Su obispo reconoció “errores de discernimiento en la acogida" a grupos tradicionalistas Francia: El Vaticano ordena una visita apostólica a la diócesis de Fréjus-Toulon
La Santa Sede, a través del Dicasterio para los Obispos, ha ordenado una visita apostólica a la diócesis de Fréjus-Toulon que comenzará el próximo 13 de febrero, tras la primera "visita fraterna" realizada hace unos meses por el cardenal arzobispo de Marsella, Jean-Marc Aveline
En un comunicado de prensa, la diócesis de Fréjus-Toulon aseguró acoger esta noticia "en un clima de confianza" ya que “brindará la oportunidad de profundizar y continuar el trabajo realizado por el cardenal Aveline”, para lo que “se escuchará a un gran número de clérigos y laicos responsables”
El próximo 13 de febrero comenzará en la diócesis francesa de Fréjus-Toulon una visita apostólica con la finalidad de profundizar en la investigación ya realizada preliminarmente por al cardenal arzobispo de Marsella, Jean-Marc Aveline, durante su “visita fraterna” (así fue denominada) iniciada en 2021 a petición de Roma.
Esta visita apostólica, cuya duración se estimada es de varias semanas, ha sido confiada a Antoine Hérouard, arzobispo metropolitano de Dijon, asistido por Joël Mercier, exsecretario del Dicasterio para el Clero, según informa RCF.
Escuchar a clérigos y laicos
En un comunicado de prensa, la diócesis de Fréjus-Toulon aseguró acoger esta noticia "en un clima de confianza" ya que “brindará la oportunidad de profundizar y continuar el trabajo realizado por el cardenal Aveline”, para lo que “se escuchará a un gran número de clérigos y laicos responsables”.
Esta visita apostólica parecía un hecho ineludible después de que el Vaticano, en un hecho insólito, decidiese paralizar el pasado mes de junio las ordenaciones previstas para finales de mes en lo que se interpretó como un signo inequívoco de la desconfianza que suscitaba en la Santa Sede la formación que se impartía a los candidatos al sacerdocio.
"Errores de discernimiento"
En los últimos tiempos, la diócesis, pastoreada por Dominique Rey, se había convertido en un lugar en donde recalaban distintas realidades eclesiales ligadas al mundo tradicionalista, cuestión que admitió el propio obispo en una carta pastoral, en la que él mismo reconocía haber cometido “errores de discernimiento en la acogida y acompañamiento de las distintas comunidades presentes en la diócesis”.
“El lugar del mundo tradicionalista en nuestro seminario y en la diócesis es también uno de los puntos sensibles planteados por las congregaciones romanas. Siempre he tratado de integrar esta corriente, dentro de una verdadera comunión eclesial, en fidelidad al Santo Padre, y al magisterio romano, en particular al Concilio Vaticano II”, admitía también el obispo.
En la carta, aludía monseñor Rey a algunos problemas que pueden haberse suscitado por la presencia de comunidades de religiosas procedentes de otros países, en concreto de Argentina y Brasil, cuya labor y testimonio pondera, pero que, señala en su carta, “todas las comunidades de nuestra diócesis deben ser controladas aún más regularmente”.