Una solución que salga de la entraña de nuestro pueblo
| Luis Van de Velde
“La Conferencia Episcopal de Nicaragua publicó una carta pastoral, como ustedes se dieron cuenta, sobre el compromiso cristiano. Yo quiero referirme a unos párrafos porque creo que son muy iluminadores también para nuestra situación en El Salvador. La Iglesia dice: “Tenemos además confianza de que el proceso revolucionario será algo original, creativo, profundamente nacional y de ninguna manera imitativo”. Yo quisiera decir las mismas palabras a todos los que hoy se esfuerzan por la transformación de la patria. Quienes se ponen a dudar unos de otros, pregúntense si claramente quieren una solución que salga de la entraña de nuestro pueblo o están luchando por traer imposiciones del extranjero. (*) Como los obispos de Nicaragua, yo digo también que apoyaré con todo el corazón toda transformación social, económica y política que, a la luz del reino de Cristo, arranque de las entrañas de nuestro pueblo salvadoreño. Esa será la verdadera liberación de nuestra patria, no la que nos quieren imponer de cualquier tipo de imperialismo.” (*)
Es significativo ver en qué momento de la homilía la gente en catedral ha aplaudido lo dicho por Monseñor Romero. La edición de sus homilías, revisado por Miguel Cavada, incluye esos momentos: (*). En la cita que comentamos hoy hay aplausos como acuerdo y aprobación sobre dos retos históricos, uno amarrado al otro. (1) La transformación de la sociedad salvadoreña debe nacer desde las entrañas del pueblo y (2) ningún otro país debe intervenir (y de ninguna manera), ni imponer sus criterios.
Monseñor cuestiona profundamente a quienes han sido electos para ejecutar responsabilidad política o quienes han sido nombrados en funciones de segundo grado. Pregunta: ¿ quieren una solución que salga de la entraña de nuestro pueblo o están luchando por traer imposiciones? Estas imposiciones pueden venir de sectores privilegiados en el mismo país y/o del exterior. Es una pregunta desafiante para cualquier funcionario público. ¿qué está haciendo para que las soluciones salgan de las entrañas de nuestro pueblo? Es tradición que las leyes están hechas al servicio de los intereses estratégicos de las clases dominantes para satisfacer su hambre de poder y riqueza, de lujo y abundancia. Cuando haya algún beneficio legal para el pueblo, siempre habrá puertas traseras para que los grandes salgan con lo suyo. Un ejemplo actual es la lucha por las tierras de la cooperativa La Normandía en Usulután. Monseñor Romero pone el dedo en la llaga de la historia de El Salvador: jamás se ha trabajado conscientemente para que las soluciones (en salud, educación, en la economía, en la seguridad nacional, en el trabajo, en la jubilación, en el medioambiente, en el acceso al agua,…) salgan de las entrañas del pueblo, las entrañas de las y los directamente involucrados. En realidad da lástima que durante los 10 años del gobierno de un partido que nació desde la guerra revolucionaria los nuevos gobernantes no han cambiado la dinámica de gobernar. No se dio prioridad a escuchar de verdad al pueblo. No se ha fomentado la escuela “política” concienciadora y organizadora. La estructura injusta solo ha sido fortalecida. Podemos mencionar que las Iglesias tampoco han sido “iglesia en salida”, que no han sido sal, luz y fermento de concienciación y de organización popular para la transformación de la sociedad. Lo intra eclesial y lo religioso ha sido más importante que la toma de conciencia para la cooperación en la construcción del Reino de Dios. El fraccionamiento del cristianismo en miles de pequeñas iglesias, el abandono del modelo eclesial de comunidades eclesiales de base por la iglesia católica, y el florecimiento de tendencias carismáticas y conservadoras en las iglesias sigue dificultando seriamente nuestro papel de acompañar al pueblo para que de su seno nazca la nueva sociedad.
El revés de lo anterior es la imposición vertical de decisiones, leyes, decretos, acciones desde los intereses de sectores pudientes del país o del exterior (incluido organismos internacionales). La aritmética partidaria en la asamblea es muy significativa en este aspecto. Son decisiones desde arriba. Algunas ONG’s pretenden ser la voz del pueblo mientras viven lejos del pueblo. Tampoco ayudan para que el futuro nazca del pueblo.
Nicaragua y México, países que exigen respeto y no intervención extranjera, intervienen en El Salvador dando la nacionalidad a ex gobernantes y sus familiares para que puedan escapar de la justicia salvadoreña que investiga toda forma de corrupción y enriquecimiento ilícito. Familias oligárquicas que tienen sus intereses en diversas sectores económicos del país hacen lo imposible para que sus negocios florezcan, explotando a las mayorías.
Solamente cuando las propuestas nazcan de las entrañas del pueblo en diálogo sincero, se acercará “la verdadera liberación de nuestra patria”. Las Iglesias tenemos una tremenda responsabilidad histórica. No tengamos miedo.
Cita de la homilía de la liturgia del último domingo del año litúrgico del ciclo B, 25 de noviembre de 1979. Homilías, Monseñor Oscar A Romero, Tomo V, Ciclo B, UCA editores, San Salvador, p. 586