Esa es María, la protagonista de este tiempo que estamos viviendo. La que fue capaz de afrontar todo lo que le venía encima y todo ello desde una profunda fe y confianza.
Estamos en un momento de esperanza aunque nos resulte difícil de entender por el mundo tan incomprensible en el que estamos vivimos, sin llegar a entender en demasiadas ocasiones.
Pero tenemos que saber, o por lo menos intentar, ponernos en disposición para poder vivir este tiempo que aunque sea de esperanza, no deja de ser a la vez de lucha.
Sé que es difícil cuando no se entiende, cuando los por qués nos abruman y no encontramos respuesta por más que la busques. No sabes qué camino seguir ni como seguirlo, pero María también pasó por ello y lo hizo atravesada por el dolor de la pérdida de su hijo, aunque también hay otras clases de dolor difíciles de llevar en el que no sabes de donde sacar las fuerzas para seguir y tienes que sobrellevarlo con la mejor de tus sonrisas hasta que en algún momento vuelva hacerse la luz.
En este tiempo de Adviento se nos invita también a nosotros, a saber esperar. Quizá en medio de la desesperanza, pero volviendo nuestra mirada a ELLA como ejemplo y estimulo.