Imagino que si os hago esta pregunta que da paso a éste compartir me contestaríais algo así como: El poco tiempo libre que tengo lo dedico a viajar, a ir de compras, comer en algún buen restaurante etc… y si además, esta pregunta se la hacemos a una persona que se acaba de jubilar, imagino que nos contestaría que haría aquello, que por su trabajo durante tantos años, no ha podido realizar. Ante todo esto, yo me pregunto, ¿nos sentimos de verdad plenamente satisfechos? ¿Dejamos hablar a nuestro interior para estar seguros de que eso es lo que de verdad llena mi vida? Posiblemente muchos diréis que sí, quizá otros no podáis contestar tan a la ligera y necesitéis algo más de tiempo para interrogaros, pero mi poco experiencia, me dice, que si somos capaces de llenar nuestra vida de nombres, acontecimientos, o historias compartidas. Si somos capaces de mirar y escuchar desde dentro, desde el corazón, esa felicidad será más grande, porque lo material por supuesto que nos ayuda y satisface, pero no tiene el mismo sabor que cuando llenas tu vida desde dentro.

Creo que la satisfacción más grande es hacer felices a los demás. Por lo tanto, dejemos de mirarnos el ombligo porque la vida pasa demasiado rápida y como decía nuestro gran San Juan de la Cruz, al final de la vida, de lo único que te van a examinar es del amor, de lo que has hecho, no de los lugares que has visitado o de cómo está tu cuenta corriente…