, por ejemplo, de las peregrinaciones puestas en marcha por la diócesis de Calahorra (Logroño), que han resultado ser de las más creativas. También se están haciendo peregrinaciones gamificadas a Tierra Santa, Lourdes, Fátima y Polonia”.
Sin embargo, la coordinadora del proyecto aclara que, si bien esta iniciativa puede ser un complemento útil para las comunidades, hay cosas que no se pueden dar si no es de un modo presencial. “A través del mundo digital, se puede anunciar y compartir el Evangelio, pero no se puede celebrar”, aclara.
"Online religion" y "religion online"
Desde Religion goes Online se hace hincapié en una idea acuñada por Cristopher Helland, uno de los autores más conocidos en el ámbito de la mediatización de las religiones: la diferencia entre “religion online” y “online religion”. La primera se produce cuando las comunidades hacen uso de las tecnologías como instrumento en que se apoyan para dar difusión a su actividad. La segunda, en cambio, se da cuando las comunidades consideran las tecnologías como un espacio y no una herramienta. Un espacio de encuentro —como lo podría ser una sala— donde se genera comunidad.
Aunque haya tenido que ser a marchas forzadas, la mayor parte de las comunidades han conseguido llegar a ese estadio que Hellend define como “online religion”. Para Sabaté, ese es el camino. "Las redes sociales son espacios naturales de socialización y aprendizaje para las generaciones más jóvenes, de modo que la práctica de la propia confesión no debe estar exenta de este ámbito. Con las herramientas actuales, todo parece indicar que el futuro va a ser híbrido, en las religiones lo presencial tiene un gran valor, obviamente, pero a partir de ahora va a convivir mucho más con lo virtual”, asegura.
La Navidad, más cerca
Judíos, musulmanes, hinduistas, cristianos ortodoxos y budistas, muchas confesiones ya han pasado su gran fiesta anual con las restricciones del coronavirus y, gracias a las tecnologías digitales, han superado con buena nota las eventualidades. A pocas fechas de la Navidad, la comunidad cristiana no solo puede aprender de las demás confesiones sino de su propia experiencia durante la pasada Semana Santa, cuando se vio impelida a buscar alternativas digitales que en las próximas semanas, si la situación sanitaria se recrudece, podrían servir como como ejemplo de buenas prácticas. “Si en Navidad toca quedarse en casa, ya tenemos la agilidad y los conocimientos suficientes para pasar a la plataforma virtual. Hemos aprendido mucho en los últimos meses y continuaremos aprendiendo”, concluye Alba Sabaté.
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