Empieza por ti
Al ingresar a mis años de ocaso, en un último intento desesperado, me propuse cambiar solo a mi familia y allegados, pero por desgracia no me quedaba ninguno y ahora que estoy en mi lecho de muerte, pienso: si me hubiera cambiado primero a mí mismo, con el ejemplo habría cambiado a mi familia; a partir de ahí podría haber hecho un bien a mi país y quién sabe, tal vez incluso habría cambiado el mundo”.
Intentamos cambiar a los demás, gastamos nuestras fuerzas y energías en hacerlo posible, quizá por el bien del otro. Pero con el paso del tiempo te das cuenta de que no merece la pena, que no llegas a ningún sitio. Cada uno es como es y sobre todo si lo intentas con las personas mayores obcecadas en su forma de ser y pensar.
Este anónimo me lleva a una reflexión y es que debemos de empezar por nosotros y no esperar nada de los demás porque no llegas a ningún puerto. Se tú, haz lo que puedas, da de ti lo mejor que tengas, labra ese camino o estela que será lo que dejes en esta vida.
Recuerdo una situación de alguien que he intentado que entrase en razón, pero por su edad y cabezonería nunca ha sido posible. Ahora cuando miro atrás, el rastro de esa persona en mi vida solo ha sido de dolor, fue su herencia: Dolor.
Por lo tanto, no intentes cambiar lo que no puedes e intenta que tu herencia a quienes te conocen sea de paz, no de angustia.
Empieza por ti, como he titulado este compartir, lo demás dejémoslo en interrogación.