"De la crisis se sale con nosotras" Las mujeres se hacen justa reivindicación en la iglesia
"Jesús le dio un protagonismo asombroso a la mujer en una sociedad paternalista y patriarcal como era la sociedad judía del siglo I. Esto solo pueden negarlo los empeñados en seguir relegando a la mujer a un segundo plano aún en el siglo presente"
| Alejandro Fernández Barrajón
Por circunstancias diversas, y a través de un post mío publicado en mi Blog “Teselas“de Religión Digital, he llegado a tener contacto y amistad con la organización “Mujeres Iglesia Chile”. Me he escrito con las responsables del movimiento y he llegado a percibir la fuerza y la energía carismática que emana esta organización en un momento tan complejo como está viviendo la iglesia de Chile.
Ahora se preparan para un magno “Encuentro Nacional de Mujeres Iglesia Chile”, el tercero ya, que se celebrará en Concepción con el lema “De la crisis se sale con nosotras”, los días 31 de agosto y 1 de septiembre.
Resulta muy interesante contemplar y reflexionar sobre la iglesia con ojos de mujer, después de que durante siglos la reflexión haya sido propiedad exclusiva de los varones. Aún hoy las buenas teólogas, que las hay, tienen dificultades serias para abrirse camino en los foros más significativos de la iglesia, como las universidades y los lugares de formación. Su labor se reduce, casi exclusivamente, a la catequesis infantil porque hay pocos varones que deseen dedicarse a esas tareas.
Un encuentro que apuesta por la ecología “puedes traer tu tazón y al igual que en el primer encuentro tendremos algunos a precio costo, para evitar el uso de productos desechables y así contribuir al cuidado de nuestra casa común” y donde lo económico no es un problema para la participación. La cuota de participación es voluntaria.
A la luz del lema escogido y de lo que persigue esta organización, se me ocurren algunas reflexiones que quiero compartir:
- 1) Estamos viviendo tiempos muy significativos en lo que se refiere al protagonismo de la mujer en la sociedad y en la iglesia, ante los que no podemos permanecer indiferentes
- 2) La lucha por la igualdad y los derechos de las mujeres, durante tiempo, ignorados, está cobrando una fuerza muy dominante. Es justo que la iglesia esté a su lado y defienda los derechos que ella misma le ha negado durante siglos: delitos de género, desigualdad salarial, trabajos serviles… En muchos lugares la misión de la mujer se reduce en la iglesia a trabajos de mantenimiento y nunca de decisión: cuidados del templo, catequesis infantil, limpieza… Esto genera la idea de que la iglesia es una institución del pasado, arcaica, sin evolucionar. Esto provoca hoy rechazos instintivos entre la gente más joven que ya vive con una mentalidad distinta y ve como algo normal la igualdad del hombre y la mujer
- 3) Jesús le dio un protagonismo asombroso a la mujer en una sociedad paternalista y patriarcal como era la sociedad judía del siglo I. Esto solo pueden negarlo los empeñados en seguir relegando a la mujer a un segundo plano aún en el siglo presente. Los argumentos de que no había mujeres en la última cena, que no están comprobados, son absurdos. Tampoco había africanos, ni expertos en Derecho Canónico, sí que parece que había un traidor. Y estos se han multiplicado en la historia.
- 4) Las iglesias cristianas hermanas nos están dando sopas con honda en estos temas. ¿Seremos capaces de escucharlas? En ellas también sopla el Espíritu de Dios.
- 5) Por suerte la mentalidad va avanzando y ya hay muchos obispos - más de la mitad en EEUU defienden que sean ordenadas diaconisas- que están dando funciones importantes a las mujeres, cargos de responsabilidad y confianza en su labor. En la sociedad el apoyo a una mayor responsabilidad de la mujer en la iglesia supera el 97 por ciento.
- 6) Yo no soy partidario de la ordenación de la mujer porque falten hoy ministros y vocaciones en la actualidad, algo evidente, sino porque les corresponde por derecho. Si para Dios somos todos iguales ¿Por qué no hemos de serlo en la iglesia y para la iglesia?
Por eso cuando surgen movimientos como éste de “Mujeres Iglesia Chile” que, con valentía, abordan estos temas y los estudian desde la participación y sin confrontaciones, creo que todos hemos de hacernos eco de ellos y dar a conocer sus reflexiones. Es evidente que vivimos un tiempo de crisis en la iglesia y de esta crisis, efectivamente, no podemos salir sin contar con las mujeres que son la gran fuerza numérica y espiritual de este momento de gracia y de desierto que vivimos.
Hermanas de Chile, aquí está este blog para lo que haga falta. Contad conmigo.