Un libro fuera de serie Acercamientos a Jesús de Nazaret
El autor, Pedro Trigo, pretende la relación personal con la persona de Jesús
La sencillez unida a la profundidad en un libro sobre Jesús
Un diálogo con las cirstologías del momento actual
Un diálogo con las cirstologías del momento actual
| Luis Espina Cepeda
Hay lecturas que, cuando se hacen, invitan mucho a la reflexión y a poner en común la impresión de lo que se ha leído. Esto me ha pasado con el libro del que ahora hago un pequeño comentario.
He leído despacio, hoja a hoja, completas, las 574 páginas de “Jesús nuestro hermano. Acercamientos orgánicos y situados a Jesús de Nazaret”, un libro publicado en 2018 por la Editorial Sal Terrae. El autor es Pedro Trigo, un jesuita de lejano origen español, pero radicado desde su juventud en Venezuela, donde ha dedicado toda su vida –ya ha sobrepasado los setenta- a la Teología y al estudio de temas sociales relacionados con la religión.
El libro me ha impresionado mucho, en la línea de los grandes autores de la cristología: González Faus, J.Sobrino, L.Boff, Moing, Duquoc, Pagola, Torres Queiruga, Kasper… La impresión tan positiva que a mí me había producido este libro, la he visto corroborada en una valoración realizada por el acreditado teólogo español Xabier Pikaza: Se trata de “un fuera de serie”, “este libro ofrece la mayor aportación cristológica `hispana´ (esto es, latino-americana) desde los años setenta del siglo pasado”. Un juicio de valor, formulado por una figura importante de la teología en español.
Lo que más me ha sorprendido de este libro es la hondura y la profundidad, unidas a la sencillez en la exposición. Hay una síntesis muy ambiciosa sobre toda la figura de Jesús, expuesta de forma muy sencilla en los reposados comentarios a no pocos textos evangélicos. Arrancan los comentarios –“acercamientos”, formula modestamente el autor- de la escena del bautismo de Jesús en el Jordán, en la que queda muy patente la relación de Jesús con su Padre y su relación también con los hombres sus hermanos. Desde esta escena, hacia atrás en Nazaret y hacia adelante en toda la predicación pública, recorre por temas toda la existencia y la persona de Jesús, deteniéndose muy particularmente en la pasión y muerte y, también y prolongadamente, en todo lo que supone la resurrección final de Jesucristo. El análisis de los pasajes está hecho de tal forma que acerca mucho a la comprensión más honda del Evangelio y que lo aproxima además a las modernas comprensiones del mundo de hoy.
Lo relativo a la resurrección es lo más difícil de seguir para el lector no especializado en teología (el autor tiene, además, una obra íntegra posterior dedicada a la resurrección, el gran tema de la figura de Jesús: La Pascua de Jesús, orada según los Evangelios), pero hasta el lector más sencillo agradece el esfuerzo por presentar el hecho de la resurrección con un lenguaje asequible, comprensible desde las estructuras meramente humanas.
Otro tema que sorprende en este libro es la erudición que muestra sobre los principales autores modernos que han escrito sobre cristología. La amplia bibliografía (páginas 553-562) y los muchísimos centenares notas a pie de página, con amplias citas literales de otros autores relacionados con el tema que se está tratando, muestra un interés por la opinión de los demás y un afán admirable por conciliar las propias opiniones expuestas con las reflexiones ajenas, que ya un exponente significativo del talante dialogante con el que el libro está escrito. De nuevo el cualificado criterio de Xabier Pikaza ilumina al respecto. Al referirse a la extensa producción escrita de Pedro Trigo, afirma que esta obra “es, a mi juicio, la más significativa y valiosa de todas, no sólo por su forma de enfocar e interpretar el tema de Jesús, sino por hacerlo en diálogo con la mejor teología del momento actual, reinterpretando los orígenes cristianos, desde la perspectiva teológica y social de América Latina y desde la búsqueda más honda de las iglesias cristianas”. Una valoración extraordinariamente positivo sobe el contenido y sobre el estilo dialogante de esta obra.
El propio Pedro Trigo expone con claridad lo que pretende y lo que quiere evitar en esta obra. Intentando precisar la intención de su libro, las primeras palabras de la Introducción son las siguientes: “No queremos hacer una cristología. No aspiramos a meter a Jesús de Nazaret en un sistema. No cabe en ninguno. Claro está que muchos cristólogos no lo pretenden y sus cristologías son más bien modos de ordenar coherentemente el material disponible. Lo concedemos de buen grado. Pero nos atemoriza la pretensión inconsciente de meter a Jesús en una composición nuestra, siendo así que nos rebasa infinitamente. Escribimos porque su historia viva debe testimoniarse”. Añade que “pretendemos escribir con respeto, como discípulos”, precisando que lo que aspira es “a que lo que digamos no deforme a nuestro Señor Jesús, aunque estamos seguros que lo empobrecerá muchísimo”. Esta actitud, tan humilde y tan ambiciosa, está detrás de toda la obra.
No pretendo ni resumir ni siquiera hacer un resumen de los principales contenidos del libro. No está escrito además en orden cronológico, sino con una ordenación más bien temática, que haría más difícil el intento de un resumen. Este breve comentario sólo pretende manifestar lo que el libro me ha apasionado y el gozo personal que me ha producido su lectura. Si hago público este comentario es por incentivar la lectura del libro a los que, sin ser ni expertos ni profesionales de la teología, mantengan interés por la figura fuera de modas por la persona histórica y transhistórica de Jesucristo.
Como final, puedo aportar la cualificación privada que el propio Pedro Trigo ha formulado sobre su obra. Sin conocerlo para nada personalmente, al terminar la lectura completa de libro, establecí con el autor una breve comunicación por correo electrónico para comunicarle lo que el libro me había impresionado y para agradecerle el enorme esfuerzo desplegado en la producción de un libro tan extenso y tan completo. En su breve respuesta, Pedro Trigo, tras agradecer sencillamente el comentario elogioso (“Muchas gracias por el comentario”), expresa con verismo lo que ha pretendido al escribirlo: “El libro es fruto de una relación personal, y me alegro cuando ayuda a la relación personal de otros con el Señor Jesús”. A esto, sí ayuda la lectura del libro.
Nota:
Como muestra del interés del autor por los problemas de la actualidad, añado la referencia de un extenso artículo suyo, para su posible localización por internet: Venezuela, ¿del totalitarismo a la dictadura?