RDconelPapa: "Ha implantado unas formas de convivencia más humanas y más respetuosas" José Manuel Bernal: "Papa Francisco, una apuesta por la limpieza del Evangelio"
El papa Francisco nos ha abierto horizontes nuevos en la vida de la Iglesia; está rompiendo moldes y arquetipos envejecidos, ofreciéndonos una imagen renovada de la vida eclesial, sensible a las exigencias de los nuevos tiempos
No todos en la Iglesia están dispuestos a entender y encajar esta nueva visión impulsada por el Papa, aceptando el abandono de los viejos comportamientos atávicos de la Iglesia convencional. De ahí el lamentable enfrentamiento que algunos grupos radicales están desarrollando en contra de la imagen del Papa. Desde aquí nosotros tomamos partido a favor del enfoque liberador impulsado por el papa Francisco
| José Manuel Bernal Llorente
Durante estos años he venido haciéndome eco de los escritos y avances del papa Francisco. No hay duda de que las iniciativas del Papa han representado una bocanada de aire fresco para la vida de la Iglesia. Muchos no lo reconocen y añoran otros tiempos de intransigencia y de rigidez doctrinal. El Papa ha roto esos esquemas y ha implantado unas formas de convivencia más humanas y más respetuosas.
Dicho esto voy a intentar ofrecer un breve resumen de lo comentado durante estos años.
1. Partimos de los gestos de benevolencia de Benedicto XVI dando cauce a los deseos de los nostálgicos de la vieja liturgia tridentina, seguidores en su mayoría de Monseñor Lefebvre. El Papa alemán expresó su actitud condescendiente en documentos sucesivos, sobre todo en el Motu Proprio Summorum Pontificum (2007). Ante esa actitud complaciente, Francisco se descolgó valientemente con el contundente documento Traditionis custodes (2021) en el que defiende con firmeza la reforma litúrgica promovida por el Concilio Vaticano II. En este documento se desautoriza el uso del viejo misal romano editado en 1962 por Juan XXIII; se deja claro que en la liturgia romana hay una sola expresión de la “lex orandi”, la propuesta e impulsada por el Vaticano II, recogida en los libros litúrgicos oficiales. Al mismo tiempo quedan desactivados los grupos nostálgicos tradicionalistas, desmontando el anclaje jurídico institucional que les daba cobertura. En ese sentido, la Comisión Pontificia Ecclesia Dei, paraguas protector para los nostálgicos de la vieja liturgia, pierde fuelle y pasa a depender de la Congregación del Culto. El papa Francisco salva la reforma litúrgica del Vaticano II de las veleidades de los nostálgicos y de la flaqueza indulgente del venerado Benedicto XVI.
2. Pero la aportación de Francisco no termina ahí. Junto a las decisiones tomadas en Summorum Pontificum, de carácter más bien disciplinar, hay que destacar la importante reflexión doctrinal elaborada por el Papa en la Carta Apostólica Desiderio desideravi (2022), en la que el Pontífice apela a los “altiora principia” que dan apoyo doctrinal al proceso restaurador de la liturgia llevado a cabo por el Concilio. En ese sentido, el documento pone de relieve la centralidad del misterio pascual en la reflexión teológica actual, situándolo en el marco de la Historia de la Salvación. En ese escrito el Papa estimula a una insistente y profunda educación litúrgica, abriéndonos una percepción más aguda del mundo de los símbolos en el que se desarrolla la acción litúrgica. Lamenta el Papa la creciente incapacidad del hombre moderno para adentrarse en el universo de los símbolos, su insensibilidad para dejarse embargar por el embrujo de los mismos, su dificultad especialmente para comprender y dejarse impactar por los símbolos litúrgicos.
3. Junto a estas preocupaciones litúrgicas, el papa Francisco se manifiesta altamente sensible a las inquietudes ecológicas y cósmicas de la experiencia cristiana. Tanto en su encíclica Laudato sí (2015) como en Laudate Deum (2023) el Papa condena el atropello devastador de los bienes de la naturaleza por intereses colectivos egoístas y aboga con firmeza por el cuidado de la casa común. El Papa es consciente de la dimensión sagrada de la naturaleza y de la creación asumidas por Cristo en el misterio de la encarnación; al asumir la condición humana, el Logos divino ha impregnado con su presencia, no solo su naturaleza humana personal, sino la totalidad de las cosas creadas. Esta convicción es persistente en los escritos y en los discursos del papa Francisco.
4. En este breve recuento de las sugerencias abiertas por el Papa argentino habría que mencionar también el interesante diagnóstico introducido por el Papa en el capítulo primero de su encíclica Fratelli tutti (2020). En ese amplio capítulo, el papa Francisco hace un interesante recorrido sobre las lacras que están oscureciendo y manchando el horizonte de la vida humana. Se hace eco el escrito del creciente deterioro que están sufriendo la vida y la convivencia en el mundo actual; el maltrato de la tierra, las ignominiosas bolsas de pobreza en las que se ven envueltas las clases sociales más necesitadas, la impune vulneración de los derechos humanos y la dignidad humana, la injusta distribución de los bienes y la esclavitud, el hambre, la emigración y la xenofobia, la discriminación de la mujer, el populismo y la demagogia, la exclusión social, las guerras inhumanas y la violencia, la vergonzosa venta de armas, el neoliberalismo y el capitalismo descontrolados y enfurecidos.
"Además de rehabilitar una sana política que no esté sometida al dictado de las finanzas, tenemos que volver a llevar la dignidad humana al centro, y que sobre ese pilar se construyan las estructuras sociales alternativas que necesitamos"
El Papa se decanta en contra de las «visiones liberales» (FT 167) y advierte de la «fragilidad de estos sistemas» (FT 142). «No todo se resuelve con la libertad de mercado», dice el papa Francisco, y sostiene que, «además de rehabilitar una sana política que no esté sometida al dictado de las finanzas, tenemos que volver a llevar la dignidad humana al centro, y que sobre ese pilar se construyan las estructuras sociales alternativas que necesitamos» (FT 168). De esas palabras vale la pena insistir en la urgente necesidad de que las opciones políticas se liberen de las opresivas exigencias del mercado y se recupere el primado de la dignidad humana. En esa línea dice expresamente la encíclica: «La especulación financiera con la ganancia fácil como fin fundamental sigue causando estragos. Por otra parte, sin formas internas de solidaridad y de confianza recíproca, el mercado no puede cumplir plenamente su propia función económica» (FT 168). El pensamiento del papa, crudamente expuesto en la encíclica, está provocando importantes reacciones a favor y en contra. Quienes tienen a gala una defensa enfervorizada del pensamiento tradicional católico han sufrido un amargo desengaño; en cambio, gentes afines a corrientes ideológicas progresistas y de izquierda han aplaudido con entusiasmo las ideas expuestas por Francisco en la encíclica.
5. Voy a poner fin a este breve recorrido citando unas encendidas palabras del Papa en contra del “clericalismo”, uno de los mayores males que viene aquejando a la Iglesia desde hace siglos. El Papa intervino en la XVIII Congregación General de la Asamblea Sinodal de 2023. En su intervención se expresó con estas palabras: “La Iglesia como pueblo de Dios es ese pueblo sencillo y humilde que camina en la presencia del Señor, que es infalible, y que transmite la fe en dialecto femenino, y que tiene que liberarse del clericalismo que es un látigo, es un azote, es una forma de mundanidad que ensucia y daña el rostro de la Esposa del Señor; esclaviza al santo pueblo fiel de Dios”.
El papa Francisco nos ha abierto horizontes nuevos en la vida de la Iglesia; está rompiendo moldes y arquetipos envejecidos, ofreciéndonos una imagen renovada de la vida eclesial, sensible a las exigencias de los nuevos tiempos. Pero no todos en la Iglesia están dispuestos a entender y encajar esta nueva visión impulsada por el Papa, aceptando el abandono de los viejos comportamientos atávicos de la Iglesia convencional. De ahí el lamentable enfrentamiento que algunos grupos radicales están desarrollando en contra de la imagen del Papa. Desde aquí nosotros tomamos partido a favor del enfoque liberador impulsado por el papa Francisco.
Termino completando esta reflexión con una sucinta anotación bibliográfica complementaria: J.M. Bernal, El Papa Francisco afianza la reforma litúrgica del Vaticano II, “Phase”, 391, 2021, 381-395; J.M. Bernal, El indulto de Benedicto XVI a los nostálgicos de la liturgia tridentina, “Teología Espiritual”, 57/170, 2013, 165-202; J.M. Bernal, El Papa Francisco apela a los “altiora principia”. Elogio de la Carta Apostólica “Desiderio desideravi”, “Phase”, 365, 2022, 337-353; J.M. Bernal, Del ritualismo libranos, Señor. Una liturgia confirmada en la vida, CPL, Madrid 2022; J.M. Bernal, El clericalismo, una herencia nefasta para la Iglesia, “Vida Nueva”, 30/6-6/7, 2018, 23-30.
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